La lengua de signos en la educación: "Hay mucha demanda entre el alumnado, que muestra un gran compromiso"
Educación
Los estudiantes de Secundaria del instituto Averroes califican esta materia como "útil para el futuro y divertida gracias al trabajo de las profesoras"
La lengua de signos se imparte como optativa en la etapa de Secundaria en el Instituto Averroes, en imágenes
El instituto Averroes cuenta en su oferta educativa con una materia tan inusual como necesaria. Y es que este centro del Distrito Sur fue pionero al incorporar la lengua de signos en Córdoba. La asignatura ocupa un lugar optativo entre el currículum del primer y segundo curso de la Educación Secundaria Obligatoria; además, también está presente en el Grado Superior de Mediación Comunicativa, que se imparte en el mismo centro.
El proyecto enfocado a la etapa Secundaria nació por la necesidad de mantener entretenidos a los alumnos durante las guardias que tanto Rosario Morales como Balbina Armenta, ambas procedentes del grado de Formación Profesional, debían de cubrir en estas clases. Ese entretenimiento puntual logró que la materia tomara cuerpo y se consolidara como una optativa en esta etapa.
"La idea surge fundamentalmente porque en un momento dado, en las guardias, donde debemos cubrir a otros compañeros que se ausentan, nos dábamos cuenta de que a los niños les llamaba mucho la atención el tema de la lengua de signos. Entonces, a mi compañera y a mí se nos ocurrió presentar un proyecto para que pudieran tener una optativa de Lengua de Signos Española", explica Balbina Armenta Fernández, quienb lleva ejerciendo como docente en el instituto 23 años.
Esta materia ya estaba presente previamente en el Instituto Averroes en el Grado Superior de Mediación Comunicativa, "desde donde saltó a la educación obligatoria como optativa hace unos seis años". "Nosotras somos profesoras del grado de FP y la materia surge en la programación de este ciclo. Y dimos el salto porque los chavales de 12, 13, 14 años nos pedían en las guardias que le enseñáramos lengua de signos y ahí empezó todo, porque tenían mucha curiosidad", detalla la profesora del grado superior mencionado, Rosario Morales, quien imparte en este curso la optativa en Secundaria.
"El objetivo es sensibilizar a los niños en relación a la diversidad e incentivar el conocimiento y difusión de la Lengua de Signos"
"El objetivo es básicamente sensibilizar a los niños en relación a la diversidad e incentivar el conocimiento y difusión de la Lengua de Signos Española. Además de hacer que el colectivo sordo y sordociego signante sea más visible también a nivel social y más reconocido, porque normalmente la lengua de signos parece que está muy reconocida, pero se limita a pequeños espacios en la tele y poco más. Pensando en este colectivo también ofrecemos en la asignatura un poco de braille y legua de signos apoyada, que es un sistema de comunicación táctil que adapta la lengua de signos para personas sordociegas", detalla Balbina Armenta.
El Instituto Averroes es el único centro en Córdoba que ofrece esta enseñanza bilingüe a estos niveles. "Somos los únicos en Córdoba que ofertamos Lengua de Signos Española nivel uno y dos en estos escalones educativos. Aunque es cierto que el colegio de Colón también oferta esta asignatura, que empezó un año después de iniciar nosotros el proyecto", expresa la docente.
En cuanto a la demanda surgida en el alumnado, ambas profesoras coinciden en destacar que "fue sorprendente, pues desde el primer año siempre ha habido mucha demanda. Los chicos han tenido muy buena aceptación y muestran un gran compromiso e interés". En Primero hay 22 alumnos y en Segundo el grupo es de 41, por lo que han tenido que formar dos clases.
Una materia práctica y útil a futuro
"Es fácil, pero hay que cogerle el truco, a los que la cursaron antes les cuesta menos. Además, es divertido y te puede servir para el día de mañana, también hemos aprendido Braille y lengua de signos apoyada", destaca el grupo de Primero de Educación Secundario Obligatoria que cursa la materia optativa. Y manifiestan que "esta clase es más entretenida que las demás materias, porque es muy práctica". "Es una clase que esperas con ganas a que llegue, porque Balbina nos la hace muy divertida y también descansamos de tanta teoría", destacan.
