Una violación a la semana. Ese es el frío dato que deja en Córdoba el balance de criminalidad publicado esta semana por el Ministerio del Interior, que recoge los casos del cuarto trimestre de 2023 y, por lo tanto, cierra la evolución del pasado año. Un informe que destaca que los delitos crecieron un 12% en la provincia, por encima de las medias nacional (5,9%) y andaluza (9,1%), hasta alcanzar los 31.856, manteniendo la tendencia al alza de las última anualidades, especialmente tras la pandemia. Del total, 24.165 corresponden al bloque de criminalidad convencional (+4,9%), mientras 7.691 son de cibercriminalidad (+42,1%).

Durante el último año, en Córdoba se produjeron 242 delitos contra la libertad sexual, 30 más que un año antes (aumento del 14,2%), si bien el crecimiento porcentual es especialmente alarmante en cuanto a las agresiones sexuales con penetración, que alcanzan las 52, tantas como semanas tiene el año. En 2022, la Policía Nacional y la Guardia Civil registraron 39 violaciones, por lo que en 2023 son 13 más (+33,3%). El resto de delitos de índole sexual también crecieron, en este caso un 9,8%, pasando de 173 a 190.

De las 52 denuncias anotadas en la provincia por agresión sexual con penetración, seis de cada diez se registraron en la capital, que sumó 33 en el balance anual, lo que equivale a casi tres violaciones al mes. El informe de Interior, que analiza solo municipios con más de 20.000 habitantes, recoge también cuatro delitos cometidos en Lucena y Cabra, dos en Montilla y uno en Palma del Río; las ochos restantes fueron en localidades con menor población.

Para poner en contexto la gravedad de las cifras en Córdoba, y refrendar la importancia de las campañas que las administraciones tienen en marcha contra la violencia de género, solo hay que detenerse en el aumento de las denuncias por violación. Así, en 2021 fueron 24, un año antes la cifra se quedó en 22 y en 2019, en 21, siendo la primera vez que se pasaba de la barrera de las 20 que se quedó lejos tanto en 2018 (15) como en 2017 (12).

De hecho, hace solo unas semanas, el Gobierno achacó a "la mayor concienciación de las mujeres en denunciar" las agresiones de carácter sexual, así como "la mejora de la catalogación de este tipo de hechos delictivos" por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad como clave en ese aumento significativo que recoge el balance de criminalidad

La cibercriminalidad, al alza

Más allá de los delitos contra la libertad sexual, en el informe destacan especialmente el crecimiento de la cibercriminalidad y de los homicidios dolosos y asesinatos en grado de tentativa, ambos por encima del 40%. En el primer apartado, durante el pasado año se contabilizaron 7.691 denuncias (5.414 en 2022), de las que 6.758 fueron estafas informáticas (+45,9%) y 933 otro tipo de ciberdelitos; en el segundo, se pasó de 15 a 21 casos registrados por las fuerzas y cuerpos de seguridad.

Porcentualmente, el apartado del balance de criminalidad que más crece en la provincia es el que hace referencia a los secuestros, pues lo hace un 100% al detectarse el pasado año una denuncia, cuando en 2022 no se había producido ninguna. De hecho, todos los puntos del informe suben, con la excepción de los homicidios dolosos y asesinatos consumados, pues en ambas anualidades hubo tres.

Cuantitativamente, los hurtos son los que marcan el paso en el informe de Interior, con un total de 6.751 y un aumento del 11,2% (el año anterior hubo 6.072), seguidos de los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, que alcanzan los 1.463 (+12,7%). Los robos con violencia e intimidación fueron 418 (+14,8%), mientras que las riñas tumultuarias ascendieron a 327 (+12%). Además, hubo 265 denuncias por sustracciones de vehículos (+12,8%) y 152 por tráfico de drogas (+2%).

Por municipios

Por su población, el balance de criminalidad se detiene en siete municipios de la provincia, con una subida general de los delitos, aunque en distinto grado. Así, los que experimentan un incremento más moderado son Puente Genil (+1,9%), con aumento de los hurtos (22,4% al pasar de 183 a 224) y caída de los delitos por tráfico de drogas, que pasan de 14 a 6 (-57,1%); y Palma del Río (4,8%), donde crecen de manera notable las estafas informáticas, que suman 196 (+176,1%), y caen un 57,1% las riñas tumultuarias (9).

En la capital, el incremento es del 12,7%, con una subida del 180% de los asesinatos en grado de tentativa (pasa de 5 a 14) y una notable caída de las denuncias por tráfico de drogas (-19,5% al pasar de 77 a 62), mientras que otros dos municipios -Montilla y Priego de Córdoba- se quedan también por debajo del 20% de aumento. El primero se sitúa en el 18,5% -suben los delitos de tráfico de drogas, que pasan de 3 a 10 (233,3%), y los hurtos (+13,5% al pasar de 74 a 84)- y el segundo queda en el 19,5%, con un descenso de los hurtos del 19,8% (85) y un aumento del 86,1% de los robos con fuerza en domicilios (67 por 36).

Por último, la criminalidad creció durante 2023 hasta un 20,4% en Lucena, con un crecimiento notable de los delitos contra la libertad sexual, que suman 29 (+163,6%) y de los robos de vehículos (+93,3%, al pasar de 15 a 29), mientras que en Cabra la subida fue del 24,2%, con un aumento significativo del robo de vehículos (13, +116,7%) y un leve descenso de los delitos sobre la libertad sexual (-14,3).

En Andalucía

La criminalidad total registrada policialmente en Andalucía ha crecido un 9,1% (de 379.133 a 413.493 infracciones penales), por encima de la media nacional (5,9%) en 2023, y en comparación con el año anterior. En el balance se refleja un notable incremento de las modalidades de criminalidad agrupadas bajo el concepto de cibercriminalidad, sobre todo un fuerte aumento de las estafas cometidas por medios informáticos.

De hecho, la Policía Nacional y la Guardia Civil registraron un total de 81.251 delitos vinculados a la cibercriminalidad durante 2023 en la comunidad andaluza, lo que supone un incremento del 42,8% respecto al año anterior, cuando se contabilizaron 56.908 delitos de este tipo. Por tipos penales, las estafas informáticas pasan de las 49.323 de 2022 a las 72.784 del año pasado, un 47,6% más. Otro tipo de ciberdelitos suman 8.467 infracciones más, lo que supone un aumento del 11,6%.

La criminalidad convencional registra 332.242 infracciones penales (un 3,2% más, ya que en 2022 fueron 322.225), aunque destaca el descenso del 4,1% en los homicidios dolosos y asesinatos consumados (de 74 a 71). No obstante, este tipo de delitos contra la vida suben un 2,5% en su modalidad en tentativa (de 284 a 291). También crecen un 5,9% (de 4.855 a 5.142) los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria. Especialmente notable es el incremento del 66,7% en los secuestros, que pasan de los 21 casos de 2022 a los 35 del año pasado.

Los delitos contra la libertad sexual suben, de forma general, un 15,2% (de 2.659 a 3.062); un 17,8% cuando se habla de agresiones sexuales con penetración (de 512 a 603), y un 14,5% en otro tipo de modalidades (de 2.174 a 2.459).

En cuanto a los robos con violencia e intimidación, el ascenso es del 5% (de 7.335 a 7.705); mientras que los robos con fuerza crecen un 7,7% (de 18.819 a 20.266). Los hurtos también aumentan de 89.038 a 95.607 (un 7,4% más), igual que las sustracciones de vehículos (de 5.578 a 5.965, un 6,9% más) y el tráfico de drogas (de 4.616 a 4.782, un 3,6% más).