Las dos caras de la crisis para el bolsillo

En los últimos cinco años se ha disparado el precio del combustible, la luz o el gas mientras que es más barato adquirir una vivienda o un coche Un huevo frito con patatas es ahora un 20% más caro que en 2008

Las dos caras de la crisis para el bolsillo
Ángel Recio

08 de diciembre 2013 - 01:00

El cambio de la peseta al euro le ha sentado regular a la economía familiar y la crisis que viene padeciendo esta provincia desde el año 2008 tampoco está ayudando. No son pocas las personas que comentan que antes, con un billete de 5.000 pesetas en el bolsillo, podían hacer muchas cosas y que ahora con 30 euros no hay prácticamente ni para empezar. Esa sensación es común, pero hay que estudiar hasta qué punto es cierta o si responde más a un criterio puramente psicológico. Tenemos euros desde el año 2002 y, 11 años después, es lógico que muchos productos y servicios se hayan encarecido por el aumento del IPC así como por el efecto redondeo de la moneda única.

En los años de bonanza se disparó la venta de viviendas o de vehículos, aunque los sueldos no lo hicieron en la misma proporción, creando desajustes que ahora se están pagando en una provincia que pasó de tener una tasa de paro del 10% a superar el 34% en menos de una década.

Desde 2008 las vacas son flacas y varios sectores han tenido que rebajar sus precios para sobrevivir, adaptándose a una demanda menos pudiente cuya cesta de la compra está cada vez menos cargada. Este diario ha analizado la evolución de los precios en el último lustro y se observan, por ejemplo, espectaculares subidas en el combustible y llamativos descensos en la vivienda.

ALIMENTACIÓN

Haya o no crisis, se tenga o no un empleo, hay una máxima que todos los seres humanos tienen que cumplir a rajatabla: hay que comer. Con la precariedad laboral y económica, la cesta de la compra básica no ha experimentado, a grandes rasgos, fuertes diferencias de precio entre 2008 y 2013, hasta el punto que hay ciertos alimentos que son ahora más baratos que antes y otros que sí resultan menos económicos. El cerdo y el pollo son dos carnes básicas que están en cualquier nevera y ambos cuestan ahora menos que hace cinco años. Según el Observatorio de Precios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el kilo de cerdo en destino cuesta en la semana 46 de este año, la última de la que hay datos, 5,52 euros frente a los 5,88 euros del mismo periodo en 2008. En el pollo fresco ocurre lo mismo. Ahora se puede comprar un kilo por 2,93 euros y hace cinco años costaba 3,06 euros. El cordero y el conejo también están más baratos, mientras que para comprar ternera de primera hay que seguir rascándose el bolsillo. El kilo está a 17,62 euros, dos euros más que en 2008.

Un plato de huevos fritos con patatas resulta ahora más costoso que hace cinco años pues la docena de huevos ha incrementado su precio un 15% y el kilo de patatas lo ha hecho un 28%. Si prefiere pescado, la merluza, la pescadilla, los boquerones y el gallo han sufrido importantes caídas de precio con la crisis, mientras que la dorada, el salmón o la trucha parece que se han puesto de moda en los supermercados y han encarecido su precio. Las verduras están ahora más baratas, sobre todo las cebollas, los pimientos, los tomates o los calabacines y, en el polo opuesto, comprar un kilo de plátanos, peras o manzanas sale más costoso.

En el informe del Ministerio se ofrecen, además, los precios en origen y en los mercados mayoristas y los resultados dan que pensar. Los agricultores o ganaderos llevan décadas denunciando que la diferencia de precio entre lo que ellos reciben y lo que paga el consumidor final es abismal y tienen razón. El amplio número de intermediarios está provocando, por ejemplo, que a un ganadero le estén abonando en estos momentos 4 euros por cada kilo de ternera de primera calidad y el ciudadano de a pie paga 17,6 euros, un 340% más.

Unos productos han subido su precio y otros han bajado, pero la tendencia general del consumidor, según el último informe de Mercasa, es comprar los productos más baratos. El 63% de los clientes reconoce que lo primero que mira es el precio y no se duda en estar más rato en el súper de turno con tal de rebajar algo la factura final. Se prefieren las salchichas a la ternera, la cerveza al vino con denominación de origen y lo que más se adquiere es fruta (103,8 kilos por persona al año). Eso motivó que los españoles estén gastando un 1,3% menos en alimentación que el año anterior.

