El clamor de 400 personas exige la vuelta de Mari Luz

Alrededor de 400 personas llenaron ayer por la tarde las principales calles de la ciudad para denunciar el vacío dejado por María Luz Cortés -la niña de 5 años que desapareció en Huelva el pasado 13 de enero- y exigir su vuelta. El padre de la pequeña, Juan José Cortés, encabezó la marcha popular, que partió del Ayuntamiento y recorrió Claudio Marcelo, Cruz Conde y el Paseo de la Victoria hasta llegar a la Subdelegación, donde el progenitor se entrevistó con el subdelegado del Gobierno, Jesús María Ruiz. La marcha partió a las 17.00 entre aplausos de ánimo a la familia y gritos de "queremos a Mari Luz" y "que la suelten ya".

A las 16.30, Cortés se entrevistó con la alcaldesa, Rosa Aguilar, y con varios concejales. "Se me ha hecho un nudo en la garganta y en el corazón cuando he visto a Juan José", expresó la regidora, quien vio en el vecino de Huelva un ejemplo "de lo que significa mantener viva la llama de la esperanza". Aguilar ofreció a la familia "el alma y el corazón" de la ciudad y confió en que Córdoba sea "una tierra de buena estrella".

"Esperamos que este caso no se olvide nunca y que Mari Luz aparezca, porque ha dejado un vacío muy grande", manifestó el padre. El familiar informó de la posibilidad de contar con detectives privados, "no por falta de confianza en los cuerpos de seguridad, sino para disponer de todos los medios posibles". Cortés hizo un llamamiento a los posibles captores de su hija y pidió a los testigos de los hechos que se pongan en contacto con la Policía. "La situación que estamos viviendo es como una guerra de desgaste. Cada vez nos pesa más y estamos más agobiados", reconoció. El hombre, además, consideró "positivo" el hecho de que no se haya encontrado a la niña en los rastreos realizados, ya que eso "hace pensar que el rapto es la opción más probable".

Alrededor de 400 personas -según los cálculos de la Policía Local- se sumaron a la marcha convocada por la Iglesia Evangélica. "Lo que está pasando es una pena, no se debe hacer una cosa así", aseguró Lidia Escudero, vecina de Las Palmeras. La mujer -madre de varios niños- expresó el "miedo" existente a que el caso se pueda reproducir: "Antes dejaba que los niños fuesen solos al colegio, pero ahora los acompaño todos los días". Otra vecina de Huerta de la Reina, Francisca Rojano, también manifestó su "temor" a que se produzca un nuevo rapto, a pesar de que en Córdoba no se ha registrado ningún caso en los últimos años: "Los niños deberían jugar libremente, sin necesidad de que tuviéramos que vigilarlos con mil ojos", reivindicó.