Además, los alumnos en estas clases, que reciben durante dos horas a la semana, se familiarizan con toda la terminología que rodea a estos colectivos, como pueden ser los implantes cocleares y el funcionamiento de estos dispositivos electrónicos implantados quirúrgicamente para personas con sordera profunda que no mejoran con audífonos.
Por su parte, la clase de Segundo destaca los proyectos que realizan con la lengua de signos como epicentro. "Lo mejor son las canciones que traducimos e incluso llegamos a practicar el año pasado un musical en lengua de signos", detallan los alumnos. Con ellos, Rosario ya plantea nuevos trabajos para navidad o Halloween: "¿Qué os parece un villancico o un concurso de canciones?", les cuestiona la docente, a lo que responden con ganas entre risas.
Programación de la asignatura
"La asignatura se divide en dos fases basadas en el conocimiento y profundización en la lengua de signos. El primer año se pretende alcanzar un nivel mínimo de comunicación, que puede ser equivalente a un A2 o un B1. Y en el segundo año, nuestra idea es que el alumnado pueda alcanzar lo que sería un B2. Esa es la idea, pero luego hay que atender a la heterogeneidad del grupo", aclara la docente.
"La materia básicamente se distribuye en el conocimiento, desarrollo y aprendizaje de la lengua de signos a nivel gramatical y por campos semánticos, es decir, saludos, presentaciones, rutinas, como cualquier otro idioma. Se plantean cuatro destrezas: la gramática, el signo, el listening, que sería entender a una persona sorda, y un poco damos nociones culturales de la comunidad sorda", puntualiza Armenta, quien también afirma que "en los dos años los alumnos pueden salir con una media general que se podría asemejar a un B1. Aunque nos encontramos con, sobre todo chicas que sí son capaces después de presentarse a las pruebas para la homologación de nivel y llegan al B2".
Proyectos más allá del aula
Desde el departamento al que pertenece esta asignatura se ha establecido contacto directo con la ONCE, con el objetivo de realizar colaboraciones con la asociación. Mediante este acuerdo los alumnos pueden reciben formación complementaria de manos de esta organización, además de participar en otro tipo de actividades como concursos. "También llevamos a cabo proyectos colaborativos con otras asociaciones de manera más puntual, como sucede con Autismo Córdoba, por ejemplo. Nuestra previsión es seguir con la optativa mientras siga habiendo esta gran demanda", asegura la profesora.
Todo el instituto está adaptado a la lengua de signos, hay códigos QR repartidos por las instalaciones que redirigen a un vídeo en el que un alumno nombra el elemento, aula o espacio en lengua de signos por si pudiera ser útil a algún compañero sordo en un futuro. Las instalaciones también cuentan con adaptación al braille, por medio de pictogramas. Por su parte, en el grado de Formación Profesional han realizado la adaptación de varios lugares públicos como de una caseta de la feria.
Apoyo total del centro
"El mayor problema que tenemos es la limitación de horas para esta asignatura en la Formación Profesional. En el Grado Superior de Mediación Comunicativa, que es donde ha surgido todo, hemos pasado en los últimos años de ser tres especialistas en lenguaje de signos a quedar solo una. Parece una contradicción, pero es así, en un ciclo en el que hay 26 alumnos en primero y 21 en segundo en nuestra asignatura. Con la optativa remontamos un poco la actividad, pero la falta de personal está ahí. Además, siempre intentamos sacar proyectos adelante para dar vida a nuestra materia, tal y como sucedió hace años con la propuesta de optativa", asume Armenta.
Pero frente a las dificultades, el profesorado de esta asignatura destaca "el apoyo recibido por parte del equipo directivo del centro a la hora de aceptar y difundir esta optativa que creamos y que es fundamental." "Además, la ayuda que hemos recibido de las compañeras de departamento ha sido fundamental, en este centro se nos ha apoyado desde el principio, desde la directora, al vicedirector pasando por secretaría", agradece.
Gracias a esta optativa, el Instituto Averroes tiene reservado un lugar para la protección de la diversidad y la inclusión del colectivo de personas sordas y con sordoceguera. Los alumnos de este centro tienen la oportunidad de adquirir una competencia tan importante como el lenguaje de signos, todo un ejemplo de inclusión y la sensibilización.
Temas relacionados
No hay comentarios