De un Gordo que vuelve a escaparse a la ilusión del tercer premio: la Lotería de Navidad deja en Córdoba 650.000 euros
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El número 90693 cae en tres administraciones cordobesas y salva una edición del sorteo que ha repartido poco dinero en la provincia
Juan José Ferrer, el lotero de Medina Azahara que ha repartido el tercer premio de la Lotería de Navidad: "Espero que demos muchos más"
La suerte ya ha sido repartida por toda España en forma de millones de euros que, como lamentablemente viene siendo habitual año tras año, se han dejado ver muy poco por Córdoba. Pese a que por la provincia el Gordo ha pasado de largo, el tercer premio de la Lotería de Navidad de este 2025 sí que ha tenido presencia. El número 90693 (50.000 euros por décimo) ha dejado en la provincia cordobesa un total de 650.000 euros. Una cantidad que se ha repartido en tres puntos de venta de lotería, dos en la capital cordobesa (avenida de Medina Azahara, 21; y avenida de la Viñuela, 31), y otro en Montilla, el más grande de los premios repartidos en todo el territorio en esta edición.
La que más ilusión ha repartido en este emblemático 22 de diciembre ha sido la administración de la calle Corredera, 29 del municipio montillano, con un total de 500.000 euros vendidos en una serie completa de diez décimos que se adquirieron en ventanilla y que vendió la lotera María Teresa Grego Peña, a poco de jubilarse tras 39 años en el oficio. El segundo mayor pellizco en este tercer premio que ha pasado por Córdoba se ha dado en el barrio de Ciudad Jardín, concretamente en la administración de la avenida Medina Azahara, 21, donde Juan José Ferrer, que lleva tres años a cargo de este estanco y administración, ha repartido un total de 100.000 euros en dos décimos vendidos.
En la capital cordobesa, el tercer premio de la Lotería de Navidad también ha caído en el barrio de La Viñuela, concretamente en la avenida de la Viñuela, 31, estanco-administración que ha vendido el décimo a través de su máquina expendedora digital, como ha explicado a este periódico la lotera Sonia Roda. Desde estos tres establecimientos se ha repartido por toda Córdoba la poca ilusión que este año ha caído en la provincia en las fechas más esperadas del año. Y es que, desde primera hora de la mañana, miles de cordobeses no se han despegado de las televisiones para seguir de cerca lo que ha ido ocurriendo en el Teatro Real de Madrid a partir de las 09:00.
Siempre hay una posibilidad, por muy pequeña que sea, de que la suerte sonría y caiga un buen premio, mucho mejor si es el deseado Gordo. En casa, en el trabajo o en los bares, el 22 de diciembre siempre se vive de una manera especial. En el bar Los Romerillos, un establecimiento con mucha tradición lotera que repartió 12.401 premios a lo largo de 2024, la televisión se ha llevado la expectación desde primera hora en cuanto los bombos se han puesto en marcha. Como de costumbre, Los Romerillos se ha llenado de parroquianos y trabajadores en busca de un rico desayuno para arrancar la semana con energía. Hoy, eso sí, con un ambiente más especial y emocionante.
Hay quienes no han levantado la cabeza de su tostada y su café, sin observar esa televisión que estaba repartiendo millones de euros por todo el país. Otros, sin embargo, han vivido el sorteo como si de un partido de la selección española disputando un Mundial se tratase. El segundo premio, dado a las 09:21 y repartido íntegramente en Madrid, no se ha llevado ningún grito de alegría en este bar tan clásico del barrio Miraflores-Campo de la Verdad. Tampoco el cuarto premio que ha salido poco después. Y mucho menos el Gordo (79432), que a las 10:40 ha dado la cara por fin, pero que se han llevado en Madrid -otra vez- y en León.
Y así han ido pasando los números y números cantados con pasión por los niños de San Ildefonso sin que en Los Romerillos se haya celebrado nada especial este 22 de diciembre, y eso que Manolo, hostelero y encargado del bar, ha deseado con todos sus fuerzas que una de las bolas sacara el 51749, el número de lotería que en este establecimiento han vendido entre sus clientes. Pero no ha habido ninguna suerte. Por lo menos, como se ha podido escuchar entre varios parroquianos del establecimiento, "lo importante es la salud", una expresión que resuena mucho en estas fechas como consuelo. Eso sí, razón no les falta, pues aquellos que no han sido agraciados en este caprichoso sorteo de lotería al menos tienen por delante una bonita Navidad para disfrutarla con sus seres queridos.
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