Historia

Córdoba pierde parte de su historia: adiós a la casa donde nació el anís Manolete

  • Comienzan los trabajos para demoler el edificio, que recientemente acogió a la discoteca Palazzio

Una excavadora, durante su actuación.

Una excavadora, durante su actuación. / Juan Ayala

Los tiempos cambian, pero la historia queda. No habrá máquinas que puedan borrar las huellas del pasado.  Sobre todo si mantienen un sello que aún hoy da señales de vida, para hacer perenne ese recuerdo. Cuando alguien entra a alguna de las tabernas históricas de Córdoba, en sus vitrinas, esas que protegen muros que guardan para sí secretos (in)confesables, puede ver alguna botella de anís Manolete, un clásico que camina ya para el siglo de vida y que tuvo su origen en los bajos de un edificio que este martes ha comenzado a decir adiós de manera definitiva para dar paso a un nuevo bloque de viviendas.

Todo eso tuvo su origen en los años 40 del pasado siglo en la casa de la familia Repullo, en cuyos bajos dio cobijo a una industria, Destilerías Repullo SL, que fabricaba licores varios, desde el más tradicional de café, al coñac y hasta ginebra. Pero sobre todo el anís Manolete, que confió su nombre a la familia desde que dio sus primeros capotazos sobre el albero. Todo un gancho que, unido a la calidad de la bebida, la convirtió en un producto consumido en toda España durante muchos años.

Aquella casa, que luego fue un mesón y, ya recientemente, una discoteca, primero conocida como Palazzio, ya es historia. Una excavadora ha comenzado este martes el proceso de demolición del edificio, que ya había comenzado tiempo atrás con la retirada de las vallas y otras labores menores. En el futuro será un nuevo bloque de viviendas, que dará continuidad a la transformación que la parte baja de la avenida del Brillante tiene en marcha, y que ya se llevó por delante la mítica Boutipán para dar paso a un nuevo local de gastronomía típica mexicana.

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