Una Córdoba diseñada con el PGOU de 2001

El siglo comenzaba con la inauguración del Vial Norte, que unía dos zonas de la ciudad divididas y continuaba con la creación y expansión de barrios

Dos operarios trabajan en las obras del Plan Renfe

El actual Plan General de Ordenación Urbana de Córdoba (PGOU) nació muy poco tiempo después de que lo hiciera El Día de Córdoba. Esa Carta Magna del urbanismo cordobés vio la luz en 2001. El mismo año en el que en diciembre el Ayuntamiento inauguraba el Vial Norte (llamado también Plan Renfe), un extenso viario con zonas verdes repartido en una superficie de 118.000 metros cuadrados y que se construyó, tras una inversión de 220 millones de euros, a partir del soterramiento de las vías del tren, tras esas obras de la estación del AVE que dañaron inmisericordemente al yacimiento arqueológico de Cercadilla.

Ese soterramiento de las antiguas vías del ferrocarril y la construcción del Vial Norte supusieron uno de los grandes hitos urbanísticos de finales del XIX y principios del XX de la ciudad, pues puso punto final a los pasos a nivel que unían las dos partes en las que esas vías del tren partían a Córdoba, los de Los Santos Pintados, Las Margaritas y Valdeolleros; y también acabó con el Viaducto del Pretorio. Además, con estas obras se generaron casi medio centenar de parcelas para uso residencial y se le generaron unas plusvalías al Ayuntamiento de 22 millones de euros, que se invirtieron en, por ejemplo, hacer realidad el Balcón de Guadalquivir y el Parque de Miraflores.

En este último cuarto de siglo, con el PGOU de 2001, Córdoba no ha dejado de crecer urbanísticamente con la creación y expansión de barrios (principalmente en la zona de Poniente), como son, por ejemplo, los casos de Nuevo Zoco, Huerta de Santa Isabel, Puerta de Córdoba, Cortijo del Cura, Ciudad Jardín de Poniente, El Zumbacón y las áreas asociadas a la Ciudad de Levante y el sector de Miralbaida, un crecimiento que en un principio se vio bloqueado con la crisis financiera del ladrillo de 2008. El objetivo de estos desarrollos urbanísticos era y es el de paliar la falta de suelo residencial y dotar a la ciudad de miles de viviendas más, consolidando su crecimiento hacia el oeste y el noroeste. El actual alcalde, José María Bellido (PP), ya ha subrayado que la ciudad seguirá creciendo y que en los próximos años se construirán hasta 30.000 viviendas.

Nuevo Zoco, uno de los barrios que se han creado en Córdoba en el último cuarto de siglo

Pero hablar de urbanismo no es hablar de bloques de pisos. Al igual que ocurriera con el Plan Renfe, hay otros hechos marcados en el calendario de la ciudad como punto de inflexión a la hora de entender la vida y cómo se desarrolla. Si el Vial Norte o Miraflores fueron las grandes obras de Rosa Aguilar como alcaldesa, la peatonalización de Cruz Conde fue la de Andrés Ocaña.

En 2010, el por entonces alcalde anunció que quería eliminar el tráfico de la céntrica calle. No fueron pocos los que se le echaron encima, pero pese a las críticas, un año después Cruz Conde lucía tal y como la conocemos ahora. Fue una demanda del comercio acogida de la mejor manera por el Ayuntamiento de entonces y supuso una revolución en la forma de pasear el Centro, de comprar, de ir trabajar. Su revalorización la convirtió en la calle con el metro cuadrado más caro de toda la capital y años después la obra fue reconocida con el premio Jean Paul L’Allier para el Patrimonio 2015, concedido por la Organización de Ciudades Patrimonio Mundial.

Si el cambio en Cruz Conde supuso una revolución, atrás no se quedó la remodelación del Puente Romano. Como todos los cambios, generó suspicacias (son pocos los que vivieron aquello y no recuerdan la polémica del granito rosa). Bajo, una vez más, el mandato de Rosa Aguilar, el Casco cambió su imagen para siempre con la inauguración el 1 de enero de 2008 de una obra importantísima que actuó sobre un bien Patrimonio Mundial (dado que está incluido dentro del Casco Histórico). Cinco años después, con José Antonio Nieto al mando, se concluiría el Plan del Casco Histórico diseñado por la Junta de Andalucía (se invirtieron 33 millones) con un remodelado Paseo de la Ribera (el Centro de Recepción de Visitantes, acabado en 2011, no se pondría en carga hasta el año 2014). El objetivo se había logrado, se había conseguido restringir el tráfico del entorno del río y en del de la Mezquita-Catedral. Pese a ese crecimiento ordenado y a la nueva imagen de modernidad que se le ha querido dar a la ciudad y que, en gran parte, se ha conseguido, no se pueden dejar de señalar aquellos errores más destacados en materia urbanística en todo este tiempo. Sobresalen, por encima de todos ellos, las parcelaciones ilegales que, a fin de cuentas, son otra forma de entender la manera de vivir y actuar en Córdoba.

Uno de los problemas urbanísticos de la ciudad desde hace décadas ha sido el crecimiento de las parcelaciones ilegales

Fue a finales de los años 70 cuando estas edificaciones empezaron a proliferar por las afueras de la ciudad, muchas veces como segundas residencias, pero otras tantas como primera vivienda de muchos cordobeses. Las imágenes de parcelaciones completamente inundadas siguen presentes hoy en día, como las que se otean cerca, muy cerca, de Medina Azahara. Hoy en día casi una treintena de parcelaciones busca la obtención de servicios básicos a través de la Oficina del Territorio de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU).

Asimismo, en el último cuarto de siglo Córdoba también ha crecido de forma importante en zonas verdes gracias en buena medida al Anillo Verde Periurbano, zonas verdes que se tienen muy en cuenta a la hora de de la creación y expansión de los barrios en una ciudad con la que el mercurio es inmisericorde en buena parte del año. Prácticamente desde finales de la pasada década, el Consistorio trabaja con el objetivo de que Córdoba cuente con alrededor de un centenar de hectáreas de zonas verdes más, repartidas entre los nuevos grandes parques que están incluidos en ese llamado Anillo Verde Periurbano. Esos nuevos parques proyectados eran, en un principio, los del Patriarca, Levante y del Canal (que incluye los del Flamenco y la Arruzafilla), que venían a sumarse otras grandes zonas verdes de la ciudad como el parque de la Asomadilla. Los nuevos grandes parques ya anunciados serán los el de Poniente-Miralbaida y Poniente-Figueroa y el de Chinales-Mirabueno.

Parque de Levante, perteneciente al Anillo Verde Periurbano

El nuevo PGOM

Córdoba ya se prepara para despedir al PGOU de 2001 y dar la bienvenida al nuevo Plan General de Ordenación Municipal (PGOM), que diseñará el futuro de urbanístico de la ciudad con un horizonte de 30 años. Este nuevo plan urbanístico incluye desde una fuerte apuesta por la vivienda hasta la vertebración de los barrios y el desarrollo de las nuevas zonas industriales, especialmente las logísticas, además de nuevas zonas de emprendimiento económico compatibles con la sostenibilidad de la ciudad. El alcalde ya puso de manifiesto que “la vivienda es el primer eje fundamental de este plan urbanístico, tanto en lo que respecta a actuaciones de mejora y regeneración de lo que ha construido, como en el desarrollo de la puesta en carga de nuevos suelos con una mirada especial a la vivienda protegida. Lo que queremos es seguir creciendo en la oferta para seguir manteniendo precios moderados de la vivienda”, defendió.

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