Javi Frutos, ganador de un Goya: "Habrá que aprovechar el momento, pero seguiré eligiendo proyectos que me estimulen"
Entrevista
El cordobés lleva un año de éxitos tras ganar la Biznaga en el Festival de Málaga, un Premio Carmen y el 'cabezón'
El cordobés Javi Frutos gana el Goya al Mejor Montaje por 'Segundo Premio'

Córdoba/Javi Frutos (Córdoba, 1981) ha culminado con un Goya a Mejor Montaje el recorrido que ha hecho con la película Segundo Premio, rodada en Granada y que rinde homenaje a Los Planetas. Con este filme dirigido por Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez ya logró el pasado año la Biznaga de Plata del Festival de Málaga y hace tan solo una semana un Premio Carmen en una gala celebrada en el Gran Teatro.
Pregunta.¿Qué tal la resaca de los Goya?
Respuesta.Pues es una resaca de las que no conocía porque ha sido mi primera nominación y mi primer premio, y la verdad que la sensación es que cuatro horas de abrazos, besos y felicitaciones se te pasan volando. O sea que, muy bonita, pero son de esas resacas que no duelen. Creo que cuando vuelva a casa y me ponga a pensar y a leer todos los miles de mensajes que tengo seré más consciente de lo que hemos conseguido. Estoy muy feliz.
P.¿Cómo se siente uno después de ganar su primer cabezón?
R.Sobre todo, muy orgulloso, no por mí, sino por la felicidad que mis amigos, que vinieron como 80 amigos entre Córdoba, Madrid, etc., vivieron gracias al premio. Esto, aunque sea un premio individual, a veces también es un premio colectivo. Creo que en esta película en concreto, Segundo Premio, somos una banda, como nos gusta denominarnos a nosotros mismos. Por eso, el premio no es mío, es para todo el equipo y para todos mis amigos.
P.¿Cómo vivió los momentos previos a que se pronunciara su nombre?
R.Uf, muy nervioso. Eso sí que no lo había vivido nunca y creo que nunca he estado tan nervioso en toda mi vida. Es curioso porque, claro, estás sentado ahí en tu butaca y de repente aparece tu nombre y ves que hay un cámara que te enfoca directamente, una cámara gigante, y el corazón te va a 3.000 por hora. Cuando ya dicen tu nombre es como una descarga de adrenalina enorme.
P.El anterior fin de semana también ganó un Premio Carmen. Su año ha empezado por la puerta grande.
R.Justo hace ya 11 meses que arrancamos la aventura en el Festival de Málaga, donde también gané la Biznaga de Plata al Mejor Montaje. Ha sido un año de tantas emociones que más que parecer que empieza, para mí se cierra, en realidad. Pero vamos, no puedo estar más agradecido porque ni en mis mejores sueños podría imaginar en unos premios en mi ciudad, en Córdoba, con mi familia, la compañía de mi madre, que se llama Carmen también. Fue como un sueño. Y luego los Goya en Granada, nuestra ciudad adoptiva del cine. Ha sido tan perfecto que creo que es imposible planificarlo.
P. Y eso que, según ha contado en algunas entrevistas, llegó casi de rebote al proyecto.
R.Sí, bueno, no de rebote, pero sí que en un inicio había otro director con el que se iba a hacer la película, con otro montador, y ya cuando ese director se marchó, entró Isaki Lacuesta. Entonces, Cristóbal García, un gran amigo mío y productor de la película, pensó que yo podía ser la figura adecuada para el montaje, y mira, eternamente agradecido, por supuesto.
P.Ya había trabajado en proyectos importantes de cine y televisión, pero ¿cree que el Goya puede abrirle puertas más grandes?
R.Bueno, no sé si abrirá puertas o no. Creo que a lo mejor sí me puedo dar la opción de poder elegir el proyecto que más me apetezca hacer. Sí que es verdad que ya desde las nominaciones, o desde que se estrenó la película, he recibido varias ofertas laborales muy interesantes, muy continuamente, o sea, más de seguido que antes. Habrá que aprovechar el momento, pero seguiré eligiendo proyectos que me estimulen y no por la importancia del proyecto en sí.
P.Los montadores sois una figura que normalmente está un poco a la sombra. ¿En qué consiste vuestro trabajo?
R.Somos los que intentamos dar un poco de cordura y orden. Siempre digo que a mí me gusta mucho ayudar a contar historias a los directores porque yo de por sí no tengo la capacidad de inventar historias de la nada. Me gusta mucho ayudarles a contarlas de la mejor forma posible. Y creo que básicamente un montador lo que tiene que hacer es eso; esa idea que tiene el director, transmitirla de una forma narrativa, clara y en el menor tiempo posible porque la gente agradece cada vez más que las películas sean más cortas. Somos como los vigilantes del alma de la película.
P.¿Cómo ha sido su trabajo en Segundo Premio y con qué dificultades se ha encontrado?
R.Dificultades todas las del mundo por los problemas personales y particulares de Isaki con su hija (fue diagnosticada de leucemia y finalmente falleció a los nueve años). Fue muy, muy complicado de gestionar. Nunca había montado una película sin el director al lado, pero por las circunstancias tuvo que ser así. Pero luego, creo que más que un acicate fue un aliciente para sacar lo mejor de cada uno. Ya no solamente en mi departamento, sino en todos los departamentos de la película. Intentamos gestionarlo lo mejor posible y a la vista está que el resultado parece que gustó y funcionó. Por mi parte, di todo lo que tenía dentro de mí en esta peli, en este proyecto, porque realmente lo merecía y creíamos todos en ello desde un primer momento. O sea, fueron complicadas las secuencias musicales, de música en directo, que son muy complejas de grabar, de organizar y de darle un sentido y un orden. Y luego, también hubo mucha escritura de guión por parte ya del montaje con las voces en off. Es un trabajo con el que estuve muy involucrado porque también Isaki quiso que se involucrara el montaje y le dimos ese punto que parece que a la gente le ha gustado y me ha recompensado por ello.
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