El Infoca, sobre el incendio de la Sierra de Córdoba: "El monte se quema, pero se recupera; una vida no hay forma de recuperarla"

El pasado lunes 21 de julio se declaró un incendio forestal en la zona de Castillo de la Albaida, en plena Sierra de Córdoba, que fue cogiendo envergadura y amenazó muy de cerca zonas de viviendas, aproximándose incluso a un paraje tan reconocido como las Ermitas. El fuego, originado en las inmediaciones de la carretera CO-3402, llegó a calcinar 84 hectáreas y obligó a desalojar a más de 500 personas, residentes de las zonas de Santa Ana de Albaida, El Patriarca y la Cuesta del Reventón, junto con el Club Vistasierra, que poco a poco fueron volviendo a sus hogares, ya cuando no había peligro. Las llamas se dieron por controladas por parte de Infoca el jueves 24 julio, aunque un retén continuó con las labores destinadas a la extinción definitiva. El operativo desplegado fue de gran magnitud, con numerosos medios aéreos y terrestres, y grupos de bomberos forestales que trabajaban en primera línea contra el fuego.

"El incendio de la Albaida contó con un perímetro de unos ocho kilómetros, que es bastante grande. Pero la verdad es que introdujimos muchos medios como para atajarlo de buena manera y, de hecho, no llegó a más por la cantidad y la intensidad de medios que invertimos desde el minuto uno", señala el subdirector del Centro Operativo Provincial de Infoca en Los Villares, Carlos Revilla, que añade que "la prioridad fueron las llamas que iban hacia Santa Ana de Albaida para proteger, lógicamente, a la ciudadanía y las infraestructuras". "A continuación se desarrolló el flanco norte, que era lo que subía hacia las Ermitas y fue nuestro segundo campo de actuación", describe aún con el recuerdo muy presente a pesar de haber pasado ya casi tres semanas.

Prioridad absoluta a las vidas humanas

Afortunadamente, el viento no desplazó las llamas en dirección norte, donde se hubieran topado con otras parcelaciones o incluso con las Ermitas. "Una vez que tuvimos controlada la parte que amenazaba a las viviendas de la parte de abajo, todos nuestros esfuerzos se volcaron hacia la zona norte, para evitar el avance del fuego. Nuestro orden de prioridad en un incendio son las personas, las infraestructuras y, luego, el monte. El monte se quema, pero se recupera. Una vida no hay forma de recuperarla", explica Revilla.

Según detalla el subdirector, las personas desalojadas "colaboraron en todo momento, lo que nos permitió ponerlos a salvo de una manera ágil y rápida". Revilla también deja claro que, "a los incendios forestales en Córdoba se les ha sumado la circunstancia de que cada vez hay más gente viviendo en terreno forestal, personas a las que hay que darle una protección y una seguridad".

Desde el Infoca también puntualizan que la "prevención y el sentido común" son fundamentales para evitar este tipo de incidencias, ya que "si te vas a vivir a la Sierra, no puedes quemar el pasto de tu parcela porque no quieres que se te cuelen bichos en casa", esgrime Revilla, quien también señala la importancia de contar con un Plan de Prevención de Incendios para parcelaciones y fincas privadas que, "aunque cuesta un dinero, es de las mejores inversiones que se pueden hacer".