Javier Barbero: "Todo el mundo quiere un premio, pero se aprende más del fracaso que del éxito"

Entrevista al director de cine

El cineasta cordobés tiene una candidatura a los Premios Carmen y está nominado en los Asecan por el cortometraje 'Hermanas', codirigido con Setefilla González

Juan Antonio Galiot (músico callejero): "Siempre he querido vivir para mi vocación, aunque tienes que pensar en la hipoteca"

Javier Barbero en un proyecto

Aunque haya acumulado premios y nominaciones por sus trabajos, el cineasta cordobés Javier Barbero sigue siendo el mismo niño que acudía a ese cine de Pozoblanco donde sembró y cultivó junto a su familia el amor por el séptimo arte. Recientemente, se ha conocido la candidatura a los Premios Carmen de su cortometraje Hermanas, que codirige con Setefilla González, una cinta por la que también está nominado a los Premios Asecan.

Pregunta.¿Qué recuerda de sus inicios en el mundo del cine?

Respuesta.Empecé en Granada. Montamos una productora para poder financiar nuestros proyectos y hacer cortometrajes como nos gustaban. Sin embargo, del cine tengo recuerdos desde que vivía en Pozoblanco, que había un cine muy pequeñito al que iba con mis padres. Siempre he estado muy vinculado, aunque nunca pensé que me iba a dedicar a esto, hasta que empecé a estudiar en Sevilla. Hice Publicidad y empecé a tomar conciencia de lo que era el mundo del cine. Comencé a sentir que tenía una pulsión muy natural y, por eso, me dediqué profesionalmente.

P.¿Cómo influye su experiencia personal a la hora de dirigir esos cortos?

R.Al final, siempre abordo el cine desde una perspectiva familiar, como algo bastante natural. No soy capaz, para bien o para mal, de hablar de otro punto de vista, lo que escribo está muy trillado de cosas personales. Creo que eso se siente. Es un proceso de desnudez un poco inconsciente, al menos en el proceso creativo. Es verdad que cuando lo estoy pensando me da pudor en ciertos temas, pero luego lo venzo cuando se lo presento a mi familia y demás. No hago nada sin consultarlo antes. En contraposición, me cuesta mucho hacer cosas que no salgan de mis experiencias personales.

Siempre abordo el cine desde una perspectiva familiar, como algo bastante natural"

P.¿Qué busca provocar en el espectador con este tipo de proyectos?

R.Me ha interesado mucho acercar el cine a gente como con la que me he criado. Es decir, gente que no tenga que ser intelectual ni entender qué es un plano corto para sentir. Tengo una frase que es una máxima mía que dice: no hacen falta personajes extraordinarios para hacer historias extraordinarias. Siempre me gusta intentar retratar lo que es el día a día, la cotidianidad, y los complejos problemas a los que nos enfrentamos en esta vida que cada uno vive a su manera.

P.Ha conseguido diferentes premios y nominaciones. ¿Qué impacto tienen este tipo de reconocimientos tanto para crear como para permanecer en la industria?

R.A nivel anecdótico, son lo que más me ha servido para que mi familia entienda a lo que me dedico. Me han apoyado siempre, pero sin saber muy bien lo que era. El tema de los premios validaba el trabajo que estaba haciendo. Me ha servido también para abrir puertas, ya sea para productoras o distribuidoras a las que, si no los hubiera tenido, quizás hubiera sido más complejo llegar. Siempre he sido muy crítico con el tema de los premios porque muchas veces depende mucho del momento social en el que se viva o de la moda cinematográfica que esté en tendencia, pero siempre deja fuera, a los márgenes, a otras películas que son igual de interesantes que las que ganan, pero no tienen el mismo reconocimiento. Hay que tener cuidado, son necesarios, pero no deben ser lo que guie un proyecto.

Los premios son necesarios, pero no deben ser lo que guie un proyecto"

P.¿Transforman la carrera de director o le recuerdan que debe poner los pies en la tierra?

R.Cuando hablo de esto con otros compañeros, siempre comentamos que se aprende más del fracaso que del éxito. No vamos a tener falsa humildad, todo el mundo quiere un premio, pero creo que se aprende más cuando no se gana o cuando se hace un proyecto que quizás no llega tanto como esperabas y piensas “¿qué habrá pasado por el camino?”. Ahí es cuando te apuntas las cosas, y al siguiente lo mejoras.

P.¿Qué tipo de dificultades encuentra actualmente a la hora de crear, producir, financiar…?

R.Una pregunta grande esa. Ahora mismo estamos con mi primera película y el principal problema que debemos comentar es que se produce desde España, concretamente desde Andalucía. Es una cosa de una supervivencia titánica; tienes que querer mucho hacerla y trabajar mucho la paciencia. Hay comunidades autónomas que tienen ayudas al desarrollo, en cambio en Andalucía estamos a años luz. Hay una tendencia a la mejora, pero yo diría que lo más complejo es tener paciencia. Si quieres hacer tu película tal y como quieres, los tiempos en los que te mueves no son los mismos que si estuvieras en una gran ciudad o en otro país.

Hay comunidades autónomas que tienen buenas ayudas al cine, pero en Andalucía estamos a años luz"

P.¿Siente que el público le da la oportunidad a otro tipo de creaciones audiovisuales?

R.Sí, el público, y más ahora en estos tiempos donde hay tanto contenido audiovisual, es listísimo. Muchas veces pecamos en pensar si no lo va a entender la persona o si es demasiado experimental. Ahora, con el corto Hermanas me pasa una cosa muy curiosa: hay gente que le encanta y otra que no conecta. Es una cosa muy personal, pero el público está preparadísimo para cualquier tipo de historia. Al final son ellos los que tienen que decidir.

P.A dos semanas de acabar 2025, ¿qué diferencia existe entre el Javier de hoy y el que empezó hace años?

R.Ese Javier sigue estando, yo siempre digo que soy el niño que estaba escribiendo una novela con 12 o 13 años. Mi madre me la tiró a la papelera y siempre estoy intentando recuperar esa historia que perdí, que no pude terminar de escribir. Ahora veo mis trabajos de hace unos cinco años y hay cosas que se mantienen en el tiempo y otras no. Ahora estoy con un documental y con mi ópera prima, una película que se va a rodar en la provincia de Córdoba y habla sobre la tercera edad y el proceso de aceptación cuando muere la pareja y tiene que encontrarse con esa nueva realidad.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último