ENERGÍA

Es, sin duda, el sector en el que más han subido los precios desde el inicio de la crisis. Las facturas de la luz o el gas son cada vez mayores y, al ser elementos indispensables, toca pagar lo que se pida, pues la otra opción es que te corten uno de estos servicios básicos. Según varios estudios sobre la materia, el coste anual de electricidad se ha incrementado en casi 200 euros en los últimos cinco años, pasando de una media de 556 euros en 2008 a 730 euros en estos momentos. En el caso del gas, el incremento no ha sido tan espectacular pero sí significativo. Se ha pasado de una factura anual de 360 euros hace cinco años a 430 euros en 2013. Si en lugar de gas natural se posee la tradicional bombona de butano tampoco se escapa. En 2008 costaba 14,1 euros y ahora está a 17,5 euros, un 24% más.

COMBUSTIBLE

La diferencia de precio de la gasolina o el diesel en cinco años ha sido como la de la noche y el día y por eso merece su propio apartado. España presumía de tener las estaciones de servicio más baratas de Europa y, aunque sigue siendo de las más económicas, el palo a la cuenta de los españoles en general ha sido más que considerable. A finales de 2008 el litro de gasolina 95 sin plomo costaba 86 céntimos y esta semana se paga de media en las gasolineras de Málaga 1,45 euros, cerca del doble. El precio del litro de diesel al inicio de la crisis era de 88,9 céntimos y ahora está a 1,26 euros. No hace falta decir mucho más, aunque sí cabe recordar que más de la mitad son impuestos.

VEHÍCULOS

El sector de la automoción es uno de los que más ha sufrido la crisis, hasta el punto que muchos concesionarios de la provincia tuvieron que cerrar por la falta de ventas. Un coche suele ser, detrás de la vivienda, la segunda mayor inversión que se realiza y el horno no ha estado para muchos bollos en este lustro. De hecho, el precio no solo se ha mantenido en la mayoría de marcas y unidades sino que incluso ha bajado. Y no solo en la época de crisis sino incluso en comparación con años anteriores. En 2002, por ejemplo, un Seat León costaba unos 15.000 euros y ahora se puede adquirir por 13.900 euros y mucho más equipado. "La adversa coyuntura que hemos vivido en estos años motivó a las marcas y los concesionarios a ser mucho más agresivos en sus políticas de precios", asegura Juan Peña, presidente de la Asociación Malagueña de Automoción.

VIVIENDA

La burbuja inmobiliaria, avalada por el sector financiero, fue una de las principales culpables de la crisis y aún no se ha recuperado. Los precios están en caída libre y los expertos prevén que aún deberán bajar más, sobre todo en aquellas viviendas cuya comercialización es difícil por su ubicación o condiciones. Según los datos del Ministerio de Fomento, el metro cuadrado de la vivienda libre en España en el cuarto trimestre de 2008 llegó a costar 2.200 euros, es decir, por un piso de 100 metros cuadrados había que pagar 220.000 euros. Cinco años después, el metro cuadrado tiene un precio medio de 1.700 euros. Dicen que la virtud está en el término medio aunque en este caso es más difícil de aplicar. Hay viviendas que en la actualidad están en manos de las entidades financieras que cuentan con descuentos de entre un 60 y un 70% de su precio original, aunque también se pueden encontrar otros inmuebles, sobre todo en la capitales que apenas han bajado de precio.

ROPA

No es nada fácil saber cómo evolucionan los precios en un mercado tan variable como el textil. Hay miles de marcas y la horquilla es enorme. La escuela de negocios EAE realiza anualmente un informe sobre el gasto que realizan los españoles en ropa y el último, correspondiente al año 2012, señala que los españoles desembolsan 452 euros al año, un 20% menos que en 2007. El mayor descenso se ha producido en la compra de prendas para hombres, un 23%, y el menor en el de los niños, un 16%.

VIAJES

Viajar fue primero lujo, con el boom económico pasó a convertirse en una necesidad y, con la crisis, se está en un término medio. Los malagueños viajamos menos que antes, pero intentamos hacer alguna escapada de vez en cuando, aunque sea a lugares más cercanos. La irrupción de las líneas de bajo coste ha sido fundamental. Ryanair e Easyjet lideran, con mucha diferencia, el número de pasajeros en el aeropuerto de Málaga y permiten volar a toda Europa a unos precios asequibles. Además del vuelo, lo normal es reservar hotel y los precios actuales no son los de 2008. Para mejor y para peor. El portal Trivago realiza un informe de precios hoteleros medios en las 50 principales ciudades europeas. El coste medio de la habitación doble en Madrid en octubre de 2013 asciende a 95 euros, mientras que en el mismo mes en 2008 era de 138 euros. En Barcelona también ha habido reducción, pero testimonial, al pasar de 151 euros hace cinco años a los 148 euros actuales. Fuera de nuestras fronteras, Londres y París son dos destinos habituales para los malagueños y en estos cinco años los precios han subido un 16% en la capital gala, hasta los 198 euros, y un 27,6% en la británica, hasta 208 euros.

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