Una fiesta en constante crecimiento

La Semana Santa ha evolucionado notablemente con el traslado de la carrera oficial a la Santa Iglesia Catedral, un punto de paso deseado por las cofradías desde hace mucho tiempo

Especial 25 años de El Día de Córdoba

El Señor de los Reyes en su Entrada Triunfal, ‘la Borriquita’, a su paso por el estreno de la carrera oficial en el entorno de la Santa Iglesia Catedral en 2017.

Era un momento más que deseado por las cofradías cordobesas, pero el cambio de carrera oficial dado en 2017 dio un giro radical a lo que era la Semana Santa. De hecho, se pasó de un recorrido común por el centro de la ciudad, entre Claudio Marcelo y Tendillas –anteriormente con más modificaciones– a otro que incluía su paso por la Santa Iglesia Catedral, a donde muchas de estas corporaciones ya acudían previamente para rezar ante el Santísimo. Para ello, fue clave la apertura de una segunda puerta que abrió una batalla judicial que coleó en esta última década.

Ese traslado a los alrededores del primer templo de la diócesis es el gran triunfo de la Córdoba cofrade durante estos últimos 25 años. Además, esta carrera oficial de la Semana Santa cordobesa está asentada por las hermandades que tienen claro que deben pasar por la Santa Iglesia Catedral. Sin embargo, todavía genera dudas su traslado a un lugar en el que hay poco margen de maniobra en su trazado para buscar nuevas entradas o salidas. El sitio es el que es, pero la Agrupación de Hermandades no descarta que en un futuro pueda haber alguna modificación en este punto de encuentro de todas las corporaciones cordobesas, que viven una etapa de oro, de una evolución constante y necesaria. Además, aumentó el número de cofradías en estos años –algunas incluso aguardan su entrada al colectivo de hermandades y el nacimiento de otras que tienen el fin de estar algún día en una Semana Santa que empezará a pedir cambios de días o abrir una nueva jornada en el Sábado Santo–. También avanzan por su rico y cada vez más cuidado patrimonio y a la vez por un relevo que sigue vivo gracias a la juventud cofrade.

Fue en la Semana Santa de 2017 cuando, por fin, la Agrupación de Hermandades de Córdoba consiguió que se procesionase por el primer templo de la Diócesis de Córdoba. Ahí arrancó otra época de la Semana Santa cordobesa, en la que se descubrieron nuevos lugares para ver a los titulares de cada corporación y a la vez se dejaron de pasar por otros con gran encanto.

También se vivieron momentos de unión y fraternidad en un momento muy complicado para la sociedad mundial con la irrupción del coronavirus, que suspendió la Semana Santa de 2020 y modificó la de 2021, que se vivió intensamente en los templos. Hubo que esperar para ver de nuevo pasos en las calles, pero en los últimos años el boom cofrade ha eclosionado, con procesiones en todos los meses del año. Las extraordinarias han dado un paso hacia adelante y la presencia de otras que eran impensable cuando arrancaba este periódico en el año 2000. Por ello, la evolución ha sido total en estos 25 años, donde las hermandades dieron un paso hacia adelante que va más allá del tiempo de Cuaresma y de Semana Santa.

Cuando arrancó El Día de Córdoba, las cofradías pasaban por la calle Cruz Conde –que aún no era peatonal– y la carrera oficial comenzaba en la calle Claudio Marcelo y acababa en la Plaza de las Tendillas, punto en el que las hermandades se dividían por los diferentes accesos para regresar a sus respectivas sedes canónicas. Sin embargo, en 2017, la Entrada Triunfal, conocida popularmente como la Borriquita, tuvo el privilegio de ser la primera en estrenar la actual carrera oficial, ya consolidada en estos años en el entorno del primer templo de la diócesis.

La Reina de los Mártires accede por la Puerta del Puente durante la celebración del Vía Crucis Magno de 2013.

El punto de partida para ese traslado tan deseado llegó el Viernes Santo de 2008 cuando todas las corporaciones de ese día entraron en la Santa Iglesia Catedral –en 2011 lo hicieron también las del Martes Santo–. Pocos años después, la celebración en septiembre de 2013 del Vía Crucis Magno fue también clave para el posterior devenir de los acontecimientos, ya que más de 200.000 personas se dieron cita para un evento que fue capaz de arrastrar a una gran masa social, incluida la de miles de turistas que llegaron a Córdoba de diversos puntos de España e incluso del extranjero. Esa primera experiencia de un acto religioso de estas dimensiones puso de manifiesto el interés por el mundo cofrade y fue el comienzo de una época brillante.

