Francisco Sánchez Madrid: "Estamos más cerca de la curación de enfermedades autoinmunes y tumores"

Entrevista al jefe del servicio de Inmunología en el Hospital Universitario de la Princesa

El catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid destaca el buen momento de esta ciencia y alerta del déficit de inversión en investigación: "En España es difícil hacer una carrera investigadora"

Francisco Sánchez Madrid, jefe de Inmunología en el Hospital de la Princesa de Madrid
Francisco Sánchez Madrid, jefe de Inmunología en el Hospital de la Princesa de Madrid / E. D. C.

Jefe de servicio de Inmunología en el Hospital Universitario de la Princesa, catedrático de Inmunología en la Universidad Autónoma de Madrid y director del grupo de Comunicación Intercelular en la Respuesta Inflamatoria del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovascular, Francisco Sánchez Madrid (Añora, 1954) es uno de los referentes de su campo. Bioquímico (no médico, advierte), ha dedicado su vida a la investigación y a la formación de profesionales y su labor le ha valido numerosos premios, entre ellos el Premio Nacional Ramón y Cajal de Investigación y el prestigioso Robert Koch. En diciembre volverá a su Córdoba natal, con la que ha mantenido la relación a lo largo de los años, para recibir otro reconocimiento más local, pero “emocionante”: el Averroes de Oro Ciudad de Córdoba.

Pregunta.La inmunología pasa por un momento apasionante, hablamos de inmunoterapia para el cáncer, linfocitos T, terapia CAR-T. ¿Estamos más cerca de la curación de enfermedades autoinmunes y tumores?

Yo diría que sí. Yo creo que estamos en un momento ahora mismo bastante trascendente, en el sentido de que todo el conocimiento que se ha acumulado de mecanismos, de células, de moléculas, ahora se está plasmando en nuevas terapias. La inmunología ha tenido un crecimiento espectacular en los últimos 30 años, de generación de conocimiento sobre cómo funciona el sistema inmune. Y ahora todo ese conocimiento se está trasladando a aplicaciones. Por ejemplo, en la inmunoterapia del cáncer, que cada vez va a tener más auge. Y hay áreas que están todavía emergiendo. Si yo tuviera ahora mismo que invertir mi tiempo y mi esfuerzo en una de ellas, sería en la relación que tienen los sistemas y cómo se comunican. Por ejemplo, cómo se comunica el sistema nervioso con el sistema inmunológico. Eso creo que va a ser durante los próximos 10-20 años un área espectacular y que va a ser muy importante también para terapias de enfermedades que no se relacionan o que todavía se han relacionado poco con el sistema inmune. Por ejemplo, enfermedades neurodegenerativas del sistema nervioso.

P.¿Qué es lo que ya ha desvelado la investigación a ese respecto?

Respuesta.Por ejemplo, hay determinadas enfermedades de carácter digestivo, como la enfermedad inflamatoria intestinal, de la que se sabe que la relación que se produce entre las terminaciones nerviosas y las células del sistema inmune es muy importante. Y hay una investigación enorme dedicada no solo a atajar el sistema inmune, sino también a controlar la respuesta de esa transmisión nerviosa que se produce con alteraciones en el tránsito intestinal. Es un área en la que se está haciendo muchísimo trabajo, bastante importante. Un área fascinante para estudiar durante muchos años más.

P.Y que puede dar lugar a grandes descubrimientos en los próximos años.

R.Yo creo que sí. Mire que ha habido descubrimientos importantes, reconocidos con premios Nobel, el de 2025 entre ellos. Este año han sido las células T reguladoras, las que de alguna forma controlan que no se exacerbe la inflamación o una respuesta inmune o autoinmune, por ejemplo. Pero es que no hace tanto, vino el premio Nobel a inmunólogos que trabajaban en las vacunas de ARN, gracias a las que se pudo vacunar en tiempo récord a la población frente al Covid. Y unos años antes estuvo el premio Nobel de los dos padres de la inmunoterapia, los que descubrieron las moléculas para hacer inmunoterapia de tumores que no tenían ningún tipo de tratamiento, como era el melanoma metastásico.

En los próximos años habrá grandes avances en la relación que tienen los sistemas y cómo se comunican. Por ejemplo, cómo se comunica el sistema nervioso con el sistema inmunológico"

P.Ha mencionado la vacuna del Covid. Con cinco años de perspectiva, ¿la pandemia ha servido para dar un salto en la investigación en inmunología, ha supuesto algún cambio?

R.Bueno, yo creo que hay dos aspectos. Por un lado, el aspecto de descubrimiento de la vacuna de ARN como un elemento molecular estable, que eso no se preveía porque es una molécula muy inestable, pero encontraron la fórmula de estabilizarla. Eso fue un logro. En cuanto a las vacunas para otro tipo de patologías, la investigación que se está haciendo en gran medida es para buscar vacunas para distintos tipos de tumores con ARN. Eso lo están haciendo muchas empresas en sus departamentos de investigación. Y por otro lado, está el segundo aspecto: la inmunología tuvo un boom, se potenció mucho en los hospitales, adquirió una relevancia enorme, aunque todo eso también tiene su carácter transitorio, pasajero. Pero yo creo que sí ha quedado un poso enorme de que la inmunología es importante.

P.Una persona como usted, que lleva décadas trabajando en inmunología, ¿qué siente cuando ve el crecimiento del movimiento antivacunas?

R.Pues que no tiene ningún sentido, es como negar la ciencia, el avance de la ciencia. ¿Cómo negar que los antibióticos han tenido un gran impacto y que el otro gran logro han sido las vacunas? Siempre hay movimientos de todo tipo, lo mismo que hay sectas, es inherente a la condición humana. Pero no tiene ningún sentido, para mí ninguno.

