Tres de cada diez médicos sufren problemas de estrés por sobrecarga de trabajo

El trabajo constante con personas enfermas empeora la salud de los propios médicos y tres de cada diez facultativos sufren el denominado síndrome de burn-out. Es decir, están quemados. Este síndrome tiene tres grados -alto, medio y bajo- y, según un estudio elaborado por el Colegio de Médicos, los profesionales cordobeses están en el intervalo más alto.

Esta dolencia genera estrés crónico producto de la sobrecarga de trabajo y, en la mayoría de los casos, afecta a los médicos de familia, según apuntó ayer uno de los facultativos del Programa Integral de Apoyo al Médico Enfermo (Paime), Bartolomé de la Fuente, durante la presentación de la memoria anual del año pasado de este proyecto promovido por la Fundación Colegio de Médicos. Los intensivistas y los psiquiatras también padecen con frecuencia este síndrome, favorecido por la "sobrecarga de trabajo", matizó.

El plan atendió durante el pasado ejercicio a 88 pacientes, de los que el 73% presentó trastornos mentales y el 13% adicciones o dependencia de tóxicos, mientras que otro 13% sufrió patología dual. El programa atiende al mismo número de mujeres que de hombres, mientras que la edad de incidencia mayoritaria surge entre los facultativos de entre 41 a 50 años. La memoria anual también desvela que 54 médicos acudieron al programa por iniciativa propia, mientras que 15 lo hicieron por sugerencia de sus compañeros de profesión.

El Paime presta un servicio integral ambulatorio. Las primeras visitas se realizan en la consulta o, incluso, en el domicilio del paciente siempre que sea necesario. Además, contempla revisiones periódicas, psicoterapias individuales y controles. Si con todo ello, el enfermo no mejora, se deriva a la unidad de internamiento de Barcelona. Hasta la fecha, sólo tres médicos han tenido que desplazarse a la ciudad condal para seguir un tratamiento.

A pesar de que el Paime surgió hace cinco años, aún hay médicos que desconocen la existencia de este programa. Por ello, su responsable, María de Guía Castro, incidió en el factor de la prevención y asistencial del mismo. Castro recordó que el objetivo del plan es "atender a los profesionales de la sanidad con problemas mentales y poder asegurar a los ciudadanos una asistencia de máxima seguridad".