La cifra de cordobeses que residen en otras comunidades autónomas ha caído en lo que va de siglo un 21,5%, según se desprende de los últimos datos al respecto del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), organismo dependiente de la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad de la Junta de Andalucía.

Estos datos, fechados a 1 de enero de 2020 revelan que en la actualidad hay 237.519 cordobeses viviendo en otros puntos de España, por los 302.537 que había en el año 2020. Esta última cifra correspondiente a 2020 también supone una caída, en este caso del 1,6%, respecto a la arrojada en enero de 2019, año en el que 241.400 cordobeses residían en otras regiones españolas.

A la hora de emigrar a otras tierras en busca de prosperidad, los andaluces en general y los cordobeses en particular se han decantado desde hace décadas mayoritariamente por Cataluña. Precisamente, la comunidad autónoma en la que porcentualmente más ha caído la cifra de cordobeses es en tierras catalanas; en concreto en casi un 29%. Según los datos del IECA, en 2000 residían en la región que un día presidiera Jordi Pujol 145.535 cordobeses, por los 103.589 que hay en la actualidad. Si comparamos este último dato con el de enero de 2019, también se comprueba que hay menos cordobeses en Cataluña que hace un año, cuando habitaban 106.244; o lo que es lo mismo un 2,5% menos.

El charnego sigue teniendo cara de andaluz. Cataluña desde hace décadas no solo ha acaparado casi la mitad de la emigración de Córdoba a otras tierras españolas, también durante décadas casi la mitad del conjunto de los andaluces residentes en otras regiones también ha elegido la comunidad ahora presidida por Quim Torra como destino. No obstante, esta tendencia ha ido cayendo en lo que va de siglo. Los datos del IECA hablan de que de los 1,6 millones de andaluces que en 2000 residían en otros puntos de España, 784.618 lo hacían en Cataluña; o lo que es lo mismo, o sea, el 47%.

En la actualidad, de los 1,3 millones de andaluces que viven en otras comunidades autónomas, 556.292 lo hacen en la catalana; o lo que es lo mismo, algo más del 40%. En el caso de Córdoba, de los 302.537 nacidos en la provincia que a principios de siglo vivían en otras regiones de España, 145.535 residían en Cataluña; o lo que es lo mismo, el 41,8%. Hoy en día de los 237.519 cordobeses que residen en otros puntos de España distintos a Andalucía, 103.589 viven en tierras catalanas; o sea, el 43,6%.

Echando un vistazo a los antecedentes. En concreto, a comienzos de la pasada década de los 70, en Cataluña vivían 840.000 personas nacidas en Andalucía. Si a esta cifra añadimos los hijos nacidos ya en esa tierra, el total supera ampliamente el millón cien mil personas. Es decir: cerca de la mitad del total de andaluces que salieron de su tierra en pos de un futuro mejor –más de dos millones de personas– se instalaron en Cataluña.

La magnitud de este fenómeno en los años 60 y 70 fue tal que hubo quien dio en bautizar a Cataluña como la novena provincia andaluza. Algunos acabaron con los años volviendo a su tierra y otros han continuado emigrando a aquella y otras tierras de oportunidades. El éxodo no ha cesado y en la actualidad, tan sólo hay más granadinos –110.053– que cordobeses en esa tierra que sigue siendo con diferencia en la que más nacidos en Andalucía residen.

Desde la pasada década de los 60, el segundo destino de los cordobeses es Madrid y el tercero, la Comunidad Valenciana

Siguiendo la tendencia andaluza, el segundo destino con más residentes cordobeses continúa siendo, también desde la pasada década de los 60, Madrid. Los llamados trenes de la esperanza llegaban periódicamente a esas tierras cargados de familias cordobesas que no veían futuro en una tierra eminentemente agrícola y se aventuraban a intentar iniciar una nueva vida –provistas de un sólo equipaje– en una capital que empezaba a demandar a cuentagotas mano de obra para la industria.

O era eso, o era intentar traspasar las fronteras del país para emprender esa otra aventura en la llamada tierra extraña –Alemania, Francia o Suiza, fundamentalmente– que interpretaran Concha Piquer y Juanito Valderrama en aquellas clásicas coplas. En 2000 residían en Madrid 64.553 cordobeses, por los 51.795 que residen en la actualidad, lo que supone también una caída del 19,7%.

En el caso del conjunto de las provincias andaluzas, eran a inicios de siglo 291.916 los andaluces residentes en la comunidad madrileña, por los 260.975 que residen hoy en día; lo que supone un descenso, en este caso, del 10,6%. Además, en la actualidad, en Madrid viven más de 10.000 menos andaluces que al comienzo de la última crisis económica, en 2008–. De ellos, más de 5.000 cordobeses menos que en ese año de inicio recesor. Córdoba es tras Jaén –con 67.902– la provincia andaluza con más oriundos residiendo en la capital del Reino.

Continuando con esa tendencia andaluza, el tercer destino preferido por los nacidos en la comunidad de Blas Infante desde la década de los 60 para iniciar una nueva vida –y que desde entonces se mantiene también como el tercero mayor en residentes procedentes de Córdoba– es la Comunidad Valenciana, fundamentalmente las provincias de Alicante y Valencia.

La llamada de la industria turronera fue uno de los reclamos fundamentales para que muchas familias cordobesas decidieran cambiar de aires. Hoy en día hay 187.638 andaluces viviendo en la Comunidad Valenciana, de los que 30.216 son cordobeses. La provincia cordobesa es la tercera de Andalucía en número de residentes en esas tierras tras la de Jaén –con 57.086 residentes– y Granada –con 35.251–.

El cuarto destino de la emigración andaluza fueron las Islas Baleares, comunidad autónoma en la que viven 88.647 andaluces de los que 11.204 son cordobeses.