"Los muslos de Kubala eran como las columnas de la catedral"

Memoria viva del cordobesismo, Litri sigue colaborando con el equipo a sus 80 años de edad · "Los futbolistas de antes era más duros, aguantaban mucho, aunque acabado el partido, tan amigos", dice

Fernando González Viñas

24 de junio 2012 - 01:00

CON 80 años a sus espaldas, Litri aún colabora con el equipo de fútbol de la ciudad. Ha vivido a su equipo en primera división y también en tercera y ha masajeado los muslos del mismísimo Johann Cruyff. Un recorrido por sus vivencias nos desgrana este popular personaje.

-Ustedes eran ocho hermanos, casi un equipo de fútbol.

-Sí, y todos viven. Yo soy el mayor y Pepín, que jugó en el Córdoba y en el Valladolid, es el más pequeño. Me llevo con él 23 años.

-¿Habrá cuidado de más de uno?

-Ya ves, mi padre y mi madre estaban trabajando fuera y yo cuidaba de ellos y también hacía de monaguillo. Cuando vivía en la calle Lucano, con 15 años, estaba ya de monaguillo.

-¿Se pasaba hambre?

-Mucha hambre, mucha. Ten en cuenta que éramos ocho hermanos y mi padre era panadero y mi madre hacía todo lo que podía.

-¿Qué comían al día?

-Tuvimos mucha suerte porque mi padre, al trabajar de panadero, traía pan a casa, pero claro, darle de comer a ocho hijos no es fácil. Dormíamos en el suelo todos en la misma habitación. Mi padre se iba por la noche a trabajar y a mí me ponían a vender tabaco y almendras en Las Tendillas, en los cines de verano y donde hiciese falta.

-Hasta que fue masajista.

-Yo empecé en el 54 a limpiar botas y todo lo que fuese menester en el Córdoba. Hacía de todo porque por aquel entonces el Córdoba tenía equipo de baloncesto, de balonmano, de boxeo. Luego me pusieron un sueldo de 500 pesetas.

-¿En esos 50, qué llevaba un masajista en el botiquín?

-Llevaba un maletín de madera con una cruz roja y llevaba agua oxigenada, alcohol, unas tiritas, alguna venda y mucha mercromina. Si pasaba algo grave, como nos pasó una vez en Posadas, que un jugador se rompió una tibia, pues cogía dos tablas y se las ataba con una venda.

-¿El agua milagrosa venía de Lourdes o de Fátima?

-El agua milagrosa la traía yo de la fuente. Lo que pasa es que con el agua espabilabas al jugador. A veces le echaba tanta que el jugador me decía "me cago en tus muelas que me vas a ahogar".

-¿Cuando conoció el linimento del tío del bigote, el linimento Sloan?

-Eso fue un avance grandísimo. Una vez me equivoqué y llené el bote de linimento de pegamento para bicicletas y se lo eché en la herida a un jugador y la lié buena, me dijo de todo.

-¿Eran más duros los futbolistas de antes?

-Sí, aguantaban mucho. También hay que tener en cuenta que eso era la segunda división, la segunda B, la tercera y los equipos que venían eran duros, muy duros. Claro que se terminaba el partido y tan amigos, a otra cosa. Eran jugadores que jugaban con un balón con costuras que cuando llovía se ponía echo una piedra.

-¿Esos futbolistas daban más patadas que los de ahora?

-Sí, daban bien, entraban con más furia. Nosotros teníamos a Ricardo Costa que en paz descanse y cuando venía Gento con el Real Madrid a jugar y salía la pizarra con la alineación y veía su nombre se echaba a temblar. No se daban patadas, lo que pasa es que se entraba con mucha furia, entraban a por todas.

-¿Por qué escupen tanto los futbolistas?

-Porque se les seca la garganta

-Llegó incluso a ser un día masajista con la selección.

-Fui masajista en el homenaje a Isidro.

-¿Vicente Del Bosque es mejor entrenador que futbolista?

-Era buen futbolista y lo demostró y ahora está demostrando también lo buen entrenador que es y lo que vale. Del Bosque jugó en el Córdoba con 19 años porque hizo aquí la mili.

-Este año el Córdoba ha jugado muy bien, ¿en ese año que jugó Del Bosque también se jugaba bien?

-Sí, se jugaba muy bien, teníamos un equipo muy bueno. El mejor Córdoba que yo he visto jugar fue cuando vino Vavá, entonces se hacía un fútbol de maravilla. Cuando estuvo en primera jugaban muy bien.

-¿Qué ambiente había en la ciudad en esos años?

-Ya te lo puedes figurar, con un equipo en primera, con Reina, López, Simonet, Mingorance, Martínez Oliva, Miralles, Germán... En la temporada de 1964 le ganamos al Madrid 1-0 con gol de Tejada.

-Decía el entrenador Vujadin Buskov que "fútbol ser fútbol". ¿Ha encontrado usted muchos filósofos profundos en este deporte?

-Filósofos no he encontrado ninguno en el fútbol pero Boskov decía muchas cosas y Valdano también. Pero de decir las cosas a hacerlas hay mucha diferencia. Los entrenadores necesitan suerte y tener una buena plantilla, suerte con los fichajes. La gente cree que el dinero soluciona todo pero a veces fichas por dos perras gordas y el resultado sale extraordinario. Ahí está el caso de Simonet, que vino del Valladolid para rellenar y jugaba de titular y extraordinariamente.

