Patrimonio

La historia de Córdoba según sus estatuas (I)

La educación de Nerón, obra ubicada en los Llanos del Pretorio La educación de Nerón, obra ubicada en los Llanos del Pretorio

La educación de Nerón, obra ubicada en los Llanos del Pretorio / Miguel Ángel Salas

Escrito por

· F.J. Cantador

Redactor

Hijos ilustres de Córdoba son, en sus versiones estáticas, testigos del presente de la ciudad, lo serán del futuro y fueron muy protagonistas de la historia de la misma cuando sus cuerpos eran de carne y hueso. Tanto que Córdoba les honró dedicándoles esos monumentos en forma de estatua o busto que los han hecho aún más inmortales. Desde Claudio Marcelo a Manolete, pasando por Averroes, el Gran Capitán o Góngora, cuentan en las calles de Córdoba la historia que ellos vivieron. Hace ahora una década, el estudio Patrimonio mueble urbano de Andalucía ponía de manifiesto que Córdoba ha dedicado casi un centenar de monumentos a sus personajes ilustres más recordados, monumentos que también forman parte del patrimonio urbano de la ciudad y que en algunos casos son inmortalizados en forma de selfies por los turistas. Estos son tan solo algunos ejemplos significativos de estos monumentos que se han convertido en un atractivo turístico más de la ciudad.

Estatua de Claudio Marcelo, ubicada en el Templo Romano. Estatua de Claudio Marcelo, ubicada en el Templo Romano.

Estatua de Claudio Marcelo, ubicada en el Templo Romano. / Miguel Ángel Salas

Claudio Marcelo

El 21 mayo del 2015 fue inaugurada la estatua dedicada a Claudio Marcelo, una obra de casi tres metros de altura y tres toneladas de peso. Se trata de una bella talla de mármol de Carrara (Italia) realizada por el escultor cordobés Marco Augusto Dueñas. La monumental estatua se encuentra situada en el interior del Templo Romano, en la calle que lleva su mismo nombre, junto al Ayuntamiento.

Fundador de la ciudad de Corduba, actual Córdoba, conocida también como Colonia Patricia, Claudio Marcelo fue elegido cónsul tres veces: El 166, el 155 y el 152 antes de Cristo. Fue un militar que pertenecía a una familia muy importante relacionada con el gobierno del periodo republicano romano. Ostentó diferentes títulos como el de cónsul, pontifex y general. Especialmente dotado para el mando, Claudio Marcelo dirigió varias campañas militares de éxito sobre los pueblos peninsulares. En el 148 antes de Cristo fue enviado como embajador ante el rey Masinisa de Numidia pero su barco naufragó y murió.

Estatua de Séneca, ubicada junto a la Puerta de Almodóvar. Estatua de Séneca, ubicada junto a la Puerta de Almodóvar.

Estatua de Séneca, ubicada junto a la Puerta de Almodóvar. / Juan Ayala

Séneca

Junto a la Puerta de Almodóvar se alza desde 1965 el monumento al filófoso Séneca.  El escultor Amadeo Ruiz Olmos (1913-1993), realiza esta obra, bajo el mandato del alcalde Antonio Guzmán Reina, en su afán de impulsar un turismo local y prometedor. De esta forma homenajea a uno de los personajes más destacados e inspiradores dentro del elenco de ilustres cordobeses.

Lucio Anneo Séneca  (Corduba, antes de Cristo - Roma, 65 después de Cristo), marchó a Roma para complementar su formación. Fue miembro del Senado bajo el gobierno de Claudio. Hacia el año 50 d C fue nombrado preceptor de Nerón. En el 56 fue nombrado cónsul. Años más tarde se retiraría, dedicándose a la lectura, la meditación y la redacción de sus obras. Se había formado con gramáticos, filósofos y rectores.

Fue la doctrina estoica la que le causó mayor impacto. Séneca cultivó diversos géneros, de los que conocemos algunas tragedias y buena parte de sus obras filosóficas, en las que se preocupó por cuestiones éticas, problemas teológicos y teoría política. Una de sus obras más importantes es el tratado Sobre la tranquilidad del alma, escrito durante su declive. Fue acusado de conspiración y condenado a muerte por Nerón, tomando Séneca la decisión de suicidarse.

