Lui: de sastrería a referente en primeras marcas de moda en Córdoba

Comercios con historia

La experiencia en el corte de Luis Muñoz tras su paso por Barcelona fue el origen de un negocio que llegó a tener 18 tiendas por la ciudad y que ahora regentan sus hijos

Trofeos Deportes Milla: Una apuesta por la celebración y el homenaje desde los 80

Lui, todo un referente de primeras marcas de moda en Córdoba / R. A.

A Luis Muñoz Cubero todo el mundo le decía Lui, con esa S perdida tan característica del acento cordobés. De ahí surgió el nombre de este comercio, heredero de una sastrería a la que dio forma tras un tiempo trabajando en Barcelona, desde donde regresó con notable dominio en corte y confección. Quien así lo cuenta es su hijo Javier, que junto a su hermano José Luis se encargan del establecimiento situado en la calle Cruz Conde de Córdoba, donde también regentan otro: Rafael Campos.

En un piso de esta misma céntrica vía de la capital arrancó la firma su padre a su vuelta de la Ciudad Condal. Allí empezó a dar vida a su taller y, gracias a una gran acogida, empezó a evolucionar y "se hizo muy famoso", adaptando el comercio poco a poco a los cambios que demandaba de su clientela. "Él se da cuenta de que comienza a llevarse la confección hecha, que se va perdiendo la sastrería, y entonces se lanza y monta un pequeña tienda en la calle Morería", cuenta Javier. Fue ahí cuando el negocio pasó ya a denominarse Lui a secas.

Este segundo comercio fue constituido sobre los 60, de nuevo con una notable aceptación por parte de los cordobeses. Tan bien iba que llegó un momento en el que cambió de ubicación, pasando a abrir una nueva sede en la misma calle Cruz Conde en la que ahora está, dejando la tienda de la calle Morería para moda femenina. Ya por entonces la sastrería había quedado en un segundo plano, al no tener un taller "que fuera al ritmo de la venta" que requerían las tiendas.

José Luis Muñoz, uno de los gerentes actuales de Lui.
José Luis Muñoz, uno de los gerentes actuales de Lui. / Juan Ayala

Fue a partir de este momento cuando entraron en el negocio sus hijos, dando paso a la expansión de la firma por la ciudad. "Hasta 18 tiendas hemos tenido en la ciudad, en todos los barrios: Jesús Rescatado, Zoco, avenida Libia, Gondomar, y luego poco a poco los hijos nos hemos ido haciendo mayores, no hay nadie que quiera seguir en el negocio y poco a poco hemos ido quitando sedes", resume Javier Muñoz.

El gerente de Lui admite que desde aquellos años ha cambiado muchísimo "la forma de vender". "Hubo una época que bajó la venta del sport y nos empezamos a especializar en sastrería, que ha sido nuestro fuerte siempre, con mucha ceremonia, mucho traje de novio y de comunión...", insiste Javier, que recuerda que "seguimos haciendo ropa a medida, pero industrial. Tomamos medidas y se manda a una fábrica". "Hasta ahora seguimos tres hermanos en el negocio, tenemos la tienda del Zoco, la de Rafael Campos que es una firma nuestra desde hace 20 años y esta también en Cruz Conde", sintetiza.

Respecto a la clientela, a Lui siguen llegando esos compradores de siempre, que acompañan a la familia desde que aquella primitiva sastrería de Luis llegó a la ciudad, clientes que han pasado por el altar con ellos y, por suerte, también han participado en los eventos de sus nietos, es decir, han vestido a toda la familia. "Tenemos una clientela muy buena de la provincia, hemos vestido a clientes en las bodas de oro que también nos eligieron para las primeras nupcias, y también tenemos clientes de fuera. En la moda masculina, cuando el cliente se encuentra a gusto en un sitio, se adapta bien y sigue volviendo", señala.

Como añade Javier Muñoz, existen clientes que les echan el teléfono y ya saben perfectamente lo que tienen que enviarle. "Tenemos de todas las edades, aunque suelen ser de una media-alta, aunque tenemos a muchos chicos a los que sus padres les regalan el primer traje. También tenemos muchas marcas; quien quiera una marca, la tenemos nosotros. Hemos estado muy especializados en marcas de sastrería también, porque no todo el mundo vende marca, ya que hay que hacer una inversión económica fuerte a la hora de comprar", explica.

La venta por internet nunca ha sido un punto fuerte de Lui, ya que la sastrería es un producto hecho para sentir y ver en vivo, y además muy poca gente "compra un traje por internet". "A nuestro cliente le gusta la ropa bien hecha y que le atiendas bien, llevarse un producto de calidad. La ropa buena, si la cuidas, te dura siempre", subraya el actual gerente del negocio.

Muñoz coloca unas chaquetas.
Muñoz coloca unas chaquetas. / Juan Ayala

Además de las marcas y del mundo de la sastrería, el universo de Lui va mucho más allá, con un punto distintivo: "Fabricamos producto propio". "Tenemos un grupo formado con treinta y tantos comercios a nivel nacional que nos reunimos dos veces al año, y nosotros hacemos nuestro producto, intentando que sea un producto muy bueno, de calidad", apunta Javier.

"Antes, los fines de semana eran muy buenos, ahora son muy tranquilos porque los clientes prefieren diversión. Lo mismo tenemos un lunes muy bueno que un martes muy malo. Mayo, por ejemplo, es un mes muy bueno. A partir de marzo o abril, la campaña evoluciona, si bien ahora las bodas también se han alargado mucho y diciembre y enero son buenos", declara Muñoz, que hace mención a que "cuando vendemos los comerciantes de aquí, solemos vender todos; cuando el día está bueno, todas las tiendas venden, y pasa en todos lados".

También hay que detallar el cambio que ha sufrido el pequeño comercio en todos estos años, algo que el responsable de Lui explica a la perfección: "Está sufriendo mucho, se vende muchísimo menos de lo que se vendía, el producto está mucho más caro y los costes del negocio han subido una barbaridad. Lo peor son los costes, los gastos, porque abrir la tienda todos los días vale mucho".

Respecto a la venta online, Javier Muñoz se pone serio: "Una página web que venda mucho, tiene muchísimo trabajo, y el pequeño comercio que vende internet tiene que hacer fotos, devoluciones...", sintetiza. Aunque ve la luz en diferentes hechos que ocurren fuera: "El otro día hablé con un cliente americano que decía que allí se estaba volviendo ir a las tiendas porque en la familia se había perdido ese concepto familiar y se está poniendo de moda ir todos a comprar".

stats