Cáritas Diocesana de Córdoba abre este verano el Ala de Baja Exigencia de la Casa de Acogida Madre del Redentor

Cáritas Diocesana de Córdoba abrirá de nuevo el Ala de Baja Exigencia de la Casa de Acogida Madre del Redentor el próximo 16 de julio. Es el anuncio que ha hecho el director de la entidad eclesial, Darío Reina, quien ha explicado que este servicio “es un recurso pensado para que las personas sin hogar que, por distintas circunstancias, no pueden acceder fácilmente a otros recursos sociales, puedan tener un lugar donde refugiarse en los meses de verano, teniendo en cuenta las altas temperaturas que se registran en Córdoba”.

Esta iniciativa, que se llevará a cabo gracias a la colaboración económica del Cabildo Catedral de Córdoba, “permitirá ofrecer acompañamiento, descanso y protección a veinte personas que viven en la calle, en una época especialmente dura: el verano cordobés”, ha señalado Reina.

Es la primera vez que este recurso funcionará también durante los meses de más calor, "entendiendo que el calor extremo también mata”, y que la calle no es un lugar seguro cuando el termómetro sube más allá de lo soportable.

Por su parte, el deán-presidente del Cabildo Catedral, Joaquín Alberto Nieva, ha explicado que la cantidad económica aportada a este proyecto, que ha ascendido a 80.000 euros, “viene a sumarse al tradicional apoyo que la institución capitular presta anualmente a Cáritas para poder desarrollar sus fines con los más necesitados”. Además del culto y la cultura “la caridad es otro de los principios fundamentales que sustentan al Cabildo”, ha concluido.

El Ala de Baja Exigencia de Cáritas, que hasta ahora estaba abierta solo invierno mantiene su esencia: un lugar donde no se exige nada, solo respeto y necesidad de ayuda. Está pensada especialmente para quienes lo tienen más difícil: personas que no encajan en otros programas o recursos públicos o privados y que en estas instalaciones encontrarán un espacio digno donde comer, asearse y quitarse del calor.

“Desde el Cabildo se ha hecho un esfuerzo muy importante”, ha señalado el director de Cáritas Diocesana de Córdoba, quien también ha querido poner en valor que “todo esto es posible gracias al equipo de voluntariado del programa de personas sin hogar de Cáritas, que, junto al equipo técnico, ofrecen su tiempo, su esfuerzo y, sobre todo, su humanidad para acompañar a quienes han quedado al margen”.

Desde Cáritas Diocesana de Córdoba se ha hecho un llamamiento a la sociedad cordobesa para no mirar hacia otro lado. "Las personas que viven en la calle también forman parte de nuestra ciudad y su dignidad no puede verse vulnerada, entre todos es posible construir una ciudad más justa y humana", ha expuesto.