Dos detenidos en Córdoba en una operación antidroga internacional

La Guardia Civil ha desmantelado un laboratorio de cocaína y ha detenido a dos personas en Córdoba en una macrooperación antidroga llevada a cabo por la Comandancia de Madrid en colaboración con la Drug Enforcement Agency (DEA) estadounidense, la Policía Federal brasileña y la Policía de Aduanas y Fronteras francesa. En la operación, denominada Operación Gallego, se han incautado un total de 575 kilos de cocaína, se han desmantelado cinco laboratorios y se han arrestado a 74 personas.

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, informó ayer de que en esta operación también se han incautado de once armas de fuego, dinero en efectivo y 30 kilogramos de sustancias para corte (tetracaína y fenacetina), 588.000 euros en metálico y diez armas largas y cortas y un fusil de asalto tipo AK-47. Además, los efectivos policiales han intervenido siete vehículos de alta gama, siete millones de dólares en moneda fraccionada, propiedades inmuebles valoradas en más de 15 millones de dólares y material de laboratorio (molinillos, moldes, productos químicos, lámparas o balanzas de presión).

El comandante de la Guardia Civil, Javier Rogero, por su parte, destacó que en esta acción policial se ha logrado detener al presunto cabecilla de la organización de nacionalidad colombiana, Alex P.G., alias el turco, que dirigía el tráfico de cocaína entre Sudamérica y Europa. Para blanquear los benefecios compraba gasolineras, fundamentalmente en Brasil.

Los miembros de la banda se valían de personas, conocidas como "mulas", que ocultaban el dinero obtenido de las ventas de cocaína adosado en forma de planchas a sus cuerpos, para llevarlo a Brasil. Rogero destacó que los agentes lograron interceptar a una mujer en el Aeropuerto de Barajas con 100.000 euros en su cuerpo.

La organización mantenía fuertes medidas de seguridad para detectar una posible presencia policial o evitar ser seguidos por miembros de otros grupos dedicados al narcotráfico. De esta forma, los miembros de la banda casi siempre utilizaban taxis en sus desplazamientos por las ciudades y cambiaban de domicilios con bastante frecuencia. Dos de los principales objetivos de la operación resultaron muertos en el transcurso de la misma, siendo uno tiroteado en la puerta de su domicilio de Panamá y otro quemado dentro del maletero de su vehículo en Colombia. De los 74 integrantes de este grupo de personas dedicado al tráfico de cocaína, 70 eran hombres y cuatro mujeres. Los detenidos tienen edades comprendidas entre los 26 y los 59 años.