La inversión per cápita del Estado desciende un 82% en Córdoba en siete años

De los 507 euros por cordobés que se presupuestaron en 2007 se ha pasado a apenas 89,7 para 2014 El gasto en grandes infraestructuras, principalmente en la zona Norte, desaparece de las cuentas del Ejecutivo

Obras del Ministerio de Fomento en la N-432
Obras del Ministerio de Fomento en la N-432
Juan Ruz

02 de octubre 2013 - 01:00

La inversión del Estado en Córdoba se ha convertido en casi nada en los tres últimos ejercicios presupuestarios. De hecho, el gasto por habitante entre 2012 y 2014 ha sido inferior a los 100 euros, si bien el peor dato de todos es el que ha presentado el Ejecutivo central del PP para la provincia de cara al año 2014 en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que es incluso inferior a los 90 euros, concretamente 89,7 euros por cada ciudadano cordobés. Pero para tener una perspectiva más clara de la prioridad que Córdoba posee para el Gobierno central sólo hay que mirar atrás y comparar el volumen de inversión estatal de hace apenas unos años, un análisis que revela que el gasto ha ido descendiendo de manera espectacular.

Como muestra, ahí está el dato de que la inversión per cápita en el presupuesto estatal de 2007 fue de 507,7 euros por cada ciudadano cordobés, mientras que en el borrador de PGE presentado estos días por el ministro Cristóbal Montoro para el ejercicio 2014 es de 89,7 euros, o lo que es lo mismo, el gasto por persona por parte de la Administración central ha caído nada más y nada menos que un 82,33% en los últimos siete años, lo que supone la práctica paralización de proyectos e infraestructuras en todo el territorio cordobés.

Pero ese contundente descenso no sólo es consecuencia de una decisión puntual de un gobierno para un ejercicio concreto, sino que se viene produciendo paulatinamente en los últimos siete años tanto por responsables del PSOE como del PP en Madrid. Como ejemplos, hay están los números de los PGE de 2010, cuando el gasto por habitante por parte del Estado fue de casi 370 euros, mientras que en 2012 esa cifra bajó a los 99 euros, este año 2013 a los 96, hasta alcanzar los 89,7 previsto para el año que viene.

Pero si las cifras que afectan estrictamente a Córdoba no son positivas, la situación empeora si se compara el volumen de inversión con lo previsto en el resto de provincias de Andalucía, ya que en casi todas ellas -a excepción de Córdoba y Málaga- aumenta ese indicador, hasta el punto de que el territorio cordobés es el que menos recibirá en 2014 por la vía de los PGE, con apenas 72 millones, mientras que zonas como Huelva o Jaén reciben 100 y 140 millones de euros respectivamente. Además, Córdoba se sitúa a años de luz de Almería, Cádiz, Granada, Málaga o Sevilla, con presupuestos por encima de los 250 millones de euros e incluso de los 300.

Pero, ¿qué efecto tendrá esa drástica reducción presupuestaria del Estado en Córdoba? Pues además de la sensación de agravio respecto a otras provincias -la capital cordobesa es la tercera de Andalucía en habitantes-, estos números del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas evidencian que habrá que seguir esperando para ver hechos realidad -o al menos que comience su tramitación- una serie de proyectos en la provincia que se han convertido casi en una losa para los distintos gobiernos centrales y que llevan años anquilosados, hasta el punto de convertirse en una deuda histórica del Ejecutivo con Córdoba.

No obstante, a nadie escapa que la inversión estatal en Córdoba ha caído de manera considerable una vez que en la primera década del siglo XXI se han ejecutado -no sin problemas y a un ritmo de ejecución tremendamente lento- dos infraestructuras millonarias y de gran importancia, como son la Autovía de Málaga (A-45) y el AVE entre la capital cordobesa y la de la Costa del Sol. Sin embargo, no estaba en el guión que los PGE contemplaran cifras tan escasas como las que el ministro Montoro dio a conocer el lunes.

Así, quedan un año más en el camino infraestructuras que se plantearon en tiempos de José María Aznar o de la primera etapa de Rodríguez Zapatero, pero que Córdoba sigue arrastrando.

Por importancia destaca la autovía A-81, que debería ser el resultado del desdoble de la carretera N-432 Badajoz-Córdoba-Granada, un eje viario que atraviesa la provincia de Norte a Sur y cuya construcción, si es que se realiza algún día, cambiará radicalmente el panorama de las comunicaciones en Córdoba. Hasta ahora se ha realizado un millonario estudio informativo que dicta cuál debe ser el recorrido del nuevo trazado, pero nada más se sabe de esta autovía desde el inicio de la crisis y todo apunta que poco va a cambiar en los próximos años.

En una situación parecida se encuentra la ejecución de las tres circunvalaciones de la carretera N-502 a su paso por las localidades de Alcaracejos, El Viso y Santa Eufemia, en la comarca de Los Pedroches. Históricamente se vienen contemplando partidas para su ejecución, pero ninguno de los gobiernos que ha tenido España en los últimos diez años se ha atrevido a acometerlas, pese a tratarse de actuaciones no excesivamente costosas en comparación con otras iniciativas similares. En materia de carreteras, el Ministerio de Fomento tiene pendiente además una mejora de la N-420, que parte desde Montoro y se introduce en Castilla-la Mancha por Cardeña. Así las cosas, pese a las mejoras en infraestructuras que ha sufrido la provincia, el parón inversor de los últimos años y el que se prevé para el año que viene han derivado en que ni la comarca de Los Pedroches ni la del Valle del Guadiato, ambas en el Norte de la provincia, cuenten incomprensiblemente a día de hoy con un solo kilómetro de autovía.

Otros proyectos cordobeses han corrido la misma suerte que estas vías de comunicación, como es el caso de la Biblioteca en los Jardines de Agricultura, una iniciativa para la que apenas se consigna una cantidad testimonial, al igual que la rehabilitación del Museo Arqueológico, la construcción del de Bellas Artes o el Archivo Histórico. Algo parecido ocurre con el aeropuerto de Córdoba, para el que la Corporación de Aeropuertos Españoles AENA ha consignado 2,4 millones de euros de los que la mayoría (2,3 millones) serán para el soterramiento de la línea de alta tensión. Para la ampliación de la pista y plataforma del aeródromo van 63.000 euros. No obstante, deja sin presupuesto el desarrollo y mejora del sistema de navegación aérea, que tiene un coste total de 1,7 millones y que dispondrá de cero euros en los PGE.

Hay incluso actuaciones que cayeron en el olvido y que ni tan siquiera son ya objeto de debate social, como es la eliminación de la joroba de Asland o la construcción de la autopista a Toledo, entre otros, que incluso desaparecieron los anexos de los PGE.

Otra de las consecuencias de esta sequía inversora del Estado es que, al no haberse concretado muchos de los proyectos diseñados hace tiempo, tampoco ha habido un ejercicio de reflexión sobre cuáles son las necesidades que tiene la provincia de cara al futuro. Por tanto, no se ha pensado en nuevos proyectos para Córdoba. El propio alcalde de la capital y presidente provincial del PP, José Antonio Nieto, reconoció el lunes que la inversión es menor porque apenas hay proyectos en los que gastar. Sin embargo, ni su partido ni el resto de formaciones con representación parlamentaria -PSOE e IU- han puesto sobre la mesa las nuevas necesidades de Córdoba y su provincia más allá de cuestiones muy puntuales. De hecho, si se confirman los augurios del ministro Montoro y el año que viene es el de la recuperación, la tarea de los principales partidos deberá ser la de planificar cuáles son los proyectos de futuro que la provincia precisa para la próximos años.

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