Medio ambiente

Una morera talada en la carretera de Trassierra de Córdoba estaba catalogada como "árbol singular"

Morera talada en carretera de Trassierra catalogada como árbol singular.

Morera talada en carretera de Trassierra catalogada como árbol singular. / Ángel Lora González

El inicio de las obras de ensanchamiento de la carretera de Trassierra entre El Pireo y la iglesia de Las Margaritas ha dejado un panorama desolador debido a la tala de la arboleda de toda la zona.

Estos ejemplares tenían un gran porte y eran los únicos que daban sombra en el tramo que comprende desde la glorieta de las Tres Culturas hasta la glorieta Amadora ya que los que plantaron en la zona ya reformada no tienen una estructura suficiente para resguardar del sol a los peatones y, además, sus sombras se proyectan sobre el carril bici.

A todo esto hay que sumar otra circunstancia: uno de ellos estaba catalogado como "árbol singular" por sus especiales características. Así aparece en la publicación Árboles singulares de la Ciudad de Córdoba (Con indicación de los ejemplares presentes en la provincia), publicada por Ángel Lora González en el año 2014.

El ejemplar en concreto era una morera papelera (Broussonetia papyrifera) que se ubicaba a la altura del número 38 de carretera de Trassierra, junto al semáforo, muy peculiar por las formas abultadas o lobanillos que tenía su tronco.

Restos del tronco de la morera talada en carretera de Trassierra. Restos del tronco de la morera talada en carretera de Trassierra.

Restos del tronco de la morera talada en carretera de Trassierra. / Miguel Ángel Salas

En este sentido, la guía de Ángel Lora González destaca que, "aunque las formas retorcidas y abultadas de los troncos son frecuentes en los individuos de morera papelera, este ejemplar masculino enclavado en un acerado muy estrecho presenta una morfología ciertamente más extraordinaria de lo habitual en Córdoba". De hecho, esta morera no pasaba desapercibida para los viandantes y vecinos por su especial aspecto.

El autor de la publicación aseguraba que su estado era "muy malo" principalmente por las malas podas que se le han hecho. Por una parte, ocupaba un "espacio imposible para un desarrollo normal de su copa, lo que ha significado que sobre la planta se hayan llevado a cabo labores culturales que han generado muchos daños mecánicos que, en parte, son responsables de su morfología actual, que incluye una fuerte rotura que afectó a más de un tercio de la copa que, por este motivo, presenta una más que evidente asimetría que conlleva un fuerte desequilibrio estructural".

El autor de la guía señalaba que esta morera tenía "2,35 metros de perímetro normal, que en este caso resulta completamente anormal", y alcanzaba los 10,50 metros de altura.

Respecto a su ubicación, manifestaba que el espacio en el que estaba era "el principal problema" para su supervivencia ya que se localizaba en mitad de un acerado estrecho en el que había poco espacio para que transitaran los peatones con normalidad. Además, Lora González ya advertía de que "este acerado se corresponde con un estrechamiento de la calzada de la calle, lo que significa que cualquier actuación para el ensanche de la avenida acabará con él". Y así ha ocurrido.

El pasado miércoles 11 de enero acabó la historia de esta peculiar morera, cuando los operarios que trabajan en el ensanchamiento de la carretera de Trassierra trabajaron durante toda la mañana para talarla debido a su gran estructura para luego sacar las raíces con ayuda de maquinaria.

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