La Casa Azul revoluciona Córdoba con su pop de pata negra
44 Festival de la Guitarra
La banda de Guille Milkyway celebra en la ciudad califal los 25 años de la publicación de su primer disco con un concierto compuesto por una treintena de canciones en el que repasa toda su trayectoria
La Casa Azul llena de color y fantasía el 44 Festival de la Guitarra de Córdoba, en imágenes
Deja que se rían, déjales pavonear / El arroz se les pasó hace tanto tiempo, qué más da / Que te juzguen sin parar / Que critiquen como fieras / Déjales que se entretengan, pues no tienen nada más / Ni te molestes en hacerles de rabiar / Ellos no podrán jamás / Probar la pócima esencial / Vivir la fiesta universal
Una fiesta universal que comienza a vivirse en la Axerquía con Guille Milkyway como maestro de ceremonias con la primera canción, del mismo título, con la que La Casa Azul abre su concierto del 44 Festival de la Guitarra de Córdoba.
En la Axerquía va a sonar un extenso repertorio con letras llenas de los sentimientos más humanos, con temáticas como el amor, la felicidad, la amistad...y también la tristeza, el desamor, la rabia y la frustración. Todo ello con explosiones de vez en cuando de cañones de confetis, como explosiones de alegría.
Me vas a permitir / Que salvaguarde mi felicidad / Que siga mi camino / No pido mucho más. Es la primera estrofa de No hay futuro, tema que sonará en un recital que suena como suena Fangoria, la banda de Alaska y Nacho Canut, banda heredera de Alaska y Dinarama, que le debe mucho a Guille Milkyway en la producción y en la composición de canciones. De ahí ese sonido.
¿Cómo no le va a permitir Córdoba, como reza esa canción, a la banda de indie pop fundada en 1997 y liderada por Guille Milkyway que siga su camino por la ciudad califal? El camino de la celebración del 25 aniversario de la publicación de su primer disco, aquel El sonido efervescente de la casa azul, lanzado concretamente el 10 de octubre de 2000.
Va a empezar / Y no se puede parar / Ya no se puede parar / Yo ya no puedo pararlo. Es la tercera estrofa de No hay futuro, una de las últimas canciones de esta banda que nació en el imaginario de Guille Milkyway como una mezcla del doo wop de los años 1940, la música disco de los años 1970, el europop de los años 1990.
El público de la Axerquía asiste a ese concierto que, como Guille Milkyway canta, ya no se puede parar y que se espera, como marca de la casa que sea un viaje "superguay", como a Guille le gusta decir, un viaje que surge por la combinación de melodías alegres con letras melancólicas. Los siguientes cinco temas, tras La fiesta universal, son No más Myolastan; Los chicos hoy saltarán a la pista; y Hasta perder el control.
Qué bella es la vida, qué bello el amor / Observa qué luz, what a wonderful world / Por cada revés, una reflexión, ésa es la actitud / Perseverancia y determinación / Auto confianza, entusiasmo y tesón / No pierdas la fe, tú tienes el don. Es el comienzo de Hasta perder el control.
Es toda una declaración de intenciones de un proyecto, el de Guille Milkyway, que canción tras canción va transportando al público de la Axerquía a un mundo de color y fantasía gracias a una experiencia visual que va más allá del concepto típico de concierto. Música y vídeos están perfectamente conjuntados componiendo un espectáculo de luz y color único.
Los siguientes temas son A T A R A X I A; y Gran esfera. Como prólogo a este último Guille Milkyway comparte con el público cómo se refugiaba de los problemas en su cuarto "en un lugar donde nadie es violento conmigo", creando algo así como una "una especie de refugio, de esfera inquebrantable, a la que a la gente a la que le importas no puede entrar; hay unas pocas personas que deciden picar con martillos y clavos a ver si la esfera se acaba rompiendo y perseveran en ello. Esta canción está dedicada a esas personas que tuvieron la santa paciencia de seguir picando para que, de pronto, rompieran esa esfera e hicieron que mi vida fuera muchísimo más feliz".