Aquel Vía Crucis Magno fue el primero de estos eventos religiosos que empezaron a celebrarse con más asiduidad en la ciudad. De hecho, en 2015 se celebró la Regina Mater, un acto en el que se dieron cita hasta 25 vírgenes coronadas de la provincia. De nuevo, pese a las altas temperaturas –se celebró a finales de junio–, las calles de la ciudad eran un hervidero de turistas y de cofrades.

No fue la única porque en 2019 también se celebró la Magna Nazarena, otra cita histórica para el arte sacro y la piedad popular, que contó con la participación de 31 hermandades y cofradías de la capital y de la provincia. Su impacto económico fue superior a los 4,2 millones de euros, lo que demuestra el valor que tuvo su celebración, del que se benefició prácticamente toda la capital.

Tras seis años de parón, Córdoba celebrará en apenas unos días un nuevo Vía Crucis Magno, con el que conmemorará los 600 años de este rezo por el Beato Álvaro de Córdoba en Occidente. Este acto religioso contará con la presencia de 34 imágenes de 33 hermandades de la ciudad y también de la provincia. Además, con la novedad de que los traslados de vuelta se dividirán en cuatro días y no todo en uno como sucedió en otros eventos de este tipo.

El crecimiento y auge de esta fiesta ha hecho que sea declarada de Interés Turístico Nacional en Córdoba, Cabra y Baena

A lo largo de todos estos años, la carrera oficial ha ido sumando nuevas cofradías. Tuvo que esperar un año más por la lluvia, pero en 2012 la hermandad de la Piedad de Las Palmeras realizó su primer paso por carrera oficial. Dos años más tarde, fue el turno de la Universitaria, que procesionaba con anterioridad en vísperas. No fue la última porque en 2020 estaba previsto que lo hiciese la Conversión, pero la irrupción del coronavirus hizo que su primer paso por la Santa Iglesia Catedral no llegase hasta el Viernes Santo de 2022. Además, durante todos estos años la Córdoba cofrade ha sumado más hermandades de pleno derecho, como la del Cristo de las Lágrimas, la de la Presentación del Pueblo, la O o la Quinta Angustia. Todas ellas hacen su salida en vísperas, al igual que prohermandades como la de la Salud de Puerta Nueva o el Traslado al Sepulcro. El número se elevará en los próximos años porque la nómina sigue en crecimiento con corporaciones como la del Cristo de la Confianza, en el barrio de Ciudad Jardín, entre otras.

Por todo ello, la evolución en este siglo XXI ha sido una constante en el mundo cofrade, que ha visto como los móviles, a través de vídeos o fotografías, han sido un elemento difusor de una Semana Santa que fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2023 y que espera aumentar en 2026 su nómina de hermandades con la entrada de la Presentación al Pueblo. Tras dos años sin cerrarse su ingreso, a la tercera debe ser la vencida y la cofradía de Cañero acudirá a la Santa Iglesia Catedral, como lo hizo en estos dos últimos años el Sábado de Pasión.

Otro punto diferencial en estos últimos años es la irrupción del Cecop, todo un gran acierto para mantener la seguridad de los desfiles procesionales. Todo está milimetrado, sobre todo a la hora del paso por la carrera oficial. El cuidado es máximo y el interés es el de que todo vaya a las mil maravillas, sin altercados y sin alterar el tránsito del cortejo de las cofradías.

También aumentaron las ayudas recibidas a la Agrupación de Cofradías, que en estos 25 años ha estado presidida por Francisco Alcalde, Francisco Gómez Sanmiguel, Olga Caballero, la primera mujer que se ha puesto al frente de este colectivo, y desde 2024 Manuel Murillo.

Si la evolución cofrade ha sido una constante en la ciudad, la provincia no quedó ajena a este crecimiento. Con un rico patrimonio artístico –en el que las restauraciones se siguen realizando de forma más constante–, las Semanas Santas de Baena y de Cabra fueron declaradas Fiestas de Interés Turístico Nacional. La gran diversidad y la riqueza de sus tallas es un valor que ponen también en auge el poder del mundo cofrade en la provincia cordobesa.

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