Los centros de Secundaria inician el curso sin profesores de Religión

La mayoría de los institutos de Educación Secundaria aún no cuenta con profesores de Religión y, por tanto, no pueden ofertar las clases. Ésta es la denuncia que ayer hizo el sindicato CSI.F, organización que aseguró que en ningún centro, salvo algunos y contados casos, "no se imparten estas clases porque el profesorado no ha podido ubicarse".

Esta situación se debe, según explicó el responsable de CSI.F en el comité de empresa de los docentes de Religión, Rafael Ruiz, a que "este año se ha realizado por primera vez una baremación de los profesores de Religión". La baremación se ha realizado por tres méritos: antigüedad, titulación académica y formación complementaria. Ruiz indicó que una vez que la Delegación de Educación recibió toda la documentación "los pasos se adjudicaron de manera provisional hasta la fecha". En un principio, matizó el responsable de CSI.F, "Educación planteó que se continuara con la contratación del año pasado, pero eso no es posible porque ya no hay horas suficientes", indicó. Ruiz lamentó esta situación, ya que cuando Educación publique los destinos definitivos "los centros tendrán que cambiar los horarios", puesto que el resto de clases ya están programadas.

Esta situación afecta a los 80 profesores de Religión con contrato indefinido que trabajan en Córdoba, que además no dan clase sólo en un centro, sino que "tienen que desplazarse a dos institutos, de media, al día". Por ello, Ruiz destacó que desde su sindicato han solicitado en la mesa sectorial "que se reconozca la itinerancia" de estos profesores.

Desde el sindicato, incidieron en que el criterio que utiliza la Consejería de Educación de agrupar al máximo al alumnado de Religión, a veces incluso por encima de la ratio y sin tener en cuenta otros criterios de calidad pedagógica u organizativos, provoca que la misma Administración educativa ni siquiera admita los cálculos que realizan los equipos directivos. Educación, continúo la organización sindical, "sólo se les autoriza las horas de Religión que calcula la propia Consejería de Educación con posterioridad al 10 de septiembre". Este hecho provoca que la dirección de los propios institutos "se vea obligada a retrasar la confección de horarios y a ajustarlos a lo autorizado, aunque las necesidades organizativas y pedagógicas del centro sean otras".