Encarna Laguna: "A los sindicatos nos atacan con mentiras cada día que vienen, sobre todo, de la ultraderecha"

Entrevista a la secretaria general de UGT Córdoba

Sostiene que para un trabajador "no hay nada más necesario que estar afiliado a un sindicato de clase" y alerta de que los jóvenes "no se dan cuenta de que todo lo conseguido por los sindicatos se puede caer en un minuto"

Muere un trabajador al caer desde doce metros de altura en una nave en Córdoba

Encarna Laguna, en la sede de UGT Córdoba.
Encarna Laguna, en la sede de UGT Córdoba. / Juan Ayala

Enfermera de profesión, con plaza en la residencia del Parque Figueroa, Encarna Laguna (Córdoba, 1968) está al frente de la secretaría general de UGT, sindicato en el que lleva afiliada desde hace 24 años. Defiende a capa y espada la misión de los sindicatos y ante la última víctima mortal en un accidente de trabajo insiste en la necesidad de que haya más prevención. "Hay que concienciar, no solo al empresario, sino también al trabajador porque hay que un velo de falsa seguridad", advierte.

Pregunta.Lleva más de dos décadas afiliada a UGT, ¿por qué se decantó por este sindicato y no por otro?

Respuesta.Trabajaba como enfermera en la residencia del Parque Figueroa y enseguida empecé a ver que había cosas que podían funcionar mejor, que había algunas irregularidades y determinados tratos que podrían mejorar. Vi que la única manera para poder alzar la voz y defender con un criterio era estar afiliada a un sindicato. Pensé en UGT porque para mí es el mejor sindicato de clase. Enseguida hubo unas elecciones sindicales, me presenté y estuve ejerciendo mi papel de delegada sindical durante bastantes años. Después fui secretaria del comité de empresa y, una vez que ya ejercí esas funciones, fui abarcando cada vez más sindicalmente y me pidieron que fuera la secretaria de Organización de UGT; desde allí empecé a ver otra dimensión de lo que es el mundo sindical: me abrió las miras a todo el mundo laboral de Córdoba.

P.En mayo fue elegida secretaria general de UGT, ¿por qué decidió dar este paso al frente?

R.Fue una decisión fácil porque desde el principio conté con el apoyo de toda la UGT de Córdoba y me hicieron el camino llano. No es un cargo que sea ni fácil, ni homogéneo. Tienes no solamente una responsabilidad, sino que tienes que estar de cara a la sociedad, de mis compañeros, de mi ejecutiva y de las tres federaciones.

P.Cuando tomó posesión de su cargo aseguró ante los medios que había que “desmontar muchos bulos dentro de la clase trabajadora”. ¿Qué quiso decir con ello?

R.Los bulos son el gran mal del mundo. A los sindicatos nos atacan con mentiras cada día, con mentiras que vienen, sobre todo, de la ultraderecha, porque ellos no quieren ningún tipo de sindicatos; para ellos, nosotros somos un freno. Para un trabajador no hay nada más necesario que estar afiliado a un sindicato de clase. Creo que habría que empezar dándole al trabajador un material de trabajo, unas normas y, por si mismo, tendría que ver, desde el momento que está en una empresa, que debe estar afiliado a un sindicato de clase porque una persona sola como trabajadora única no puede, no puede dialogar, ni siquiera negociar con un empresario, está solo.

Los bulos son el gran mal del mundo"

P.¿Cuesta eliminar la imagen que vinculaba a los sindicatos con las denunciadas ‘mariscadas’?

R.Esa imagen se quita con el trabajo diario, con el esfuerzo diario. Creo que ya ha pasado el tiempo más que suficiente y cuando un trabajador está en una empresa y ve que su delegado de UGT se parte el pecho para que esa persona tenga los días que le pertenecen, hable con el empresario hasta la saciedad, hasta que ese trabajador tenga lo que le pertenece o lo que le han quitado… eso es respeto, respeto al sindicato y respeto al delegado. El sindicato lo componemos personas comprometidas e implicadas. Esto es un trabajo a menudo ingrato y, muchas veces muy satisfactorio.

La secretaria general de UGT Córdoba, durante la entrevista.
La secretaria general de UGT Córdoba, durante la entrevista. / Juan Ayala

P.Pero, ¿qué es ser sindicalista?

