Pablo López Delgado. Médico de Atención Primaria en Hinojosa del Duque

"Nunca pensé que el ejercicio de la Medicina tenía tanto riesgo como se ha demostrado con el coronavirus"

El doctor Pablo López Delgado, delante del centro de salud de Hinojosa del Duque.

El doctor Pablo López Delgado, delante del centro de salud de Hinojosa del Duque.

Con una trayectoria de 25 años, Pablo López Delgado lleva 13 pasando consulta en Hinojosa, un municipio de cercano a su lugar de origen, El Viso. El Área Norte es una zona geográficamente menos atractiva para la gente que vive en la ciudad, aclara el facultativo, por lo que muchos de los profesionales sanitarios son de la zona.

Después de tantos años, es muy conocido en Hinojosa (localidad con 6.788 habitantes), lo que principalmente es una ventaja para el ejercicio de la medicina de familia "porque conoces al cuñado, al primo, al sobrino, al hermano… Cuando vienen a la consulta les preguntas por la familia". Esto ha sido un "beneficio extra a la hora de gestionar la covid-19".

Este doctor resalta que la Atenciñon Primaria ha sido "la primera barrera de este problema antes de que la gente llegara al hospital" porque "si tienes fiebre, ¿dónde llamas? Al centro de salud porque quieres hablar con tu médico". A esto hay que añadir que al principio en Salud Responde estaban las líneas saturadas, no había manera de que el usuario contactara. Por eso, "teníamos que hacer una contención para que solo fueran al hospital los casos que realmente lo necesitaban". Por ello, el hecho de conocer a los pacientes, "saber sus antecedentes, cómo son y quiénes viven en su casa ha facilitado el trabajo".

Su plan de trabajo en las semanas más duras de la pandemia incluía una consulta telefónica diaria y fueron diferenciando a los pacientes sospechosos y sus contactos. A estos últimos había que darles la baja laboral para evitar una posible propagación del virus. "En este municipio ha facilitado el trabajo el conocimiento que los médicos tienen de su cupo al llevar mucho tiempo", apostilla.

Así, "si la fiebre persistía, acordabas hacerle una radiografía coordinándonos entre compañeros y con la técnica de rayos para que no coincidieran con otros pacientes" no covid. Después, contactaban con esa persona para explicarle lo que se veía en la radiografía y si debía ir al hospital. En ese caso, también avisaban a Medicina Interna del Hospital Valle de los Pedroches para preparar el ingreso.

Este profesional reivindica que "el trabajo de la Atención Primaria es callado y está siempre en un segundo plano, cuando somos la puerta de entrada del usuario al sistema". En esa línea, denuncia que de esta especialidad "no se ha hablado hasta el punto de que el Gobierno central decía que ahora, ya que estábamos en la desescalada, iba a adquirir importancia la Primaria". "No", dice tajante, "ha tenido importancia desde el principio en cuanto que ha sido la primera barrera de contención"; esto es, ha atendido a muchos pacientes a domicilio que luego no han saltado a las estadísticas porque no se les ha hecho pruebas, y ha derivado al hospital solo los casos necesarios.

El doctor López, en su consulta. El doctor López, en su consulta.

El doctor López, en su consulta.

Esta situación también ha reflejado que "la gente es obediente, no sé si en este caso por el miedo", pero "obedecían a pies juntillas lo que su médico le decía". Como desconocían esta enfermedad, los facultativos se convertían "casi en un semidios, aunque incluso los médicos y los científicos desconocíamos y se sigue desconociendo cómo va a seguir desarrollándose", confiesa.

La relación con los pacientes se ha hecho más estrecha en estas semanas hasta el punto de que, "cuando hablabas con ellos por teléfono, casi todos al despedirse te decían 'cuídate Pablo, porque si te cuidas tú nos cuidas a nosotros', lo que te emocionaba". En esos momentos "te sentías arropado y querido".

Por otro lado, ha habido "mucho miedo e incertudumbre, pero en los ciudadanos y en nosotros". Por ejemplo, el doctor López es padre de familia y volvía cada día a su casa, con su mujer y sus hijos, de un ambiente que no sabía hasta qué punto estaba contaminado: "Ese es el sentimiento que teníamos todos los sanitarios, si íbamos a traernos el problema a casa, a los nuestros". De hecho, en su centro de salud ha habido compañeros infectados e incluso alguno con ingreso hospitalario, aunque afortunadamente se han recuperado.