Francisco Sánchez Madrid con componentes de su grupo de investigación
Francisco Sánchez Madrid con componentes de su grupo de investigación / E.D.C.

P.Se ha avanzado mucho en el conocimiento de una gran variedad de enfermedades autoinmunes, que por tanto se detectan con más frecuencia. Pero ¿puede haber también algún factor que las esté impulsando?

R.Fundamentalmente se detectan más porque ha aumentado el conocimiento. Y, claro, se conoce más porque, a nivel molecular, se sabe lo que son los autoantígenos, qué tipo de autoantígenos hay, se van identificando más y más. La investigación va abriendo campos y nuevos mecanismos y vas conociendo más. No acierto a ver que haya componentes que induzcan a que haya más. Puede ser que a lo mejor la contaminación u otros mecanismos que simulen componentes propios puedan inducir el desarrollo de una enfermedad, eso lo hacen algunos virus, simulan componentes propios del organismo e inducen una respuesta. Pero creo que el elevado número de casos es porque el conocimiento ha aumentado enormemente. Y eso es bueno.

P.¿Y cuál de las principales enfermedades autoinmunes es la que está más avanzada en investigación o puede tener una solución más próxima?

R.Es difícil de decir. Sí que hay enfermedades que se están atajando de alguna forma, sobre todo con terapias biológicas nuevas. La psoriasis por ejemplo, como enfermedad de la piel. Ahí se está avanzando muchísimo con las terapias biológicas. Otra patología sería la esclerosis múltiple, en la que las células del sistema inmune pasan al cerebro y atacan un componente de la mielina y, por tanto, de la transmisión nerviosa. También hay nuevas moléculas diana o nuevas citoquinas, que son moléculas con las que se comunican unas células con otras, y se están haciendo también terapias biológicas. Pero hay muchos más ejemplos.

P.Se nos está transmitiendo desde la ciencia una importante preocupación por el auge de las superbacterias. ¿Esa es la verdadera pandemia del siglo XXI?

R.Yo no soy un experto en bacterias; sí creo que es un gran peligro, porque tampoco se están generando nuevos antibióticos al ritmo que se generaron en un tiempo. Van a ser más difíciles, en general. Pero no es mi área.

El movimiento antivacunas no tiene ningún sentido, es como negar el avance de la ciencia"

P.Tras una vida dedicada a ella, ¿cómo ve la investigación médica en España ahora mismo? ¿Tenemos un buen nivel?

R.Yo soy una persona bastante positiva, siempre quiero ver el vaso medio lleno, pero a veces la realidad te choca. Todo ha cambiado muchísimo desde cuando empezamos, la financiación se ha desarrollado mucho, está más estabilizada y es muy competitiva. Sigue siendo difícil conseguir buenos proyectos, sobre todo proyectos bien financiados, pero podemos ir a Europa y tener esa financiación suficiente para hacer investigación competitiva y de calidad. Pero es insuficiente. Nosotros estamos entre los países con un mayor nivel de desarrollo y deberíamos tener una financiación acorde, estamos muy por debajo de lo que deberíamos de tener por nuestro PIB. Y luego tenemos un sistema donde es difícil hacer una carrera investigadora, porque los primeros años son bastante impredecibles. Y estoy hablando de 15 o 20 años. Los investigadores lo tienen mucho más fácil en otros países, como Alemania, Estados Unidos o Francia. Esa es la realidad. Esto hace que investigadores potencialmente buenos salgan de la carrera, porque a nivel vital no pueden seguir en ella, o se vayan y permanezcan fuera y es una pena que mucho talento español esté trabajando en otros países después de haber hecho la inversión en su formación. Y no tenemos un sistema eficiente de retorno de todo ese talento.

P.En cuanto a la formación de los profesionales, es la otra faceta profesional a la que ha dedicado su carrera.

R.Es de las cosas más gratas que he hecho. Conmigo han hecho la tesis aproximadamente 45 personas, que han estado en mi grupo de investigación un mínimo de cinco años. De esos, hay unos 35 que ya son investigadores principales con sus propios grupos y a algunos les va sinceramente muy bien. Y eso, quizás, es de lo que más orgulloso me siento, porque creo que eso es el oro de un laboratorio, que no se agote en uno mismo. Que no sea solamente lo que tú hagas, sino que luego trascienda.

P.¿Mantiene la relación con su Añora natal?

R.Sí, tengo casa ahí y vamos muy frecuentemente. Mi esposa también es de Añora y tenemos todas nuestras raíces allí.

P.Ha recibido un largo listado de reconocimientos a lo largo de su carrera, algunos tan relevantes como el Robert Koch. ¿Qué significa para alguien que tiene esa trayectoria recibir el Averroes de Oro?

R.Emocionalmente todo. ¿Por qué? Porque yo estudié en Córdoba, en el instituto Séneca. Estudié en la universidad, los primeros años de la carrera en la Facultad de Veterinaria y luego los primeros dos años de Biología. De ahí me fui a Sevilla porque quería hacer Bioquímica y todavía no había la licenciatura en Córdoba, pero aparte había muy buenos profesores y muy buenos investigadores en Sevilla. Yo me siento de Córdoba, me identifico mucho con Córdoba porque allí estuve todos esos años. Y, por tanto, este premio a mí me llena de orgullo y me siento profundamente honrado, porque es como el premio de tu ciudad. Ese componente personal no lo tienen todos los premios, es más, casi ninguno lo tiene, solo el que te dan en tu tierra.

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