La gran noche de los barrios
Sus Majestades los Reyes Magos visitan en nueve cabalgatas a los niños de Ciudad Jardín, Parque Fidiana, El Naranjo, Fátima, Villarrubia, El Higuerón, Santa Cruz, Alcolea y Cerro Muriano
Los Reyes Magos no dudaron ayer en pasar por algunos de los barrios de la ciudad en su visita a Córdoba. Así, los niños de Ciudad Jardín, el Parque Fidiana, El Naranjo y Fátima, además de los que viven en las barriadas periféricas de Santa Cruz, El Higuerón, Villarrubia y Cerro Muriano, pudieron disfrutar ayer de una noche especial gracias a la visita de Sus Majestades, quienes repartieron miles de kilos de caramelos y juguetes, pero sobre todo ilusión.
El recorrido para estar al lado de todos los pequeños cordobeses fue intenso, ya que para pasar por los barrios tuvieron que esperar a que finalizara la cabalgata oficial. En su apretada agenda no hubo tiempo ni de un respiro.
Ciudad Jardín
Una de las cabalgatas más veteranas de los barrios es sin duda la de Ciudad Jardín, que lleva casi una treintena de años saliendo a la calle gracias al Club de Pesca de Ciudad Jardín. En las algo más de dos horas y media, los Magos de Oriente desfilaron por las calles Damasco, Don Lope de Sosa, Costa Sol, Camino de los Sastres, Antonio Maura, Alcalde Sanz Noguer, Vázquez Aroca, Siete de Mayo, Felipe II, Mazzantini y Machaquito, entre otras. El reparto de regalos fue uno de los más generosos junto a la cabalgata oficial y El Naranjo. Más de 3.500 kilos de caramelos, 1.000 juguetes y 200 balones fue la cifra de presentes que los Reyes lanzaron desde las cuatro carrozas del desfile. En esta ocasión, al igual que el pasado año, la banda de María Santísima de la Esperanza amenizó el trayecto interpretando diversos villancicos.
El Naranjo
En El Naranjo, la cabalgata de Sus Majestades pasó por las principales calles del barrio, como Párroco Agustín Molina, la plaza Bellavista, Téllez Meneses, Juan Latino y Santas Flora y María, entre otras. En ellas lanzaron más de 1.500 kilos de caramelos, 16.000 juguetes, 1.200 balones, 12.000 bolsas de golosinas desde las seis carrozas que formaron el desfile.
Además, un poco antes de que la cabalgata saliera desde la sede de la Asociación Cultural Amigos El Naranjo, los fuegos artificiales llenaron de luz y color la noche de mayor ilusión de los pequeños. El recorrido duró algo más de una hora y media, pero a los Reyes les dieron las 02.00, ya que después del desfile Sus Majestades repartieron los regalos a los 350 niños del barrio que el pasado día 23 entregaron su carta al cartero real. Una jornada que cada año es posible gracias al esfuerzo de los vecinos y de la asociación cultural del barrio.
Parque Fidiana
Los Reyes de Oriente también visitaron ayer el Parque Fidiana. Sobre las 22.00, Melchor, Gaspar y Baltasar salieron montados en sus tres carrozas del colegio Grupo Preescolar Fidiana, y en aproximadamente una hora y media recorrieron las calles Paco León, Venus, Mercurio o Saturno. La presidenta de la asociación Diana, organizadora del cortejo, Rafaela Quesada, destacó que en el recorrido se repartieron alrededor de 80 kilos de caramelos y más de 450 balones, además de otros juguetes. Las carrozas, realizadas por la junta directiva del colectivo, representaban la estrella de Oriente, un paisaje nevado y un trono real decorado con rica ornamentación.
Fátima
Sus Majestades de la Peña los Amigos de Fátima no pararon ayer ni un minuto. Tras visitar el centro penitenciario de Córdoba y el centro de disminuidos de Alcolea, se fueron a su sede para recibir a los niños del barrio y compartir con ellos una chocolatada. Los Reyes tuvieron un regalo directo para cada niño que se acercó a la peña, "sin necesidad de abrir los paraguas", bromeó el relaciones públicas del colectivo, Juan Mata. También se acercaron a diversos domicilios de niños enfermos del barrio. Después de hacer las tareas, la Peña ofreció a sus Majestades un gran banquete para que recuperaran fuerzas y pudieran continuar con su recorrido.
Villarrubia
Los Reyes Magos llegaron a esta barriada periférica sobre las 16.00 y no se marcharon hasta pasadas las 21.00. En estas más de cinco horas desfilaron por cada una de las calles de los núcleos que conforman la barrida, como la Cañada Real Soriana, la urbanización Cuevas de Altazar, Veredón de los Frailes y el centro de Villarrubia, donde se concentraron unas 3.000 personas. En esta barriada los Magos de Oriente dejaron más de mil kilos de caramelos, 4.500 juguetes, 1.600 balones y centenares de bolsas de golosinas. La aceptación de los vecinos de Villarrubia con su desfile es total, ya que la cabalgata oficial queda un poco lejos.
El Higuerón
Los niños de la zona de El Higuerón fueron los primeros en recibir la visita de los Reyes Magos. Así, las dos carrozas de seis metros de largo llegaron a Majaneque sobre las 15.30, desde donde partieron para pasar por Fontanar de Quintos, Llanos del Castillo, El Portillo, el centro de El Higuerón, la zona de Aguilajero, Las Pitas y La Gorgoja, entre otras.
Más de 30 kilómetros de recorrido en los que los más de 10.000 habitantes de la zona pudieron ver como los Reyes lanzaron desde sus carruajes más de 5.000 bolsas de patatas y golosinas, 3.000 balones, 700 kilos de caramelos, 200 peluches y 5.000 juguetes. Los preparativos comenzaron hace dos meses y para lograr el éxito que cada año cosecha esta cabalgata, los vecinos, el Consejo de Distrito y la delegación de la Alcaldesa en El Higuerón participan activamente en su organización.
El Santa Cruz
Para visitar a los niños de Santa Cruz, los Reyes partieron a las 18.30 de la Plaza Andalucía para desfilar por sus principales calles, en las que repartieron más de 400 kilos de caramelos y centenares de peluches. Tras la cabalgata, y sobre las 20.00, Sus Majestades entregaron los regalos los niños del barrio.
Alcolea
Alcolea también se engalanó para recibir a Melchor, Gaspar y Baltasar montados en sus tres carrozas. Además, un belén viviente precedía a Sus Majestades. En esta barriada repartieron 4.000 kilos de gominolas, 4.500 balones y 5.000 juguetes.
Cerro Muriano
Hasta la Sierra se desplazaron los Reyes para repartir ilusión y un millar de kilos de caramelos.
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