Detalle de 'La educación de Nerón' Detalle de 'La educación de Nerón'

Detalle de 'La educación de Nerón' / El Día

La educación de Nerón

Conjunto escultórico que representa al emperador romano Nerón siendo instruido por el filósofo Séneca. Fue inaugurada el 15 junio de 2007 en bronce en los Llanos del Pretorio, céntrica avenida cordobesa. La pieza está realizada a partir de una escultura en escayola que el artista zamorano Eduardo Barrón González esculpió en 1904 con motivo de la Exposición Nacional de Escultura y que en la actualidad se encuentra en el Museo del Prado en Madrid.

El conjunto escultórico retrata a un Séneca destacó que como intelectual y como político. Insigne orador, fue una figura muy destacada de la política romana durante los reinados de los emperadores Claudio y Nerón, convirtiéndose en uno de los senadores más admirados, influyentes y respetados de todo el Imperio. Nerón Claudio César Augusto Germánico fue el último emperador de la dinastía Julio Claudia.

Monumento a Alhakem II en Campo de los Santos Mártires. Monumento a  Alhakem II en Campo de los Santos Mártires.

Monumento a Alhakem II en Campo de los Santos Mártires. / Juan Ayala

Alhakem II

En el Campo de los Santos Mártires se encuentra el monumento a Alhakem II, inaugurado el 1 de octubre de 1976. Alhakem, hijo del primer califa del occidente musulmán, nació en la época de máximo esplendor cordobés. Rubio, de ojos oscuros y naturaleza delicada, cuentan las crónicas de la época que su corto gobierno estuvo lleno de sabiduría. En el año 961 ocupó el trono.

Desde ese mismo momento, las ofensivas cristianas, la erradicación del alcohol y la búsqueda de un heredero ocuparon su vida. Sin embargo, en los momentos de descanso, gustaba el califa de encerrarse en su biblioteca. Era ésta una de las más completas de la península. Su interés por el culto de la mente era tal, que abrió en la ciudad más de veinte escuelas para niños pobres. Su ampliación de la Mezquita es una de las más bellas construcciones europeas ya que, al igual que su padre, no escatimó en materiales para su construcción. Las mismas crónicas relatan que "en el año 976 murió este gran califa erudito".

Monumento a Ibn Hazam, en la Puerta de Sevilla. Monumento a Ibn Hazam, en la Puerta de Sevilla.

Monumento a Ibn Hazam, en la Puerta de Sevilla. / Juan Ayala

Ibn Hazam

Junto a la Puerta de Sevilla, al alado de sus arcos, se encuentra la obra que el escultor Amadeo Ruiz Olmos, realizara para homenajear al poeta Ibn Hazam. La inauguración del monumento tuvo lugar el 12 de mayo de 1963, coincidiendo con el patrocinio, por parte del Ayuntamiento de Córdoba, bajo el alcalde Antonio Guzmán Reina, del certamen de poesía árabe.

Ibn Hazam nació en el año 994 en el barrio musulmán de al-Mugira, actual San Lorenzo, cuando Córdoba es una de las más populosas ciudades del mundo y, por descontado, la mayor de la Europa de entonces. De origen muladí, fue criado en la corte palaciega de al-Hakem II, ya que su padre ejercía de funcionario. A los 14 años empezó a estudiar con los mejores maestros del momento.

También frecuentó un minoritario grupo de jóvenes de la alta sociedad cordobesa dedicados por entero a la literatura. Este entorno cambiará al estallar en Al-Andalus la guerra civil, a causa de la muerte de su padre y la destrucción de la ciudad a la que ya no volverá salvo en contadas ocasiones. Tras su lucha política en contra de la ilegalidad de las Taifas de Al-Andalus se retiró a su aldea de Montija (Huelva) donde murió en el año 1064.

Su estatua está levantada en la Puerta de Sevilla, una de las entradas más monumentales al Casco Histórico Patrimonio de la Humanidad. Ibn-Hazm mantuvo una prolífica actividad literaria. Se cuentan entre sus obras más de cuatrocientas, variando la temática entre la política, teológica, histórica o literaria. Sin duda, su obra más significativa es El collar de la Paloma, de gran trascendencia literaria, ya que influirá en las producciones medievales amorosas dando lugar a la temática conocida como amor cortés.