Llega el turno de C´est fini; Por si alguna vez te vas; El momento; Prometo no olvidar; El final del amor eterno; y Esta noche sólo cantan para mí. Este último tema es una de las mejores composiciones de Guille Milkyway, en la que se mezclan la desesperación con la euforia, el amor y la pasión por la música con la tristeza más despiadada y dulce, el refugio en el que una canción o un disco pueden convertirse en los momentos más difíciles.
Esta ansiedad que me empuja al mar / Que me quita el sol, que me hiere y me mata / Y me hace pensar que todo acabó / Que esto es el final y que muere por verme llorar…
(Pero me da igual porque ya no lo necesito / Tengo todo lo que siempre quise en mi jardín / Tengo luz, tengo paz. Soy feliz / Y esta noche ellas cantan para mí)
Esta noche Blossom canta para mí / Esta noche Nina canta para mí / Esta noche Kirsty canta para mí / Esta noche Karen canta para mí / Esta noche Dusty canta para mí / Esta noche Astrud canta para mí.
Estas son las tres últimas estrofas de Esta noche solo cantan para mí, como esta noche La Casa Azul solo canta para Córdoba demostrando que pocas cosas pueden hacer latir con tanta felicidad a un corazón pop como las canciones de la banda de Guille Milkyway. Con letras que llevan desde principios de siglo sirviendo de terapia, de autoayuda, de reafirmación del yo...a muchos de quienes asisten a sus conciertos como el de Córdoba. Con letras que invitan a a arrinconar los complejos de inferioridad, las inseguridades y la baja autoestima.
En Esta noche solo cantan para mí, en concreto, Guille Milkyway muestra todo un catálogo de sus filias y de sus fobias que encuentran cura en la música de algunas de sus vocalistas femeninas favoritas, como Nina Simone, Blosson Dearie, Dusty Springfield, Kirsty MacColl, Astrud Gilberto o Karen Carpenter.
Una canción que remite por igual a la era disco que al sonido Stax, que se convirtió junto con el de la Motown, en el más importante de los géneros musicales rhythm and blues y soul. No obstante, en el vídeo que se proyecta en el escenario aparecen otras muchas damas de la música, desde Celia Cruz hasta la pequeña Ana (de Enrique y Ana).
El setlist manda y los siguientes temas sean Podría ser peor; Superguay; IVE Mike; El momento más feliz; Yo también; y Vamos a olvidar. Este último tema cantado a dúo con Soleá Morente. Antes ha presentado a Paco Tamarit, uno de sus músicos, genio del piano "y una de las personas más maravillosas que han pasado por mi vida, una de las mejores personas que uno puede tener a su lado".
Haciendo bueno eso de que es de bien nacidos ser agradecidos, Guille Milkyway recuerda cuando "hace 26 años" contactó con el periodista Juan de Pablos y le pasó una maqueta con canciones de La Casa Azul con el objetivo de que sonaran en el programa radiofónico de Radio 3 de Radio Nacional de España, Flor de Pasión, que dirigía De Pablos.
En el escenario se escucha la voz del afamado periodista musical de Radio 3 presentando esa maqueta e insistiendo en lo bueno que son esas primeras grabaciones de La Casa Azul. Tras ello, suenan Tang de naranja, colaget de limón; Viva (un poco más) el amor; y Galletas. Temas tras los que llegan Hoy no me has dicho hola por primera vez; Me gustas; No hay futuro y Todas tus amigas.
Y, en un concierto de La Casa Azul, para el éxtasis siempre hay tiempo, el éxtasis que provoca esa megaéxito que es La revolución sexual, la canción que da título a un álbum de 2007 y que fue candidata a representar a España en Eurovisión. El público se entrega tanto que Guille Milkyway no puede impedir que se le salten las lágrimas.
Nunca nadie pudo volar y Como un fan completan el repertorio de un concierto al que Guille Milkyway le puso el epílogo agradeciéndole a Córdoba su entrega. "Cuando empecé hace 26 años nunca pensé que pudiera llegar hasta aquí. Y es gracias a vosotros. Sois superbonitos", dijo dirigiéndose a un público de un concierto en el que La Casa Azul revolucionó Córdoba con su pop de pata negra.
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