El forense asegura que Eva María murió desangrada tras una puñalada certera

La víctima fue consciente en todo momento de la agresión ya que intentó defenderse "ferozmente" y tuvo "una larga agonía"

Sala de vistas de la Audiencia, donde se está celebrando el juicio estos días.
Sala de vistas de la Audiencia, donde se está celebrando el juicio estos días.
A. Calero

29 de octubre 2008 - 01:00

Fue una puñalada certera cerca del corazón lo que provocó la muerte a Eva María Prieto, la joven de 32 años que fue supuestamente asesinada por su ex pareja, Antonio Caballero, en junio de 2006 en Peñarroya. El agresor intentó causarle la muerte dirigiendo el cuchillo al cuello, pero al encontrarse con la oposición de la víctima desistió y clavó el arma en la cavidad torácica, rompiendo una arteria cerca del corazón que provocó que Eva María se desangrara. Esta es la versión que mantuvo ayer el médico forense que realizó la autopsia a la víctima durante la segunda sesión del juicio. El facultativo aseguró además que la víctima intentó protegerse "ferozmente" de los ataques de su agresor, lo que le provocó múltiples heridas en las palmas de las manos y en los brazos.

Pero esta puñalada certera no le causó la muerte súbita. Eva María tuvo una larga agonía hasta que murió desangrada, como se desprende del testimonio del forense, que aseguró que la víctima se arrastró por toda de la casa desde el salón -donde se produjo la agresión- hasta la puerta de la calle con la intención de pedir ayuda, aunque no consiguió salir.

Según declaró el lunes el propio acusado, estos hechos se desataron tras una discusión por unos mensajes de móvil y en la que Eva María amenazó a su agresor con prohibirle ver a la niña. Acto seguido, él cogió un cuchillo que había encima de la mesa de cocina y empezó a clavárselo hasta 33 veces, según la calificación del Ministerio Público. Tras la agresión, Antonio Caballero salió del domicilio y emprendió un viaja hasta Barcelona, aunque fue en Torremocha del Campo (Guadalajara) donde decidió entregarse a la Guardia Civil. Según el testimonio de uno de los agentes destinados a esta localidad de Castilla La Mancha, el acusado llegó al acuartelamiento sobre las 22:50 "diciendo que había matado a su mujer". El guardia civil decidió llamar al puesto de Peñarroya para comprobar los hechos y allí le explicaron que habían encontrado el cadáver de una mujer y que el principal sospechoso era su ex marido. Pocas horas después, fue ingresado en prisión.

stats