Con la vista puesta ya en el año que viene. Así se ha despedido Don Carnal de Córdoba, con una Gran Cabalgata de Carnaval y un cara a cara con Dios Momo, que finalmente ha ardido, como marca la tradición, en la plaza de la Corredera.
Las coplas y los disfraces han marcado las últimas semanas, tanto en el Gran Teatro como en la calle, pero a medida que Doña Cuaresma toma partido, Don Carnal debe ir haciendo las maletas. Lo ha hecho, eso sí, por todo lo grande.
Una cabalgata de ritmo y baile ha recorrido el Centro de Córdoba para poner el broche final a la fiesta. Desde el Paseo de la Victoria han salido en pasacalles agrupaciones, batukadas y carrozas que se han encontrado a su paso a miles de personas deseosas de pintarse los últimos coloretes del año.
Las comparsas extremeñas Moracantana (Badajoz) y Danzarines Emeritenses (Mérida) han vuelto a poner el ritmo de batukada a este desfile. Grandes carros con la percusión han hecho que desde que diera inicio la cabalgata, nadie pudiera dejar de moverse.

Un momento del desfile.
Las chirigotas y comparsas que han participado en el Concurso Oficial, así como asociaciones y personas a título individual se han sumado a la gran fiesta, que finalmente se ha impuesto a un cielo que amenazaba lluvia.
El público también ha puesto de su parte y se ha podido ver a familias enteras disfrazadas para disfrutar de este recorrido. En los más pequeños, personajes como Elsa, de Frozen, Blancanieves, Spiderman, Capitán América o Minnie han vuelto a triunfar.

Una familia disfrazada durante el desfile.
Entre los más mayores, no han faltado las parejas vestidas de Mario y Luigi, de indios, vaqueros o aquellos que les basta con una peluca. Todo lo contrario a una peluca han lucido los sultanes en su espléndida carroza, todos ellos han vuelto a participar en los actos del Carnaval de Córdoba, después de que cada día de concurso se les viera en su palco del Gran Teatro.
Quema de Dios Momo
El sarcasmo, la ironía y la burla. Todo eso, según la mitología griega, representaba Momo. Por lo tanto, para cerrar capítulo y pasar página, no hay mejor forma que echar todo eso en un hoguera, expiar los pecados que se hayan cometido durante el Carnaval y empezar de nuevo (adheridos ya a la Cuaresma).

Quema de Dios Momo.
De nuevo la plaza de la Corredera se ha convertido en una fiesta donde se han reunido todos los participantes de la Gran Cabalgata para poner punto y final al desfile en una gran convivencia.
Se ha cerrado así el círculo que se abriera hace ya varias semanas con la tradicional Salmorejá y la elección de los sultanes, también en la Corredera. Ahora, en este ya casi punto neurálgico del Carnaval, los papelillos, los coloretes y las coplas se despiden para encontrar las ganas de volver el año que viene por todo lo alto.
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