R.Es una persona que trabaja por conseguir que se cumplan todos los derechos y necesidades de los trabajadores de las empresas. A menudo es un trabajo muy vocacional y muchas veces muy incómodo. Tienes que estar muchas veces entre dos frentes y lidiar con lo que a ti te viene desde la parte empresarial, que puede ser un pequeño empresario o una grandísima empresa, o de la función pública y, con las armas que tienes, que son la legislación y los convenios, muchas veces tienes que desmontar lo que quiere ese empresario imponer.

P.Tras la marcha de Vicente Palomares, que estuvo al frente del sindicato durante nueve años, ¿cómo se ha encontrado UGT?

R.UGT Córdoba es un sindicato más que consolidado y tenemos el privilegio de ser la primera fuerza sindical en Córdoba y provincia, muy por encima de la siguiente organización, con lo cual he tenido la fortuna de ser la secretaria general de un sindicato que es el primero en fuerza sindical.

P.¿Qué retos se ha puesto al respecto?

R.Tengo el reto de mantenerlo y de que sigamos creciendo. UGT es un sindicato muy bien estructurado, bajo mi punto de vista, entre federaciones y dos uniones provinciales. Y se trata de estar presente en todas las federaciones y en todos los sectores laborales que existen en UGT, que son los que hay en el mundo laboral de Córdoba. Como sindicato tenemos muchos retos.

P.Pero, ¿cuáles son los prioritarios?

R.Pues los más demandados son los de mejorar el sistema público, mejorar la dependencia, los servicios sociales, el Servicio Andaluz de Salud, que se está deteriorando, y aumentar los salarios. En Córdoba seguimos teniendo muchos trabajadores pobres.

P.Perdón, ¿trabajadores pobres?

R.Un trabajador pobre es aquel que tiene un empleo, pero que no llega a final de mes, que no es capaz ahora en la época de verano de poner el aire acondicionado, si es que lo tiene porque luego no puede pagar la factura de la luz. Es una persona que aun teniendo un empleo, no llega a fin de mes y que, incluso que a veces tiene que recurrir a su familia o a determinadas prestaciones de servicios. Aunque el salario mínimo se ha aumentado hay que seguir incrementándolo; lo ha hecho posible un Gobierno progresista, junto con los agentes sociales y los sindicatos. No todas las personas trabajadoras tienen la totalidad de las horas contratadas. Estamos viendo que, por ejemplo, tienen una media jornada, o un 60 o un 70% y, con esos salarios, no se puede vivir ni en Córdoba ni en ninguna ciudad. Estamos hablando de personas que tienen un trabajo, pero que son pobres, que no pueden llegar a final de mes, que necesitan recursos sociales, que no pueden emanciparse, jóvenes y no tan jóvenes que no pueden tener una vivienda en propiedad, que tienen que compartir piso...

Hay que seguir incrementando el salario mínimo"

P.Describe una situación más normal de lo que realmente parece. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?

R.Desde luego han fallado todas las estructuras, han fallado toda la cadena, y claro, echarle la culpa a una sola cosa como en todo, pues no, pero ha fallado toda la cadena gubernamental de leyes y de protección. Seguramente también ha fallado el sistema educativo, que ha formado personas que luego no encuentran un trabajo muchas veces, ni de lo que han estudiado. El problema es complejo y creo que todo tiene que pasar por una estructuración de lo que hay. El trabajo es un bien preciado porque escasea. En Córdoba no se invierte lo suficiente, no hay planes de formación suficientes y no somos capaces de atraer a las empresas para que inviertan aquí. Desgraciadamente, tampoco somos capaces de que no se vayan determinadas empresas de Córdoba, de ofrecerles algo a lo que no puedan renunciar, de ofrecerles ayuda, de ofrecerles subvenciones y de ofrecerles recursos que sean tan agradables, tan buenos, que no puedan irse de Córdoba.

Encarna Laguna responde a la preguntas de 'El Día de Córdoba'.
Encarna Laguna responde a la preguntas de 'El Día de Córdoba'. / Juan Ayala

P.Esta misma semana se han publicado los datos del paro en Córdoba, que apenas ha bajado en 99 personas en junio. Los sindicatos han vuelto a pedir un cambio del modelo productivo en la provincia, que parece que no llega.