La zona de Hinojosa del Duque y Belalcázar (que forman parte de la misma Unidad de Gestión Clínica) ha sido "bastante castigada" por el coronavirus, lo que hace que prácticamente todos los médicos hayan visto (ya sea presencial o mediante atención telefónica) a alguna persona afectada.

De un tiempo a esta parte, como ya hay más disponibilidad de pruebas diagnósticas, está protocolizado que si hay un paciente en Primaria con síntomas compatibles con covid-19, hay que pedir una PCR y en un plazo de 24 o 48 horas se conocen los resultados. Inicialmente y debido a los pocos recursos, las pruebas PCR se hacían al paciente que se iba a hospitalizar y a los profesionales del centro sanitario que habían estado en contacto con él. En sociosanitaros, si un usuario daba positivo, se le practicaba al personal y al resto de residentes.

En Hinojosa no ha habido contagios en familias enteras gracias a la rápida actuación de los médicos

Según cuenta el doctor López, en Hinojosa no ha habido casos de contagios de toda una unidad familiar gracias a la rápida actuación. En cuanto que una persona se sentía mal, llamaba al centro de salud y su médico le decía que se aislara en una habitación de su casa. "Es una de las ventajas que tiene nuestro centro de salud, no pasa como en la capital, que llamas para pedir cita y a lo mejor te la dan para dentro de tres o cuatro días", apunta.

Aunque los médicos de Atención Primaria no pasan consulta presencial, en estos meses han tenido y siguen teniendo un horario de 08:00 a 15:00 en el que pasan consulta telefónica y domiciliaria en casos necesarios. Esto implica que han tenido que visitar con monos protectores con el hándicap de que ellos no tenían la experiencia previa de enfrentarse a una enfermedad infecciosa de este calibre.

En Hinojosa, además, uno de los facultativos se queda de guardia hasta las 08:00 del día siguiente. "Trabajamos 24 horas y asumimos las guardias del fin de semana, también turnos de 24 horas", explica Pablo López. En todo el área Norte (Guadiato y Valle de los Pedroches) hay dos equipos de UVI móvil que dan cobertura a urgencias y emergencias. Luego, Primaria da asistencia continuada extrahospitalaria. En ese sentido, atienden patologías como ictus, infartos, accidentes de tráfico, traumatismos o dolores abdominales, entre otras.

Uno de los aspectos positivos de esta crisis ha sido la potenciación del trabajo en equipo. En el centro de salud de Hinojosa las cinco consultas están intercomunicadas, pero "trabajábamos con las puertas abiertas por si necesitabas la opinión de un compañero". "La sobrecarga de trabajo, el miedo a lo desconocido y la incertidumbre han hecho que trabajemos muy unidos los cinco médicos, el personal de Enfermería y la técnico de rayos", recuerda. También ha habido mucha unidad con la dirección del centro y del Área Norte, y una relación más fluida con los especialistas de Urgencias y Medicina Interna del Hospital Valle de los Pedroches.

A la vez, ese miedo que sentían hacía que a la más mínima señal, como destemplanza o un dolor de garganta, "te ponías el termómetro", o que la higiene de manos se extremara hasta el punto de que salieran eccemas y grietas, como le ocurrió al doctor López al principio de la crisis. "Desconocíamos mucho, y no te quedaba más remedio que levantarte todos los días para ir a trabajar, luego quitarte la ropa antes de entrar a casa, ir directamente a la ducha y pedirle a dios no haber traído el virus", confiesa.

Este tiempo le ha servido para reflexionar sobre la vida y la condición humana porque, aunque normalmente los médicos de Primaria ya dan diagnósticos de enfermedades que cambian la vida por completo a una persona, "ahora hemos visto cómo un virus, algo invisible, te mata". Por otra parte, "nunca pensé que el ejercicio de mi profesión era de tanto riesgo, a priori no parecía que tuviera esa amenaza que ha demostrado el coronavirus", concluye este médico rural.

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