El Centro de Atención Infantil Temprana de la Universidad de Córdoba cumple 15 años: "Todos los niños mejoran"

El espacio, que surgió por el empeño de un grupo de docentes de la UCO, ha atendido a unos 700 menores desde su puesta en marcha

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Una reunión de la plantilla del Centro de Atención Infantil Temprana de la Universidad de Córdoba
Una reunión de la plantilla del Centro de Atención Infantil Temprana de la Universidad de Córdoba / Universidad de Córdoba

Córdoba/El Centro de Atención Infantil Temprana (CAIT) de la Universidad de Córdoba (UCO) cumple este viernes 14 de febrero tres lustros de vida. Una instalación que se encuentra ubicada a escasos metros de la Facultad de Ciencias de la Educación -en el Campus Menéndez Pidal- y que nació por el empeño de un grupo de profesores de la institución académica para ofrecer atención de niños con trastornos del desarrollo. Para ponerlo en marcha, hace ahora 15 años se pusieron de acuerdo el Ayuntamiento de Córdoba, la Junta de Andalucía y la propia UCO; desde entonces, por este centro de carácter asistencial, investigador y también docente han pasado unos 700 menores, y cuyas familias reciben un apoyo fundamental en el día a día.

Actualmente, este espacio ofrece sus servicios a pequeños que tienen trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos, en régimen de concierto con el Servicio Andaluz de Salud -los niños son derivados a través del área de Pediatría de los centros de salud-. Además, en 2012 amplió su oferta al ofrecer también su labor asistencial en régimen privado, y aumentar hasta los 18 años la edad de asistencia.

La fundadora y directora del Centro de Atención Infantil Temprana de la Universidad de Córdoba es Araceli Sánchez, quien reconoce a El Día de Córdoba que este espacio "nació desde cero porque no había nada y se constituyó como un centro asistencial y también formativo para niños desde su nacimiento hasta los seis años". Ha pasado ya una década y media desde entonces y Sánchez continúa al frente del centro. Una quincena de años de los que hace un "balance positivo".

Así, recuerda que era un centro que atiende a niños que se encuentran en una edad "compleja y que marca el futuro de las personas". La idea de su puesta en marcha surgió de un grupo de docentes de la UCO que, según anota Sánchez, consideraron que el centro "podía ser una excelente idea vinculada con los objetivos sociales de la Universidad". Y es que, hace quince años la atención infantil temprana "estaba empezando en Andalucía" y el centro de la Universidad de Córdoba fue uno de los primeros de los que se pusieron en marcha.

Su apertura, además, vino acompañada de una fuerte demanda por parte de las familias y, por ello, se amplió la atención desde los siete hasta los 18 años.

Funciones

La atención que se ofrece en el centro, en el que trabajan 11 personas, se basa en programas individualizados de intervención orientados a potenciar varios aspectos. Entre otros, el desarrollo motor, el desarrollo cognitivo y también el desarrollo de habilidades comunicativas y del lenguaje.

Pero estos programas también buscan el desarrollo sensorial: visual y auditivo, además de la autonomía personal, el desarrollo emocional, afectivo y de la personalidad y también la integración familiar y social; todo ello desde una perspectiva global.

En concreto, el objetivo de este tipo de intervenciones es que los menores puedan desarrollar sus capacidades, además de normalizar el curso del desarrollo en la medida de sus propias características y posibilidades y prevenir la aparición de trastornos secundarios.

Dos responsables del CAIT de la Universidad de Córdoba
Dos responsables del CAIT de la Universidad de Córdoba / Universidad de Córdoba

Otro de los objetivos que se persiguen desde este centro es favorecer su integración familiar, educativa y social, mejorando su bienestar y ayudándole a alcanzar el máximo grado de autonomía y facilitar la adquisición de habilidades adaptativas, entre otros.

El centro, además, dado su carácter asistencial oferta a las familias talleres de carácter teórico y práctico para atender sus necesidades. En concreto, estos talleres se imparten en las dependencias de este espacio y todos son breves, ya que la idea es transmitir a las familias habilidades básicas sin que le tengan que dedicar tiempo excesivo.

Y con ellos, según anota su directora, "todos los niños mejoran" y siguen los programas del centro "en función de la gravedad". No obstante, advierte de que una de las diferencias que han notado en todos estos años de trabajo es que en la actualidad "los niños cada vez vienen más graves". Es por ello, que subraya la necesidad y la importancia de que accedan antes de que cumplan los dos años. "En el centro decimos que con 30 meses ya vienen tarde", insiste.

Pero, ¿qué trastornos son los más frecuentes con los que trabajan? Pues, según Sánchez, los que tratan con mayor frecuencia son los de espectro autista grave y también a niños con trastornos cognitivos y también de la comunicación y el habla, además de pequeños con parálisis cerebral.

Prácticas para el alumnado

Al ser un espacio de la Universidad de Córdoba, el centro también ofrece a su alumnado la posibilidad de hacer prácticas; en este caso, para los estudiantes de los grados de Psicología, Educación Infantil y el máster de Intervención Psicológica. El número de alumnos en prácticas, según recuerda el propio centro, es reducido y en ningún caso supone una merma en los servicios prestados ni en el normal funcionamiento de las sesiones con los menores

Para todos ellos hay un itinerario formativo del que se hace cargo un responsable que tutoriza de forma individual al alumnado y que establece un itinerario prefijado de rotaciones entre los profesionales del centro. No obstante, para este tipo de actividades hay un apartado específico en el consentimiento informado y los padres y tutores son informados sobre esta cuestión.

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