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El escritor Antonio Gala, fallecido este domingo 28 de mayo en Córdoba, ha dejado para la posteridad cientos de frases y reflexiones sobre el amor, la muerte, el poder y, en general, de la vida. Siempre impregnados de ingenio y brillantez, estos son algunos de los epitafios que el admirado escritor deja para la posteridad.

"No me entristece el hecho de terminar, lo veo tan natural como una puesta de sol".

"Los amados siempre me han puesto muy nervioso, yo he sido amado, es verdad, pero no en la pareja, he tenido muy mala suerte".

"Todo lo que una mujer quiere de verdad, un perro, un hombre, Dios, cualquier cosa, lo quiere como a un hijo"

"Casi en todas las vidas hay un amor imposible, o debe haberlo".

"Al poder le ocurre como al nogal, no deja crecer nada bajo su sombra".

"Siempre pienso que es el año último, pero se van prolongando los años y yo ya estoy harto, verdaderamente (...) Yo no le temo ni al dolor ni a la muerte".

"Hay que beberse la vida a grandes sorbos, pero cuando tienes en el vaso un culillo hay que espaciar los sorbos, alegrarlos, aprovecharlos, saborearlos...".

"El libro es una pértiga que permite dar saltos inimaginables en el espacio y en el tiempo; el testigo de la más hermosa carrera de relevos; un infalible e íntimo amigo silencioso".

"La dictadura se presenta acorazada porque ha de vencer. La democracia se presenta desnuda porque ha de convencer".

"Todos fuimos alguna vez mejores, o más felices y más dignos. No obstante, toda música cesa. Hasta en nuestro recuerdo toda música cesa".

"Nada hay más sencillo que poseer un cuerpo, y nada tan complicado como poseer un alma: un alma que ni siquiera se niega a ser poseída".

"Yo siempre he estado enamorado. Me parece que no se puede dejar de estarlo. De una cosa o de otra, de una persona o de otra, de una idea o de otra. Pero el amor, de verdad, es lo que mueve el mundo".

"Esta sociedad nos da facilidades para hacer el amor, pero no para enamorarnos".

"El cuerpo es quizá lo mejor que tenemos, porque la inteligencia nos falla con frecuencia, igual que el deseo y la memoria. Pero el cuerpo, cuando está vivo y es abril..., es hermoso y es lo más nuestro".

"Hay recuerdos que estaban olvidados y que saltan con cierto ímpetu, como un perrillo al que no has acariciado desde hace tiempo. Necesita que lo tengas en cuenta y te reprochas no haberte acordado de eso, sobre todo si es un recuerdo doloroso".
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