La ciudad y los días
Carlos Colón
Por el bendito nombre que nos reúne
Córdoba vivió ayer uno de los días más lluviosos de su historia. Aunque al final de la tarde acabó saliendo tímidamente el sol, durante toda la jornada -especialmente por la madrugada y la mañana- el agua no paró de caer en la capital. 72 litros en 24 horas, lo que provocó que el Servicio de Extinción y de Incendios y Salvamento (SEIS) tuviera que intervenir en más de 50 ocasiones. El Pocito se volvió a inundar a pesar de que ya cuenta con el ansiado colector que, supuestamente, iba a poner fin a las inundaciones que sufre esta zona de la capital cada vez que caen cuatro gotas más de la cuenta. Sin embargo la lluvia de ayer fue muy intensa y, además de El Pocito, se anegaron viviendas, sótanos y cocheras en El Higuerón, Villarrubia o Miralbaida.
La barriada periférica de El Higuerón fue una de las más afectadas por las precipitaciones, pues se anegaron varias urbanizaciones. Rafael Herrerías es uno de los vecinos de la zona que a última hora de la tarde de ayer todavía continuaba achicando agua en su vivienda. La inundación provocó que su familia se quedara en su casa sin poder salir a la calle. "Yo me libré porque soy panadero y me fui a las 05:00, pero mis hijos y mi mujer no han podido salir", apuntó Herrerías. El Higuerón no es una zona que se suela anegar demasiado, pero "hace cuatro años pasó lo mismo", reconoció este vecino quien apuntó a la falta de limpieza de parte de la barriada como la posible causa. "Yo construí un reguero grande para canalizar el agua, pero tanta agua ha desbordado la carretera y ha inundado algunos chalés", lamentó.
El día en Córdoba fue demasiado largo, sobre todo porque fue le más lluvioso de diciembre de cuántos se recuerdan. Desde las 19:00 del lunes hasta las 19:00 de ayer cayeron 72 litros sobre la capital, según los datos del Observatorio Meteorológico del Aeropuerto. El precedente más cercano se remonta al 13 de diciembre de 1948, cuando cayeron 70 litros. Esto quiere decir que hay que retroceder 60 años para encontrar un registro parecido. No obstante, el récord de acumulación de lluvia en un sólo día (independientemente del mes) se sitúa en 154 litros que cayeron en la capital en noviembre de 1997. El temporal que azota la península ha dejado atrás el frío siberiano que la semana pasada dejó los termómetros en los cuatro grados bajo cero para dar paso a la lluvia, que ha caído de forma ininterrumpida durante los dos últimos días.
Tanta agua también provocó inundaciones en otra barriada periférica, Villarrubia, y en Miralbaida, donde las casas y cocheras se anegaron rápidamente por la mañana. Los bajos de la calle la Seguirilla se inundaron, según los vecinos por el corte del arroyo Turruñuelos como consecuencia de las obras de la barriada. Los residentes lamentaron que el arroyo aún no esté canalizado y "siempre ocurra lo mismo" cuando llueve. Otras viviendas de la calle Antonio Chacón o José María Aguilar también se vieron afectadas y los residentes tuvieron que achicar agua junto con los bomberos para volver a sus casas.
Una de las partes más tristes de este temporal fue la pérdida de gran parte de los productos que Cáritas almacenaba en un local cerca de la iglesia de Miralbaida para ayudar a las personas necesitadas. Sobre todo en iglesia de Miralbaida con la ayuda de Cáritas para las persona necesitadas más necesitadas. Otras cocheras y sótanos también se vieron afectados y los vecinos tuvieron un día también intenso para recuperar la normalidad tras la intensa lluvia caída en las últimas horas.
El SEIS concentró gran parte de su actividad durante la mañana, y tuvieron que intervenir también a causa de desprendimientos de cornisas y carteles en varios puntos de la ciudad como la Plaza de la Magdalena, la Cuesta de San Cayetano y el barrio de Figueroa. Junto a ello, los bomberos atendieron llamadas que alertaban de la caída de ramas y árboles a causa del viento que ha soplado con fuerza a lo largo de la mañana en la ciudad. Sin embargo, desde el parque de Extinción de Incendios aseguraron que no ayer no hizo un viento mayor que el de otras jornadas, pero la combinación con la lluvia sí que lo hizo más peligroso. Ante la cantidad de llamadas que llegaron a la centralita, los equipos tuvieron que hacer una selección para valorar las más importantes y urgentes y actuar de inmediato. El concejal de Seguridad, Movilidad y Tráfico, José Joaquín Cuadra, destacó que en ninguna intervención se tuvieron que lamentar daños personales. No obstante, los miembros del SEIS de Córdoba siguen en alerta ante cualquier emergencia que pueda requerir su intervención.
Las carreteras también se han visto afectadas, como es el caso de la N-IV a la altura de Alcolea, donde la acumulación de agua provocó una circulación lenta e incluso el corte momentáneo de algunos tramos. La misma situación se vivió en varios puntos de la provincia, sobre todo en la Subbética y en la zona del Alto Guadalquivir.
La Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda en estas circunstancias extremar las precauciones al volante ya que el estado del asfalto no es el más adecuado.
Así, hay que moderar la velocidad, aumentar la distancia de seguridad y estar especialmente atentos y evitar distracciones durante la conducción.
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