El 'chollo' de convertirse en funcionario público

Las oposiciones a la Administración pública se han convertido, en el último año, en la salida más factible para la gente que se ha quedado en paro o que quiere acceder al mercado laboral. La posibilidad de conseguir un trabajo de por vida y un horario que no se extralimita de las ocho horas al día es la principal razón por la que cientos de personas acuden a las academias para prepararse unas oposiciones que pueden cambiar el rumbo de la vida de cualquiera. Es lo que tiene la Administración, que a pesar de subir los impuestos, también convoca plazas todos los años.

Pero no sólo es la gente que está desempleada la que se decanta por convertirse de por vida en funcionario público, sino que siete de cada diez estudiantes universitarios también quieren dedicarse a la función pública una vez que concluyan sus estudios académicos, según puso de manifiesto el pasado miércoles el presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE), Juan de Dios Serrano, quien aseguró también que los jóvenes "siguen estando muy lejos" de afrontar su propia iniciativa emprendedora.

La demanda de información y el número de opositores se ha elevado de manera considerable en los últimos 12 meses, sobre todo, para ocupar un puesto como administrativo en la Junta de Andalucía, en gran parte de las academias de formación de la capital. Quien bien sabe de este aumento es Emilia Madueño, coordinadora de oposiciones del Grupo Alcántara, quien reconoce que el número de opositores ha aumentado desde septiembre del año pasado entre un 20 y un 30%. Una de las cosas que más sorprende a Emilia es el cambio de perfil de las personas que se deciden a opositar. "Ahora llegan personas con 40 años que se ha quedado sin trabajo y también gente que ve que su trabajo no es estable", detalla. Respecto al sexo de los alumnos, asegura que casi hay paridad, es decir, que hay el mismo número de hombres que de mujeres, si bien, éstas prefieren "que el lugar de trabajo sea en Córdoba".

El Grupo Alcántara cuenta con unos 200 alumnos que acuden a sus clases de preparación para funcionario de Justicia, administrativo o funcionario de prisiones. Estas últimas son oposiciones a nivel nacional. Antonio Ruiz es uno de los cordobeses que se ha decidido por optar al cuerpo de funcionarios de prisiones. A sus 43 años, Antonio Ruiz asegura que se prepara las oposiciones "por seguridad y para ganar calidad de vida". "Tenía otras en vista, como acceder al cuerpo de bomberos, pero las de prisiones están más adaptadas para mí".

Para María Ávalos, la seguridad de un trabajo fijo es motivo suficiente para prepararse unas oposiciones como administrativo en cualquier delegación de la Junta. Diplomada en Ciencias Empresariales y con 26 años, la joven tendrá que compaginar los estudios de la oposición con el trabajo que tiene en la actualidad. "Pero merece la pena, sobre todo por la estabilidad de ser funcionario".

Según explica Emilia Madueño, una persona dedica todo un año a prepararse las pruebas de acceso. Las oposiciones, considera, "no es una cuestión de suerte, sino una opción real y una oportunidad de trabajo estable". Al tratarse de una academia privada, Madueño, reconoce que "no hay ayudas" y el coste de las clases asciende a los 100 euros mensuales. Explica que para este año, la Junta ha ofertado 150 plazas de administrativo y que la convocatoria para funcionario de prisiones -que se celebran una vez al año- será de entre 900 y 1.000 plazas en toda España y detalla que "ahora hay pocas oposiciones libres", ya que en la mayoría de los casos se trata de concurso-oposición.

Empezar a dar clases en un aula después de varios años de carrera es el sueño también de muchos jóvenes que se preparan las oposiciones para acceder al cuerpo de profesores. Se trata de otra opción a la que se han apuntado Sara Polonio, licenciada en Psicopedagogía. Para ello, se inscribió hace apenas un mes en la academia Atenea, centro preparador de oposiciones de Secundaria. Asegura que se inscribió porque "en psicopedagogía no hay trabajo" y destaca que hasta el momento "todo es nuevo en la academia".

Hasta esta academia, ubicada en la calle Bodega, acuden este año unos 150 alumnos, para prepararse unas oposiciones cuya convocatoria no saldrá hasta el próximo mes de febrero o marzo y que no se celebrarán hasta finales del mes de junio. A pesar de que la Junta convoca de manera anual plazas en el cuerpo de maestros, desde la secretaría del centro reconocen que la crisis ha provocado que el número de estudiantes se reduzca, ya que asistir a las clases de preparación -una vez por semana- cuestan unos 170 euros mensuales. Víctor Pavón es uno de los profesores de la academia Atenea y hace hincapié en el descenso del número de alumnos, si bien, aclara que el que acude al centro lo hace "porque lo tiene claro desde el principio". En cada sesión en el centro, los opositores pasan unas cinco horas, tiempo en el que el profesorado se encargada de la preparación de los temas, resolver todas las dudas que presenten los alumnos, así como la programación, aspectos metodológicos y el diseño de una unidad didáctica, describe Pavón.

A esta academia también ha llegado el caso de un funcionario del Ayuntamiento de Granja de Torrehermosa, un pequeño municipio de la provincia de Badajoz. A pesar de contar con su plaza fija desde hace diez años como director de la Universidad Popular del municipio, este joven ha solicitado una excedencia de dos años y se ha venido a vivir a Córdoba para conseguir sacar la oposición como psicopedagogo en cualquier instituto de la provincia. "Quiero probar suerte y esto me gusta; además si apruebo es un chollo", relata y añade que en el mundo de la oposiciones "no hay competencia, sólo tienes que estudiar de lunes a viernes y descansar los fines de semana".