R.El cambio está viniendo, pero muy gota a gota. Aunque son 99 personas y son pocas, realmente sí es un avance. Históricamente, en el mes de junio, siempre habíamos aumentado el número de parados. En ese sentido, hay esperanza. Vamos viendo poco a poco que el sector productivo va cambiando. De hecho, la mayoría de esos contratos sí que fueron para el sector de la industria en este mes de junio. Y ahí empezamos a ver también cómo las empresas están viniendo algunas con el motivo de la Base Logística del Ejército de Tierra. Pero desde luego nos queda un abismo porque del sector de donde nos nutrimos es el de la hostelería y el comercio, que son sectores precarios, donde además hay mucho empleo femenino y muchas trabajadoras en precario y trabajadoras pobres. No tenemos un sector productivo industrial fuerte que sea atemporal, es decir, que esté todo el año. La solución pasa por cambiar el modelo productivo. Tenemos que tener más industria, ser capaces de que los empresarios vean en Córdoba una gran potencia de tejido industrial.

P.Lo que tampoco cambia es que el paro en Córdoba tiene rostro de mujer mes a mes.

R.Uno de los factores es la formación, aunque entendemos que hay muchas casuísticas. Una de ellas es la de las mujeres que dejan su trabajo para dedicarse a la familia; a la corresponsabilidad todavía le queda muchísimo por llegar. Otro aspecto es el hecho de que hay mujeres que tienen la natalidad muy tarde y que están en el momento cumbre de su profesión y tienen nuevamente que dejar su profesión; muchas veces cuando se incorporan, las profesiones han cambiado, se han modernizado y ellas se han quedado atrás.

P.Ha hecho referencia a la Base Logística del Ejército de Tierra y su capacidad de generar empleo en Córdoba. Hay muchas expectativas laborales en este proyecto.

R.Realmente es algo tan potente que tenemos que ver cómo lo gestionamos para que no solamente haya oferta pública de empleo, que lógicamente tiene que ser universal y general para todo el mundo. Es necesario para que las industrias que vengan al abrigo de la Base tener una población, sobre todo joven, que tenga la formación necesaria. Desde ese punto de vista sí que se está trabajando mucho, desde UGT y desde las instituciones, para que realmente la formación que se dé es la que nos van a pedir esas empresas. Ni la BLET va a ser la panacea de todo el paro que tenemos arraigado en Córdoba, ni tampoco eso va a pasar por alto; va a originar una serie de empleos, una serie de industrias paralelas y una serie de trabajos que, evidentemente, van a mejorar muchísimo a la ciudad de Córdoba.

P.UGT, según ha dicho, es el primer sindicato de Córdoba. ¿Está el relevo garantizado? Dicho de otro modo, ¿se afilian los jóvenes tanto como hace décadas?

R.El primer reto que me puse fue llegar a los jóvenes, que nos conocieran y creo que mi labor didáctica debe ser y está siendo importante. Siempre hablo de los jóvenes porque ya empezamos a ser desconocidos para ellos.

Los jóvenes no se dan cuenta de que todo lo conseguido por los sindicatos se puede caer en un minuto"

P.¿A qué cree se debe esta situación?

R.Ellos creen que ya se ha conseguido todo. Sí conocen los sindicatos y los valoran, pero no se dan cuenta de que todo lo conseguido se puede caer en un minuto, a golpe de BOE o a golpe de BOJA. Y esa es mi labor, que ellos piensen y sepan que lo conseguido se ha conseguido por las fuerzas sindicales, sobre todo por los sindicatos de clase y también que se puede perder en un momento; tenemos que seguir consiguiendo más derechos y mejores condiciones laborales. Estamos ahora con las 37 horas y media, aunque nuestro objetivo es llegar a las 32 horas. La sociedad de hoy en día, sobre todo la sociedad joven, lo que demanda son mejores salarios, por supuesto, pero también más tiempo libre, más tiempo para vivir ellos. No es raro que un trabajador joven opte por una empresa en la que tenga o más teletrabajo o menos horas de trabajo y no solamente el sueldo.

P.Están cambiando las estructuras y las prioridades de las personas.

R.Exactamente, sobre todo de los jóvenes que muchas veces no tienen familia todavía y valoran más un predominio de unas mejores condiciones laborales en cuestión de tiempo. En cuestión de teletrabajo y de menos jornada laboral. Para eso estamos los sindicatos.

P.Por el momento, Junts, socio de gobierno del PSOE ya ha dicho que no a esto de reducir la jornada

R.Está complicado porque Junts ha dicho que no, básicamente, pero mientras sigamos teniendo un gobierno progresista, los sindicatos, y bueno, cuando no lo tengamos igualmente, siempre vamos a estar presionando para tener unas mejores condiciones, entre otras, para los jóvenes.

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