Salud Mental

Cómo afrontar las metas del nuevo año

  • Los objetivos más comunes cada año son dejar de fumar o beber y comenzar a hacer ejercicio y dieta para perder peso

  • La ansiedad se convierte en la enfermedad del siglo XXI

Los cordobeses caminan las calles de la ciudad.

Los cordobeses caminan las calles de la ciudad. / El Día

Año nuevo, metas nuevas. El mes de diciembre siempre es la oportunidad perfecta para mirar y recordar todo lo que pasó en los 365 días que quedan atrás cada 1 de enero. A principios de cada año se repasan las cosas buenas y no tan buenas que han ocurrido y a partir de ahí se fijan los objetivos de cara a un nuevo comienzo. Sin embargo, pensar en metas reales y alcanzables suele ser complicado, sobre todo en esta época de inmediatez y globalización.

La actitud es fundamental para estas fechas, asegura el jefe de servicio de Psicología Clínica del Hospital Quirónsalud Córdoba, Francisco Manuel Lara. “El principio de un año marca un antes y un después y nos ponemos objetivos desde la ilusión, desde la parte más emocional y no racional”, afirma el psicólogo. “Esto nos hace cometer errores, quizás buscamos metas muy ambiciosas y no pensamos en variables como la perseverancia y la paciencia”, continúa Lara.

El especialista enumera los objetivos más comunes, que suelen ser el dejar de fumar, beber menos, perder peso y comenzar a realizar alguna actividad física o deporte aeróbico. Esto último, dice, “suele ser difícil de cumplir” pues, según explica, pasa primero por adquirir el hábito, que a su vez está condicionado por el tiempo libre y la realidad física de cada paciente.

La inmediatez de estos tiempos y el hecho de querer lograr las cosas lo antes posible “hace mucho daño” y trae como consecuencia la frustración, que a su vez lleva a sentimientos depresivos cuando se marcan metas que se quedan en el camino. Es por esto que el psicólogo recomienda crear un “plan de acción realista”, con pequeños objetivos que se puedan cumplir a corto plazo y ayuden a la realización de metas más ambiciosas a medio y largo plazo.

Este plan al que hace referencia el jefe de Psicología Clínica del Quirónsalud, pasa también por una revisión periódica de los objetivos y el refuerzo positivo de lo que se ha logrado. “Debo felicitarme por lo que he conseguido, desde pequeños el plan educativo es así, el que se esfuerza tiene una recompensa y la emoción que genera eso es la motivación”, expresa Lara. Sin embargo, enfatiza en revisar los aspectos que no están saliendo como se esperaba para actuar a tiempo, y tener una referencia a la cual acudir en esos días en los que la frustración vence. El psicólogo recomienda llevar siempre por escrito las metas trazadas, los logros alcanzados y lo que queda por hacer.

Lara asegura que los altibajos son normales durante el proceso y los plazos intermedios para llegar a la meta son incluso más importantes, pero los tiempos actuales parecen obligar a la gente a ir de prisa. “La ansiedad es la sintomatología del siglo XXI, el estrés diario nos lleva a ponernos en alarma constante ante las agresiones externas. Nos hemos acostumbrado a un nivel de exigencia muy alto y no nos damos cuenta de que los pequeños pasos ya son un logro, el tema de creer que todo es necesario ya genera frustración y causa un malestar que puede terminar en algo peor”.

Para 2017 y según los datos de la Organización Mundial de la Salud, más de 300 millones de personas en el mundo sufrieron depresión y más de 260 millones vivieron con ansiedad, “un trastorno que es la principal causa de discapacidad en el mundo”, según la OMS.

En las consultas que atiende Lara, la ansiedad es una sintomatología de las más frecuentes en la actualidad, “anteriormente quizás estaba menos diagnosticada, hablamos de muchos años atrás, cuando probablemente se confundía con otras patologías y no se le daba la relevancia que merecía”, asegura. “Hoy en día hay mayor conocimiento sobre cómo puede afectar físicamente a una persona”.

El psicólogo insiste en que la ansiedad es como el dolor físico, que aparece como alarma cuando algo no va bien con el cuerpo, pero en este caso en la parte emocional. La rapidez del día a día es, sin duda, la causa principal de estrés crónico y ansiedad, comenta Lara, sin embargo enfatiza en que “las redes sociales no ayudan porque el querer mantener una imagen social que no siempre es la que está en nuestra posibilidades, nos hace caer en un círculo vicioso de sobre esfuerzo”.

Cada 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, una oportunidad para concienciar y movilizar a la población acerca de cuestiones relativas a la salud psíquica. En el 2019 la jornada se centró en la prevención del suicidio. Aún así, uno de los objetivos más importantes, según Lara, continúa siendo el acabar con el tabú acerca de la búsqueda de ayuda profesional. “Es cierto que todavía no se ha normalizado la asistencia al psicólogo cuando algo no va bien, pero veo muy positivo que personas referentes, artistas o famosos puedan llamar la atención sobre este tema”, concluye.

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