Fuentes Bocanegra queda inédito en su presentación en Sevilla

Solo Martín Morilla tocó pelo en una noche en la Maestranza donde el calor fue el principal protagonista. El torero de Morón estuvo toda la noche con ganas, bullidor, entrando en quites y queriendo demostrar sus ganas por ser gente en este mundo del toro. Fue en su primero, el tercero de la suelta, donde destacó por un trasteo en que hubo de todo. Toreo de buen gusto y con esa conexión que es necesaria para llegar a los concurrentes. Es cierto que el novillo fue el mejor de la noche, con un pitón izquierdo de mucha calidad. El torero gustó y se gustó. Mató de forma contundente y corto una oreja. En el sexto se volvió a mostrar bullidor y con ganas, pero el novillo fue de mas a menos y pronto todo quedo opacado.

Diego Bastos tiene oficio. Está muy placeado y conoce los entresijos de la profesión. En su debe, le cuesta conectar con el público. Estuvo correcto y en su primero cuajó un trasteo con pasajes de interés, destacando sobre todo el toreo al natural. Tras una estocada y una leve petición dio una vuelta al ruedo. Su segundo tuvo el denominador común de la novillada. Se acabó pronto y todo quedo en la nada.

Fuentes Bocanegra se estrelló con el lote más deslucido y sobre todo con la responsabilidad de su presentación en una plaza de la categoría de Sevilla. Al cordobés se le vio en ocasiones demasiado nervioso y eso no le beneficio para nada. Cierto es que le toco pechar con el lote más deslucido. Su primero fue realmente complicado, no porque tuviera peligro, sino por la complejidad de su comportamiento. En su segundo estuvo mejor, mas suelto y con las ideas más despejadas, pero de nuevo le pesó en demasía la responsabilidad del escenario y le costó soltarse y relajarse. Dos lances y una media con el capote y algún muletazo con la derecha destacaron en un trasteo que no fue el que soñaba el torero cordobés para su presentación en Sevilla.