El desempleo cae un 10% pero Córdoba es la quinta provincia con más paro

El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó ayer la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al primer trimestre de 2018 y, como viene siendo habitual durante los últimos años, tiene una doble lectura. Por un lado, el número de parados cayó entre enero y marzo, quedándose en un total de 94.600 desempleos; y lo hizo tanto si la comparativa se hace con el trimestre anterior (aquí bajó un 5,4%), como si se hace con el mismo periodo del año pasado (descendiendo en este caso casi un 10%). Sin embargo, ese número de parados deja la tasa de paro en un 25,45%, lo que sitúa a Córdoba como la quinta provincia con más paro de toda España, superada solamente por Ceuta (32,44%), Cádiz (31,25), Badajoz (28,64%) y Melilla (27,24%).

A grandes rasgos, la EPA del primer trimestre del año es positiva. Los datos al alza en el número de ocupados y a la baja en el caso de los desempleados suponen un avance en la superación de la crisis, un avance que, por otro lado, se viene registrando desde hace tiempo. Eso sí, también hay que tener en cuenta que la provincia ha perdido población en un año, por lo que su tasa de actividad (personas en edad de trabajar en relación con la población total) ha caído, haciendo que sea más fácil que el índice de empleo crezca.

En datos, a principios de este año la provincia contaba con 651.900 habitantes, de estos, 371.700 estaban en edad de trabajar y a su vez, de estos mismos, 277.100 estaban trabajando y 94.600 en paro (más 280.100 inactivos). Si estas cifras se comparan con el primer trimestre de 2017, es decir, con los datos de hace un año, se comprueba que la población ha caído alrededor de un 0,4%, los activos lo han hecho un 2,34%, los ocupados sí han aumentado, concretamente un 0,5%, mientras que los parados, como ya se ha dicho, cayeron casi un 10% en un año.

Ese descenso anual tan marcado en el número de parados es muy significativo, ya que se trata, sin duda, de un buen dato a todas luces. Sin embargo, siempre existen matices, y en esta bajada influyen el comportamiento general de la población, así como el tipo de trabajo que se crea (la temporalidad prima, como ya se sabe, pero la EPA no contempla este apartado).

En cuanto al comportamiento de los distintos sectores, hay algo que llama la atención por ser un tanto inusual. Y es que, mientras la agricultura y el sector servicios perdieron trabajadores, la industria y la construcción los ganaron. Llama la atención, en este caso, debido a que los dos primeros sectores aglutinan al grueso de los trabajadores de la provincia, especialmente los servicios; mientras que industria y construcción son dos ámbitos que desde la crisis han tenido muy difícil remontar, el primero sobre todo. Según la EPA, durante el primer trimestre de este ejercicio eran los servicios el sector con más ocupados, casi 193.000; este dato, eso sí, es un 0,67% inferior al registrado hace un año (194.100) trabajadores, y también menor al de finales de 2017 (199.700). Se entiende que el empleo en los servicios descienda a inicios de año si se compara con el último trimestre, dado que esos meses implican un gran volumen de contratación. Sin embargo, la comparativa anual es la que aporta ese cariz más negativo. Con la agricultura (35.700 trabajadores) ocurre algo parecido. En este caso, sí crece el número de trabajadores agrícolas al compararlo con finales de año y lo hace bastante, casi un 25%, gracias a las campañas de inicio de ejercicio. Pero cae casi un 11% en la comparativa anual, suponiendo esto que la agricultura ha generado a inicios este año menos empleo que el que generara a principios de 2017. Con la industria y la construcción ocurre todo lo contrario, ganan ocupados en ambas comparativas. La industria acumulaba a principios de año 32.400 trabajadores, un 14% más que hace un año y un 12,5% más que hace tres meses. Por su parte, en la construcción se empleaban, según los últimos datos, 16.300 trabajadores, un 23% más que hace un año y también un 23% más que a finales del año pasado.

Por su parte, el Instituto Andaluz de Estadística publicó además la EPA analizando los hogares cordobeses. Cayeron tanto el número de hogares con todos sus miembros en paro, como el número de hogares con todos su miembros trabajando. En el primer trimestre había 26.400 familias con todos sus miembros sin trabajo, un 23% menos que en el mismo periodo de 2017.