Día Mundial del Ictus en Córdoba: "Es un tsunami porque viene, te arrasa y tienes que volver a reconstruir de nuevo"

"A mí me dio un tsunami. Un ictus viene, te arrasa y te tienes que volver a reconstruir de nuevo". Así define Manuel Enrique Pérez el ictus hemorrágico que sufrió en enero de 2022 a los 57 años mientras dormía. El suyo ha sido uno de los testimonios que se ha dado a conocer en la jornada sobre el ictus que se ha celebrado este martes en el Hospital Universitario Reina Sofía, como antesala al 29 de octubre, Día Mundial del Ictus.

Pérez ha reconocido que recuperarse de ese tsunami que sufrió hace tres años es algo lento, pero con constancia y el seguimiento de la rehabilitación "estoy bastante mejor". En su intervención ante los medios de comunicación, este cordobés ha hecho un llamamiento a la prevención. Tras sufrir el ictus, tuvo que dejar su trabajo y le concedieron "una incapacidad total y una discapacidad del 75%", ha señalado. A pesar de ello, se ha mostrado optimista porque cada día lucha para conseguir estar mejor. Prueba de ello es que salió del hospital en silla de ruedas y ahora ya camina solo, aunque de vez en cuando se ayuda de un bastón.

En su relato, ha descrito qué sintió aquel día: "Se ve que me dio durmiendo, porque cuando me desperté sentí que no podía mover el lado derecho del cuerpo y perdí bastante tiempo en esa situación. "El tiempo es importantísimo en el ictus porque las neuronas van desapareciendo.

¿Qué es un ictus?

Fernando Delgado es neuroradiólogo e intervencionista del Hospital Reina Sofía y ha detallado que el ictus, un accidente cerebrovascular, es "una producción de golpe; como un parpadeo en latín en iptus cculi. De repente, deja de funcionar una parte de tus funciones motoras, sensitivas: puedes dejar de ver, de repente no hablas, de repente tienes dificultades para articular las palabras, tienes alteraciones de la estabilidad, no eres capaz de compensar, no sabes lo que te está pasando, no sabes explicarte. Todo es muy rápido".

En concreto, el ictus puede ser isquémico, que es lo más frecuente, sangrado o una hemorragia.

Unidad del Ictus del Hospital Reina Sofía

Fue en 2018 cuando el Hospital Reina Sofía puso en marcha la Unidad del Ictus y, desde entonces, el número de ingresos se han triplicado, según ha indicado el director gerente del centro médico, Francisco Triviño, quien ha recordado que en este espacio se ofrece un abordaje multidisciplinar desde que el paciente inicia los síntomas hasta que llega al hospital y lo atienden los servicios de Urgencias, de Radiodiagnósticos, profesionales de Enfermería, Medicina Interna, Neurología, Trabajo Social... "La verdad que es un ejército de profesionales que están dedicados y enfocados al tratamiento del ictus con el objetivo de disminuir la morbilidad, la mortalidad y disminuir la discapacidad que produce en estos pacientes", ha detallado.

Otro de los datos que ha destacado es que el 70% de los pacientes que ingresan a la Unidad del Ictus del Reina Sofía recuperan su autonomía.

Código Ictus

A esta jornada también ha acudido la delegada de Salud, María Jesús Botella, quien ha recordado que "el tiempo es vida cuando estamos ante la presencia de un ictus y, por eso, es tan importante que todo funcione de una manera coordinada". En esta línea ha hecho referencia al Código Ictus, cuyo protocolo que se puso en marcha por primera vez en el año 2007 en Andalucía. Según sus datos, el 2007 solo hubo dos activaciones del Código Ictus en la provincia de Córdoba y en el año 2024 fueron 624 activaciones.

Este código, ha continuado, sirve "para poder atender mejor al paciente y reducir de una manera muy importante la mortalidad y también, por supuesto, las secuelas más adversas que puede tener".

El número de ingresos en este servicio especializado se ha triplicado, superando en el último año los 1.000 pacientes atendidos; más del 70% de ellos han conseguido recuperar su autonomía total o parcial.

Una guía y un simulador

En la jornada se ha presentado también una guía para saber cómo actuar ante un ictus para que los médicos puedan atender de manera rápida al paciente cuando llega al hospital con la finalidad de que baje la mortalidad y las secuelas y que vuelva a su vida, según ha expuesto la responsable de la Unidad del Ictus del Reina Sofía, María José Álvarez, quien también ha señalado que "los protocolos están hechos para que todos -los profesionales- estemos en conjunto, coordinados".

Así las cosas, cada profesional ha de tener claro cuál es la función de uno y de otro porque "si un eslabón va mal, los siguientes eslabones van mal. Y al final el paciente es el que tiene las repercusiones, las consecuencias", ha añadido.

"Las guías, los protocolos se hacen para eso, para saber qué actuaciones tenemos que seguir todos con la finalidad de actuar rápido. Tenemos a nuestro alcance tratamientos que aplicados rápidamente, de forma intravenosa o de forma por cateterismo, con los que podemos conseguir romper ese coágulo que obstruye la circulación y devolver al paciente a su vida; ese es el objetivo", ha detallado.

La guía ha sido elaborada junto al nodo de Jaén y recoge las estrategias nacionales y europeas definidas para el periodo 2026-2030. Entre ellas destaca "la inclusión de las tres escalas validadas de sospecha de obstrucción de gran vaso que permiten determinar si el paciente puede requerir la realización de una trombectomía. Con la aplicación de estas escalas, los equipos de urgencias y emergencias, con la aprobación de los neurólogos vasculares de los hospitales de referencia de los pacientes, derivarán a los pacientes de forma directa a los hospitales con capacidad de trombectomía, evitando desplazamientos innecesarios de pacientes y aumentando las posibilidades de supervivencia y la reducción de secuelas en los afectados", según ha destacado el presidente del comité regional de procesos neurológicos del CES 061, Francisco Aranda.

A todo ello en la jornada se han presentado también unas gafas virtuales de la empresa Medtronic que simulan cómo una persona sufre un ictus.