El Campo

La cosecha de almendra crecerá un 30% en Córdoba por la buena meteorología

  • Asaja destaca que en la provincia se esperan 1.200 toneladas de fruto en una superficie de 6.256 hectáreas

Recogida de la almendra en una finca.

Recogida de la almendra en una finca. / El Día

La organización agraria Asaja Córdoba ha informó de que la provincia espera contar con una cosecha de 1.200 toneladas de almendra en una superficie de 6.256 hectáreas durante la campaña 2019-2020, estimándose una producción de 14.950 toneladas aforadas en Andalucía, frente a las 11.500 del ejercicio anterior.

Las fuentes de Asaja Córdoba han destacado que la buena meteorología durante la campaña (ausencia de lluvias intensas o persistentes, vientos fuertes y heladas generalizadas) ha favorecido el desarrollo de la floración. Por otra parte, el incremento de las previsiones tiene relación directa con las nuevas plantaciones que se van incorporando a la producción. “Todo esto traerá consigo un aumento notable de la cosecha, en torno al 30%, siempre que no haya sorpresas meteorológicas”, han puntualizado.

Por provincias, Granada vuelve a ser la principal productora, con una previsión de 4.600 toneladas de almendra grano (esto implica un aumento del 30% respecto a las 3.450 toneladas del año pasado). La cosecha en general es buena, destacando las zonas del centro y sur, con una notable mejoría con respecto al año pasado. En la zona norte se han producido heladas que han rebajado las primeras previsiones, aunque seguirá habiendo un crecimiento de cosecha respecto al año pasado, que fue muy malo.

Por su parte, Almería espera una cosecha de 3.400 toneladas (esto supone un incremento del 10% respecto a las 3.090 toneladas del año pasado). A pesar de las heladas que se han dado en la zona de los Vélez y otras comarcas, se observa una cosecha bastante buena en la mayoría de la provincia. La provincia de Sevilla recupera la normalidad, con una previsión de 3.500 toneladas de almendra grano (un 52% más que en la campaña pasada), después de un mal año por la afectación de enfermedades. Se espera una buena cosecha generalizada y la aportación de almendras de nuevas fincas que van entrando en producción. En Málaga se esperan unas 1.450 toneladas (crece un 30% respecto al año anterior), con buenas cosechas generalizadas y subida destacada de la almendra marcona.

En el resto de Andalucía, se estiman unas 800 toneladas (un 33% más que en la campaña pasada), destacando la buena cosecha en la provincia de Cádiz, por la entrada en producción de nuevas fincas. Por variedades, se prevén unas 13.000 toneladas de comunas; casi 1.200 de marconas y casi 750 de larguetas. En cualquier caso, la evolución meteorológica de los próximos meses será clave y determinante en la producción final.

El almendro ha pasado de cultivo residual a cultivo de moda. Un mercado cada vez más creciente y, sobre todo, un precio que en los últimos años se ha doblado son –además de la crisis en los cultivos tradicionales– algunas de las razones por las que el cultivo del almendro está de moda en Andalucía. Hasta el punto de que los plantones en los viveros están agotados y quien quiera tenerlos –no ya para este año sino para el que viene– tiene que reservar y ponerse en lista de espera.

Según datos de las organizaciones agrarias, una hectárea de almendros en la provincia de Córdoba produce, de media, unos 400 kilos de fruto, aunque hay diferencia de rendimientos según la antigüedad de las explotaciones, pudiendo llegar incluso las de nueva plantación hasta los 1.700 kilos por hectárea. Desde hace unos años resulta llamativa la reaparición del almendro en la mayoría de las comarcas de Córdoba, gracias a la ley de la oferta y la demanda que, en este caso, se ha cumplido a rajatabla.

Esto es así porque, en los últimos años, se ha disparado exponencialmente la demanda de frutos secos a nivel mundial, alentada por las bondades de la dieta mediterránea. Inviernos fríos y veranos calurosos, necesarios para que el cultivo salga a adelante, han hecho que se apueste fuertemente por la almendra.

Los nuevos tipos de almendros, con floraciones que se producen a lo largo del mes de marzo, están más protegidos del frío y garantizan buenas campañas, frente a lo que ocurría con las antiguas variedades. Si antes el almendro aparecía en zonas marginales de difícil mecanización ahora reaparece en intensivo, mecanizado y a riego. La escalada de precios habla por si sola. Hasta hace dos años el kilo de pepita se pagaba a uno o dos euros y, a día de hoy, la cifra sube hasta los seis o siete euros.

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