Los problemas económicos que atañen a las familias también se están dejando notar en las distintas áreas municipales netamente inversoras. Infraestructuras, Urbanismo, Procórdoba o algunas empresas municipales han tenido un primer año de mandato un tanto remolón en cuanto a la realización de obra civil, pese a que las necesidades son muchas y muy variadas. Existe un segundo componente en esta tendencia que tiene que ver con el calendario político. La dinámica propia del Ayuntamiento exige ir de menos a más para cortar las cintas de las inauguraciones antes de concurrir a las urnas. La dinámica municipal ha hecho que la Junta lleve a cabo inversiones de mayor fuste tanto a medio como a corto plazo.

El departamento de Infraestructuras, esta vez sin las competencias de Medio Ambiente, ha tenido como obra clave la continuación de las actuaciones del eje de San Pablo en el entorno de la plaza de San Andrés. La actuación ha obligado a desarrollar una serie de cambios en el tráfico de la zona y ha tenido la contestación de un sector de los vecinos y comerciantes de la zona. Rosa Candelario, que ha repetido al frente de esta concejalía, no ha tenido a su disposición los recursos de los que disfrutó en el periodo final del anterior mandato.

Por su parte, tanto Urbanismo como Procórdoba han frenado de forma relevante la intensidad de su trabajo en materia de obra civil. Tras concluir proyectos de gran calado, como el Teatro de la Axerquía o el nudo de comunicaciones de Chinales, la Gerencia aborda ahora actuaciones más pequeñas como la rehabilitación de la Posada del Potro o dotaciones sociales en los barrios. Está pendiente de iniciarse la actuación de reforma del Teatro Góngora, cuyo proyecto está realizando Rafael de-La Hoz y que tendrá que desarrollar Ferrovial con la financiación de El Corte Inglés hasta los cuatro millones de euros. Urbanismo también tiene pendiente el desarrollo de actuaciones de cierta relevancia para la vida diaria de la ciudad como la actuación en la glorieta de la Louviere, clave para la fluidez del tráfico en Chinales.

Procórdoba, por su parte, es la empresa que mantiene el tipo pese a la merma de los ingresos por venta de suelo. La sociedad pública que preside Andrés Ocaña desarrolla las obras de uno de los fondos del estadio mientras se dilucida el futuro a medio plazo de la actuación, con un proyecto comercial en El Arenal que no acaba de arrancar. Procórdoba desarrolla, además, sendas actuaciones sobre edificios ubicados en el Casco Histórico, como el pabellón principal de las Caballerizas Reales o las primeras iniciativas para recuperar el Pósito de la plaza de la Corredera.