El nerviosismo y el escepticismo cunden por igual entre los parcelistas a los que AENA expropiará sus viviendas para la ampliación del aeropuerto. Acuden cabizbajos y a la defensiva a la llamada de los técnicos de este organismo del Ministerio de Fomento y, en términos generales, sienten que están siendo "engañados". Algunos consideran que la cantidad ofrecida por sus casas es escasa y otros que el dinero que reciban "no nos dará para poder comprar una casa nueva". Son algo reacios a analizar la situación, pero cuando lo hacen son unánimes a la hora de apuntar que "el engaño estará en el precio que nos van a dar por la tierra sin edificar", como así destaca uno de los parcelistas.

A todos les preocupa "bastante" el valor que AENA vaya a establecer por el terreno que hay en torno a sus viviendas y por las zonas que durante décadas se han dedicado al cultivo. Son conscientes de que no correrán la misma suerte que las parcelas construidas, pero tratan de explicar que "tiene sentido" que las consideren parcelas urbanas. "Hemos estado pagando contribución e impuestos como si se tratara de bienes urbanos, a pesar de que el PGOU los recogía como rústicos y ahora parece que nos lo quieren pagar como no urbanizables, así que habrá que luchar para que no sea así", precisó otro de los 30 vecinos que ayer acudieron a las oficinas de AENA en el aeródromo cordobés.

Otro de los aspectos que preocupan a los residentes de las zonas afectadas por las obras de ampliación de estas instalaciones es el "escaso tiempo (tres meses) que nos han dado desde que nos dan el 40% del dinero hasta que tengamos que desocupar la vivienda". Algunos de las personas que ayer se congregaron en el aeropuerto precisaron que "sólo nos queda irnos a casa de nuestros padres o de otros familiares y buscar una nueva vivienda mientras tanto".

Los ánimos no están como hace un año, cuando se produjeron algunas asambleas vecinales contrarias a la ocupación de sus casas, pero sí parece claro que "son pocos los que están completamente de acuerdo con el dinero que les han dado por su casa", como así lo expone otro de los parcelistas de Llanos del Castillo.