Cuenta atrás para la Semana Santa en Córdoba: las ventas se recuperan con una subida en los precios de las flores o la cera
Cuaresma
Los comercios cofrades recuperan su actividad tras dos años sin procesiones en las calles
La escasez de materias primas o la subida del carburante elevan el coste de los productos
Con la llegada de la Cuaresma comienza la cuenta atrás para los preparativos de la Semana Santa. Este año, la ilusión y esperanza colman este periodo previo a la Semana de Pasión, ya que todo parece indicar que las hermandades y cofradías podrán salir a la calle tras dos años resguardadas en sus templos a causa de la situación sanitaria generada por la pandemia del coronavirus.
En estas semanas, los comercios especializados han vuelto a recibir los pedidos típicos de las fechas. Por parte de los cofrades, la búsqueda se centra en telas para confeccionar una nueva túnica, renovar el capirote o costal o las bolsas de incienso. Desde las hermandades también se están llevando a cabo encargos de sus principales ornamentos: flores y velas.
Este aumento de ventas y la moderada vuelta a la situación pre covid llena de gozo a los profesionales del sector, si bien el encarecimiento de determinados productos ante los incrementos en los suministros, las materias primas y el transporte genera un aumento en el precio final, como es el caso de las flores y la cera.
Los primeros que se empiezan a preparar para la Semana Santa son los costaleros, ya que desde principios de año comienzan las igualás y ensayos para las próximas salidas procesionales. Éstos acuden a las tiendas cofrades en busca de costal, faja o morcilla (relleno prensado de algodón que sirve de punto de apoyo), tal y como ha explicado el propietario de la tienda Todo Cofrade, Alejandro Gallardo: "Ahora el costalero no es como antes, que se compraba el costal y lo guardaba diez años; ahora saca varias cofradías y normalmente suelen cambiar de ropas".
En este tipo de productos los precios se han mantenido, como ha comentado Gallardo, pues "suelen estar siempre sobre la misma línea". Lo más vendidos en estos días previos son las bolsitas de incienso, que en Todo Cofrade hay de cuatro tipos, según el grado de intensidad.
En la mayoría de hermandades ya se ha procedido al reparto de túnicas; en otras, se hará de forma inminente, por lo que los siguientes enseres que se demandarán serán los que conforman el hábito del nazareno: capirotes, guantes o cíngulos.
"La gente está receptiva; aunque el año pasado no hubo Semana Santa, los cordobeses querían vivirla", ha comentado Gallardo al explicar la dificultad que supuso como negocio la inactividad de las temporadas pasadas. "El primer año nos pilló de nuevas porque nos partió la Cuaresma y ya teníamos la inversión hecha, pero el año pasado sí pudimos hacer una previsión".
Un negocio de estas características mantiene sus ventas durante todo el año con los productos de merchandising de las hermandades, aunque debido a la afluencia de esta época, desde Todo Cofrade incluso han reforzado el horario al público, abriendo también los sábados por las tardes.
Flores y cirios
En Velas Ridaura trabajan a contrarreloj ante la llegada de la Semana Santa. Esta cerería artesana de Cabra produce velas de toda clase desde 1940. Están destinados a dotar a las hermandades de todos los útiles luminosos que aportan en su cortejo, desde los cirios de cada nazareno hasta las flores de cera para los palios.
La mayoría de su clientela, también de ámbito nacional, son hermandades, por lo que en el 80% de su carga de trabajo es en estas fechas. "En un año normal empezamos desde octubre o noviembre y estamos hasta ultima hora", ha indicado el propietario del negocio, Eduardo Ridaura.
Esa normalidad a la que hace referencia no es la acontecida en este año, ya que los encargos "están entrando un poco más tarde, porque hay gente que todavía no se confía mucho", ha expresado. Durante la pandemia, han "sobrevivido" a pesar de no generar ingresos suficientes, ya que, hasta otoño del pasado año no empezaron a salir las primeras imágenes a la calle, como tampoco se realizaban actos internos como besamanos o cultos.
El escenario de este año suponía un halo de aliento, pero la realidad parece discernir de ello. La escasez de materias primas y el coste de energías hacen que el precio de las velas se haya triplicado, como ha informado el profesional, por lo que este aumento ha repercutido en el precio final: "No hay más remedio".
En esta cerería se fabrica a medida, ya que los candelabros no están estandarizados y cada hermandad tienen una medida distinta, por lo que la fabricación de este producto se realiza una vez que se haya recibido el encargo, como ha apuntado Ridaura.
En el ámbito floral, la situación es similar: "La flor está más cara", ha indicado la propietaria de Andaluflor, Encarna Sánchez. Esta cuestión se está arrastrando desde hace varios años, aunque la pandemia propició un importante aumento, tras un descenso en la producción. Esto se originó debido a que muchos agricultores han cambiado la siembra de flores por la de hortalizas. "Va a ser complicado porque no hay tanta flor como había antes de la pandemia", reseña haciendo hincapié también en que la subida de los carburantes hace que el precio se disparé respecto a otros años, dado que "la flor no era tan cara".
Ecuador y Holanda son los principales países importadores de flores. En cuanto a las más demandadas, el iris, el clavel y la rosa ganan por goleada, aunque como en cualquier ámbito, en este sector también surgen modas y cada vez son más las hermandades que deciden adquirir surtidos de distintos tipos.
El rojo, el morado, el blanco y el rosa son los colores predominantes que se repiten cada año sobre los pasos. "La mayoría de las hermandades ya tienen pensado qué van a poner y estamos pensando algunas opciones; hay hermandades más clásicas y otras más modernas", ha indicado Sánchez. En el mercado nacional, las flores más cultivadas son freesias, tulipanes y ranunculus.
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