Córdoba

83 años y 143 días

  • Unas 500 personas acuden al cementerio de La Salud en defensa a la exhumaciones 

Un momento de la ofrenda de claveles rojos sobre la fosa del cementerio de La Salud.

Un momento de la ofrenda de claveles rojos sobre la fosa del cementerio de La Salud. / El Día

"Lo que pedimos es un derecho básico y un entierro digno y razonable". Es la reivindicación que lanza Chari Flores, cuyo abuelo, Rafael Flores, está en la fosa común del cementerio de La Salud, junto a los casi 2.000 de los cuerpos de las víctimas del franquismo de Córdoba, y que ha participado en un acto que ha tenido lugar en el camposanto y que ha reunido a más de 500 personas con motivo de la celebración del Día para la Conmemoración y Dignificación de las Víctimas del Crimen de Genocidio y para su Prevención.

Su relato conmueve cuando recuerda que para su familia el hecho de no poder enterrar al abuelo que ella no conoció es "no poder dormir al pensar que está con otras 300 personas en una fosa" y más, cuando su propio padre, que falleció hace apenas un mes tampoco pudo dar sepultara a su progenitor. "No son animales y no es cuestión de rencores, sino de justicia", ha subrayado. 

Francisco Sánchez Deza tiene 87 años y perdió a su padre con cuatro años cuando fue fusilado. "Yo era muy chico y en casa contaron poca cosa. Queremos enterrarlos, no son perros", ha acertado a decir entre lágrimas. 

Su testimonio se suma al de Petra Ramírez, quien tenía seis años cuando "cayó" su tío, Germán Ramírez. Ha sido su sobrina, Loli Ramírez, quien ha luchado durante años para intentar saber qué pasó durante la guerra civil con su familiar y ha buscado información en todas partes. En esta intensa labor ha conseguido encontrar documentos en los que aparecen dos causas de muerte de su tío: una por asfixia y otra fusilado. Entre lágrimas, ha explicado que en este trabajo de investigación ha comprobado cómo la firma de su tío "se iba deteriorando con el paso del tiempo a más no poder". "No eran criminales; los mataron por decir la verdad, no eran malos", ha insistido.

En el acto, organizado por la plataforma Comisión de la Verdad, se ha leído una declaración pública de apoyo con objeto de reivindicar un entierro digno para todas las víctimas. En el mismo, se ha recordado que han pasado ya 83 años y 143 días, un tiempo de "condena" para las familias. 

"Lo único que queremos pedir es la reparación, justicia y verdad". Nuestra demanda sigue enquistada en el tiempo. Es un justo deseo para cerrar heridas", incluye el manifiesto leído por la escritora Matilde Cabello. "Esta es la mayor represión fascista que ha sufrido nuestra ciudad y hoy es una jornada de homenaje y reconocimiento. El genocidio franquista es un eterno duelo", ha añadido.

El manifiesto pide también "dar eterno y merecido descanso" a todas estas personas.

El acto ha reunido a centenares de familiares, además de dirigentes políticos, que han depositado claveles rojos en la fosa común del cementerio de La Salud. 

La Coordinadora Andaluza por la Memoria Histórica y Democrática también ha participado en este acto. La entidad ha firmado el manifiesto de apoyo a las exhumaciones y recuerdo a los 4.000 fusilados en la ciudad de Córdoba, que siguen desaparecidas por fosas comunes de los cementerios cordobeses. Es por ello que desde esta coordinadora instan a todas las instituciones al cumplimiento de la Ley andaluza de Memoria Histórica y Democrática en materia de exhumaciones.

El vicepresidente de la asociación Dejadnos Llorar, Jordi Gordon, por su parte, ha recordado que tanto el Ayuntamiento como la Junta de Andalucía ya se comprometieron a continuar con las exhumaciones en Córdoba y ha señalado además, que ya se están haciendo pruebas de ADN a través de kits que se están enviando desde la Universidad de Granada. Gordón, además, ha considerado necesario que se pongan en marcha los presupuestos para poder seguir adelante con los trabajos.

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