A la espera de la pena para Bretón

El juez que ha presidido durante las últimas cuatro semanas el juicio contra José Bretón, Pedro Vela, es quien tiene ahora en su mano decidir el futuro del acusado, ya declarado culpable. El jurado consideró probado el pasado viernes que Bretón quemó y mató a sus hijos por venganza contra su exmujer. Ahora es el magistrado quien debe dictar sentencia y fijar la pena que cumplirá el acusado dependiendo de si califica los hechos como homicidio o asesinato, según la apreciación o no de la alevosía en la conducta de José Bretón. El Ministerio Fiscal y la acusación particular volvieron a solicitar una pena de 40 años de prisión, mientras que la defensa pidió la absolución de su cliente. Es más, el abogado de Bretón, José María Sánchez de Puerta, ya anunció incluso que recurrirá la sentencia una vez que sea notificada.

Es difícil fijar un plazo exacto en el que se conocerá el contenido de la sentencia. Como mínimo será dentro de una semana y lo más lógico es que el dictamen esté listo antes de que finalice el mes de julio. Cuando llegue ese momento se pondrá el punto y final a un juicio que comenzó el pasado 17 de junio, aunque se abrirán otros frentes pues Sánchez de Puerta ya anunciado que interpondrá un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Estos trámites se pueden prolongar en el tiempo pero mientras tanto Bretón permanecerá en la cárcel de Alcolea. Lo único que cambiará es que, una vez que se conozca el contenido de la sentencia, pasará del módulo de aislamiento a ser un preso común. Algunos rumores apuntan a que podría ser trasladado de centro penitenciario. El cambio de lugar de condena se aplica en algunos casos a modo de sanción al preso o en circunstancias en las que el preso es conflictivo, aunque lo habitual es que se cumpla la pena en la cárcel más cercana a la residencia familiar.

El juicio contra Bretón se inició hace un mes con la elección del jurado y en la primera semana se pudo escuchar el testimonio del propio acusado y, días después, el de Ruth Ortiz y sus familiares. Después llegaron las declaraciones más técnicas de mano de los peritos y policías que dieron la información más objetiva sobre el caso y la de los testigos que estuvieron el 8 de octubre en el Parque Cruz Conde y en la finca de Las Quemadillas. Tras el alegato final, la semana pasada se centró prácticamente en las deliberaciones del jurado popular -formado por siete mujeres y dos hombres- que se extendieron desde el martes hasta el viernes, cuando llegó el esperado momento de la lectura del veredicto. El documento estaba formado por 21 puntos (17 probados por unanimidad), con el que argumentaron su decisión de declarar culpable a José Bretón de la muerte de sus propios hijos y de la simulación de un delito de detención ilegal o secuestro de los menores. El portavoz del Tribunal Popular fue desgranando cada uno de los puntos y argumentando su decisión en los testimonios y pruebas periciales que han tenido lugar durante las tres semanas que ha durado la vista oral. Para argumentar este punto los miembros del Jurado aludieron a varias de las declaraciones que los testigos aportaron en el juicio centradas en el carácter del acusado. Entre ellas, la de la madre de los pequeños, Ruth Ortiz, quien afirmó en sala que su exmarido le refirió en diversas ocasiones "que no se iba de este mundo sin matar a nadie".

El magistrado se tendrá que basar en los argumentos esgrimidos por el jurado popular para elaborar la sentencia, que es el siguiente paso más esperado en este caso que ha durado casi dos años. Bretón ingresó en la cárcel de Alcolea el 17 de octubre de 2011. Entonces era el principal sospechoso pero ahora el jurado ya dejado claro que es el único culpable de la muerte de los pequeños Ruth y José. 40 años sería el máximo de prisión que se le puede imponer y el tribunal ha pedido que no se le pueda aplicar ninguna reducción de condena o libertad condicional ni que su caso pueda ser objeto de indulto. En los próximos se podrá cerrar este capítulo aunque el caso Bretón aún no ha acabado y después vendrán los procesos de recursos que podría llegar hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.