-En resumen, todo se reduce a una cuestión de suerte.

-Este año la suerte la hemos tenido y la tranquilidad de la afición y de los jugadores. No hemos subido, pero lo hemos tenido en la mano.

-¿Tiene esperanza de repetir el papel el año próximo esta buena temporada?

-Esperanza siempre se tiene pero este año ya ha pasado. Ahora empieza una etapa nueva y ya veremos lo que pasa, puede ser mejor o puede ser peor.

-¿Qué hay que hacer para repetir esta buena temporada?

-Tener unos buenos mimbres y los que lleguen que sean buenecitos y que cumplan, que le echen todo el coraje. Hace muchos años que no había mimbres suficientes en el Córdoba y ahora lo hay. La cantera este año lo ha pasado mal pero al final se ha salvado con Berges de entrenador.

-¿Berges como entrenador, lo hará bien?

-Yo creo que al entrenador lo hacen los goles. Si el equipo empieza bien, metiendo goles, triunfa. Si el equipo empieza mal, no sirven ni el entrenador, ni el presidente ni nadie. Hace falta suerte y acertar con los fichajes.

-Usted masajeó al mismísimo Johann Cruyff.

-Y a Kubala, que lo tuve un año de entrenador aquí.

-¿A quién ha visto mejor jugar al fútbol, qué jugador hubiese querido ser si hubiese sido futbolista?

-Cruyff o Kubala y del Córdoba Onega y Juanín.

-¿Usted no es un futbolista frustrado?

-Yo no. El futbolista es mi hermano, yo siempre me he dedicado a lo que me dedico.

-¿A sus hijos les decía que estudiaran o que siguieran sus pasos?

-Yo me iba a las 7 de la mañana y volvía a las 8 de la tarde. Que si baloncesto, balonmano, fútbol, los viajes, no tenía tiempo para decirle nada a mis hijos.

-Parece haber visto poco a sus hijos.

-Poco, la verdad. Y cuando llegamos a primera división con el Córdoba estaba todo el fin de semana fuera. No venía ni a comer.

-Por lo menos los conocerá por su nombre.

-Eso sí, aunque ya a todos los llaman Litri, a todos los conocen por mi nombre.

-¿Conoce al Litri torero?

-Sí, lo conozco. Me lo presentaron cuando hicieron a Benítez V Califa. Benítez, antes de torear, me llamaba para que le diera masajes, todos los días.

-¿Ha habido siempre muchos tejemanejes en el fútbol, muchos maletines?

-Antiguamente funcionaba mucho lo de los maletines, hasta que los pillaron.

-¿Usted no estaba encargado de llevar maletines?

-De eso estaban encargados los directivos, ahora ya hay mucho control pero antes corrían los maletines. Y también había mucho doping.

-¿Con qué se dopaban los jugadores?

-Cualquier cosa. Se le echaban al café pastillas disueltas. Algunos futbolistas lo sabían y otros no.

-¿Y se notaba, corrían más cuando iban dopados?

-Claro que corrían más. Ahora ya sí hay muchos controles, se presentan el en campo de fútbol para controlarte. Ahora todos los estadios tiene un espacio para el control antidoping.

-¿Antes las noches de antes de los partidos los jugadores bebían y fumaban?

-Depende, había entrenadores que controlaban a los futbolistas e iban a las habitaciones a ver si a las doce estaban acostados. Yo iba con Roque Olsen, el entrenador del Córdoba cuando estaba en primera división para controlar por la noche a los futbolistas, con una lista para que firmaran.

-Ahora los masajistas se llaman fisioterapeutas.

-Y tienen que tener estudios; y yo sin estudios, estuve en la selección española. Aquí cuando llegó Kubala a entrenar al Córdoba me dijo: "mañana el entrenamiento a las diez, pero usted y yo dos horas antes estaremos aquí". Así que me presenté y me dijo "empieza a masajearme". Le vi los muslos y eran como las columnas de la catedral. Se puso en la camilla y yo, que sólo estaba acostumbrado a los muslos de los juveniles, poca cosa, empecé y me dijo "tranquilo, tranquilo, más despacito". Eso fue el primer día, me hizo un buen examen. ¡Hasta las espaldas le tuve que masajear, que menudas espaldas tenía! Y cuando lo hicieron seleccionador me llamó de masajista para aquel partido de homenaje a Isidro.

-¿Qué sería la vida sin fútbol?

-Eso digo yo. Y eso que dicen que hay crisis, pero los campos se llenan. ¡Dónde iría la gente los domingos sin el fútbol!

-John Lennon dijo que los Beatles eran más famosos que Jesucristo. ¿Usted en Córdoba es más famoso que Averroes?

-No lo sé, pero un día iba por la calle y oigo una voz que me dice: "adiós Litri", y miro para arriba y era una monja (risas). A mí en Córdoba si me voy a Las Tendillas todo el mundo me saluda.

-¿Qué sigue aportando al Córdoba CF?

-Yo he hecho un museo del Córdoba que está subiendo el palco de autoridades, un museo que he ido creando en todos estos años.

-Tiene 80 años, con todo lo que ha vivido ¿le sabe un huevo frito de ahora igual que cuando era niño?

-Joder, cuando era niño yo no veía un huevo frito; con las hambres que había y con siete hermanos... Es que hemos pasado mucha hambre.

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