Estatua de Maimónides, en la plaza de Tiberiades. Estatua de Maimónides, en la plaza de Tiberiades.

Estatua de Maimónides, en la plaza de Tiberiades. / Juan Ayala

Maimónides

La ciudad de Córdoba decidió rendirle homenaje a Maimónides levantando un monumento en su honor, obra de Amadeo Ruiz Olmos, el 7 de junio de 1964. La escultura está en la Plaza de Tiberiades, referencia a su lugar de enterramiento, además de estar cerca de la calle Judíos, hecho relacionado también con su condición religiosa.

De nombre Moshes (Moisés) Ben Maimon, este célebre médico y filósofo cordobés judío, nació en Córdoba en el año 1135. El período almohade, caracterizado por una profunda intransigencia política y religiosa obliga a Maimónides a exiliarse con su familia. Instalados en Fez en 1158, son de nuevo obligados a marcharse, asentándose en Palestina y Fustat (Egipto 1165).

Aquí desempeñó la medicina con gran éxito lo que le llevó a ser nombrado medico personal de Saladino. Éste le nombra jefe espiritual de la minoría judía en Egipto, cargo que desempeñará hasta su muerte en 1204. Sus obras más importantes son Repetición de la ley y Guía de los perplejos en filosofía y teología respectivamente. En el terreno de la medicina, su obra más significativa es el Libro de los aforismos.

Monumento a Averroes, en la calle Cairuán. Monumento a Averroes, en la calle Cairuán.

Monumento a Averroes, en la calle Cairuán. / Juan Ayala

Averroes

En la calle Cairuán la ciudad de Córdoba levantó una escultura a Averroes, un monumento a este erudito, uno de los más universales de la urbe. Esta escultura fue realizada por Pablo Yusti Conejo en 1967. El monumento se compone de un pedestal, sobre el cual, aparece Averroes, sedente y sosteniendo un libro sobre sus rodillas. La referencia la toma de la impronta que dejó en la cultura de su tiempo.

Llamado en árabe Abu-l -Walid Muhammad Ibn Ahmad Ibn Rushd, fue el filósofo, astrónomo y escritor árabe más avezado de su tiempo, llegando a ser figura de gran peso en la historia del pensamiento árabe-islámico. Nació en Córdoba en el año 1126 y murió en Marrakesh en 1198. Proveniente de una notable familia de cadís, su formación corrió a cargo de la elite intelectual cordobesa. Ibn Rushd recibe la tradicional educación alcoránica, la jurídica y la médica, estando especializado en cada una de éstas ciencias. Seguidor de la filosofía aristotélica, sus obras se encaminaron a conciliar la postura del filósofo griego con la fe musulmana. Escribió numerosos tratados, entre los que destacan sus Comentarios a Aristóteles, escritos de gran repercusión en la filosofía posterior. 

Monumento a Al-Gafequi, en la plaza del Cardenal Salazar. Monumento a Al-Gafequi, en la plaza del Cardenal Salazar.

Monumento a Al-Gafequi, en la plaza del Cardenal Salazar. / Juan Ayala

Al-Gafiqi (o Al-Gafeqi)

En la plaza del Cardenal Salazar, frente a la Facultad de Filosofía y Letras, se encuentra el monumento a este médico árabe, especializado en Oftalmología, del siglo XII y nacido en Gafiq (Belalcázar). Se trata de una obra del escultor Miguel Arjona Navarro que data de 1965. A-Gafequi, cuyo nombre completo era Muhammad Ibn Qassoum Ibn Aslam Al-Gafequi, estudió medicina basándose en la obra de prestigiosos médicos árabes y en la obra de Hipócrates. Peregrinó a Arabia para ejercer sus cumplimientos religiosos y ampliar sus conocimientos en bibliotecas y hospitales de los reinos islámicos.

Es el autor del célebre manuscrito Guía del Oculista, escrito en árabe, del que se conserva una copia en la biblioteca de El Escorial, constituyendo un magnifico documento histórico, científico y literario. Era experto en la realización de pomadas, colirios y ungüentos para uso oftalmológico y dio a conocer la importancia de los alimentos en la salud ocular. Fue también experto en la intervención para curar las cataratas además de las enfermedades relacionadas con el iris.

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