Un cordobés que vivió Egipto desde dentro

"Tenía un sentimiento de que era historia y de que era un privilegio formar parte de ella". Esto fue lo que pasó por la cabeza de Ángel Santisteban Azorín, un cordobés que durante su viaje a Egipto vivió muy de cerca el llamado Viernes de la Ira convocado por los Hermanos Musulmanes contra el golpe de Estado militar acontecido en el país.

Santisteban siempre había querido viajar a Egipto, y aunque era consciente de la manifestación convocada para el día 30 de junio en el país, no dudó en embarcarse en este viaje "ya que desde el Ministerio no decían nade de no ir allí". Una experiencia que resultó como poco única y que llevó a este cordobés a vivir y conocer de primera mano y desde dentro todo lo que ocurrió el pasado 5 de julio en la ciudad de El Cairo.

Un crucero por el Nilo con paradas en diversas ciudades entre las que se encuentran Luxor y Asuán y tres o cuatro días en la capital egipcia era el itinerario previsto por Santisteban y un grupo de 12 o 13 españoles más que se embarcaron "sin imaginar lo que iba a suceder". "Escuchamos el ultimátum del ejército de 48 horas a Mohamed Morsi y su dimisión ya cuando estábamos en Luxor porque la televisión no paraba de bombardear información", comenta.

Todavía en el barco la inquietud crecía en este grupo de españoles dada la situación. "Nos decían que todo iba bien pero por la noche el guía nos dijo que no saliéramos", explica. Santisteban añade que por la mañana todo estaba "aparentemente tranquilo", pero que se notaba que "había más tensión y que aumentó la presencia militar".

La visita a El Cairo llegó el mismo viernes, cuando la situación se volvió más complicada y tensa en Egipto. Un hotel cerca de la Plaza Tahrir alojaría a este grupo del que formaba parte Santisteban, que afirma que conforme avanzaba el viaje se veían menos turistas por las calles.

Aviones militares sobrevolando la ciudad y un aumento de la seguridad en la zona fue la primera estampa que este cordobés tiene de la capital egipcia. "Al principio te inquieta y luego te resulta curioso, así que algunos fuimos en torno a las 17:00 a la Plaza Tahrir, donde se podían ver como pasaban los aviones para animar a la gente, dibujando corazones y con banderas del país".

Conforme avanzaban en su camino podían observar como había zonas cercadas con alambres de púas y gente con palos y bates, "y eso te inquieta". Pero una vez en la plaza el ambiente se transformó: "Me llamó mucho la atención que no había ni policías ni militares, solamente civiles allí concentrados".

Aunque algunos de sus compañeros volvieron al hotel, Santisteban y otros curiosos permanecieron en la plaza hasta la noche y fueron testigos de la situación en directo: "Allí no parecía que hubiese habido un golpe militar, la gente estaba alegre y contenta, y al final lo que parecía desde fuera era que el ejército había hecho lo que el pueblo quería".

Con la caída del sol emprendieron su camino de vuelta hasta el hotel, ya que los seguidores del expresidente Morsi se acercaban por el puente Qasr- al Nil, según Santisteban. Este momento "fue en el que empezaron los alborotos y los disturbios, con disparos, gente tirando piedras y coches ardiendo", apunta.

Al día siguiente la ciudad despertaba tras una noche intensa y los turistas, los pocos que quedaban, seguían con mucha precaución visitando El Cairo.

Aficionado a la fotografía, Santisteban no dudo en ningún momento en inmortalizar todo lo que vio y presenció en las horas en las que pudo formar parte de un momento crucial para el futuro de todos los egipcios. Momentos intensos pero irrepetibles para este cordobés que seguro que no olvidará su viaje a Egipto en el verano de 2013.