La crónica negra: el lado más oscuro de la sociedad
En el último cuarto de siglo han sido demasiadas las mujeres asesinadas por sus parejas en la provincia, que ha vivido numerosos jucios mediáticos
Especial 25 años de El Día de Córdoba
La crónica negra de Córdoba de este último cuarto de siglo está plagada de trágicos sucesos y de crímenes escalofriantes que se han quedado en la memoria de la sociedad. Lamentablemente, gran parte de estos hechos luctuosos han tenido nombre de mujer, que perdieron la vida a mano de sus parejas sentimentales. La violencia de género entonces, no se consideraba tal cual e, incluso no se había aprobado la ley de Protección Integral contra la Violencia de Género –entró en vigor en 2004– , ni existían programas de prevención ni tampoco de acompañamiento a las víctimas.
Fue en mayo de 2001, cuando El Día de Córdoba apenas llevaba unos meses en los quioscos cuando Antonia Sánchez, madre de dos hijos, fue asesinada por su pareja y se convirtió en la primera víctima de violencia de género de la provincia. Desde entonces, han sido demasiadas las mujeres que han sido asesinadas y esta lacra aún continúa latente en la sociedad a pesar de los grandes esfuerzos que han hecho organizaciones como la Plataforma Cordobesa Contra la Violencia a las Mujeres, que no ha dejado de trabajar en aras de erradicar esta maldita lacra y también manifestar su repulsa hacia hecho tan execrables como el de María Rafaela D. M., de 38 años, cuya pareja roció con ácido y prendió fuego en octubre de 2003. La imagen que ilustra esta información corresponde a la manifestación que convocó la plataforma.
En este repaso por la crónica negra de la provincia de Córdoba ha habido también otros sucesos execrables, como el asesinato de Juana Vicenta Domínguez, que murió apuñalada a los 87 años en octubre de 2006 en su quiosco de los jardines de Los Patos; el del sacerdote de Villafranca que en julio de 2007 falleció a manos de un joven con el que supuestamente mantenía una relación sexual, o el del indigente que en octubre de 2007 perdió la vida en Lucena después de que un grupo de menores de edad le prendieran fuego para grabarlo con el móvil.
El listado de asesinatos que se han registrado en todo este tiempo es muy abultado y, por citar algunos casos más recientes, en agosto 2018 un hombre mató a otro en el interior de un bar en el barrio del Santuario y este verano de 2025, otro hombre disparó a otro de 65 años con una escopeta en bar de Almedinilla. Otro hecho luctuoso y también bastante reciente ha sido el asesinato del menor Alex Hidalgo en El Arenal o la muerte de un alumno de 13 años del instituto Colonial de Fuente Palmera por ahogamiento en los Baños de Popea en una excursión en mayo de 2018.
De Ángeles Zurera a Álvaro Prieto
La desaparición de personas también forman parte de esta nómina luctuosa de estos 25 años y, algunas de ellas, siguen sin resolverse, como la de Ángeles Zurera, desaparecida de Aguilar de la Frontera hace ya 17 años. Siempre se descartó una desaparición voluntaria y su exmarido es el principal sospechoso. La investigación sigue abierta y desde el verano de 2024 se han llevado a cabo tres búsquedas con georradar, todas ellas sin resultados positivos. En el momento de su desaparición, Ángeles Zurera tenía 42 años y dos hijos.
Quienes tampoco han dejado de buscar a su hijo han sido los padres de Paco Molina, de cuya desaparición 2025 se han cumplido diez años en julio de 2025, un tiempo en el que no han dejado de intentar dar con él de todas las maneras posibles. Paco Molina desapareció la noche del 2 de julio de 2015, con 16 años. Desde entonces, sus padres, Isidro Molina y Rosa Sánchez no han parado de encontrar a su hijo.
Otra de las desapariciones más mediáticas de estos años ha sido la del joven Álvaro Prieto, joven futbolista de la cantera del Córdoba CF que murió en Sevilla en octubre de 2023. Su desaparición mantuvo en vilo no solo a la población cordobesa, sino a gran parte de la sociedad española hasta que una cámara de TVE descubrió el cuerpo, que quedó a la vista tras caer desde el techo de uno de los vagones del tren en que se encontraba al ponerse en circulación el convoy, mientras hacía un directo en la estación de trenes de Santa Justa de Sevilla. Gracias a la cámara de una gasolinera cercana a Santa Justa se pudo determinar cómo se produjo el fatal fallecimiento del joven el mismo día de su desaparición, ya que las imágenes mostraron cómo se subió al techo de un tren y cayó fulminado tras recibir una carga eléctrica mortal.
La siniestralidad en las carreteras cordobesas durante también merece una especial atención. Por ejemplo, en 2003 murieron cinco albañiles de Aguilar de la Frontera en un accidente de tráfico en la N-331, mientras que en la N-432 también se han registrado numerosos siniestros. Sin duda, una carretera con una elevada siniestralidad que sigue sin convertirse en autovía. Por ejemplo, el último accidente mortal ha tenido lugar en junio de este año cuando un joven de 25 años perdió la vida tras la colisión entre un coche y un camión.
La A-4 también se ha cobrado la vida de demasiadas personas y en el recuerdo queda el caso del accidente en el punto kilométrico 398 en el que cuatro amigas madrileñas que viajaban a Cádiz para pasar unas vacaciones murieron y otra resultó herida de gravedad tras chocar contra un camión del área de Infraestructuras del Ayuntamiento de Córdoba.
Juicios mediáticos
En el apartado de tribunales, por su parte, hay que destacar varios juicios mediáticos. Uno de ellos ha sido el de la Manada de Pozoblanco, por delitos contra la libertad sexual y la intimidad cometidos contra una joven en 2016, y también el del empresario y quien fuera líder de la oposición en el Ayuntamiento de Córdoba Rafael Gómez, condenado en febrero de 2017 por varios delitos contra la hacienda pública y por el que entró en la cárcel de Alcolea, si bien, en 2020 obtuvo la libertad condicional por su edad.
En esta nómina de juicios no se puede olvidar el del Caso Fénix, cuya investigación comenzó en 2006 tras detectarse irregularidades en la importación se oro desde Suiza que se vendía a mayoristas y fabricantes de joyería. Una macrocausa –la más numerosa de todas las que se han celebrado en la Ciudad de la Justicia de Córdoba en estos 25 años– que sentó en el banquillo a un centenar de acusados por un presunto fraude fiscal de 150 millones de euros a Hacienda y que no comenzó hasta 2019. Finalmente, todos los acusados fueron absueltos.
También hay que destacar el caso Rocket, por el que la excaldesa de Peñarroya-Pueblonuevo, Luisa Ruiz, fue condenada a más de seis años y medio de cárcel por delitos de prevaricación administrativa, fraude de subvenciones, malversación y falsedad en documento oficial en los proyectos del tren turístico del Guadiato, el museo del ferrocarril y el vagón restaurante. Dentro del ámbito político hay que aludir al Caso Infraestructuras, por el que el exedil del área, David Dorado, está acusado de un presunto delito de prevaricación que habría sido cometido en la contratación del sistema de seguridad para colegios públicos y edificios municipales durante la pandemia.