Un campo a la vanguardia

La innovación y la transformación digital marcan el presente de la agricultura y la ganadería de la provincia, donde el olivar es el gran protagonista

Un agricultor recorre un olivar superintensivo de regadío

Regadío inteligente, olivares de alto rendimiento, granjas digitalizadas, rebaños monitorizados... El campo de Córdoba hace mucho tiempo que dejó de estar al arbitrio de la meteorología para ser motor económico, y en los últimos 25 años, desde que este periódico llegó a los quioscos, se ha transformado enormemente agitando las banderas de la innovación y la transformación digital. El agro cordobés es ahora más productivo, convirtiéndose en el principal sustento de la gran mayoría de las localidades, en las que el modelo cooperativo más tradicional convive con empresas transformadoras y comercializadoras en las que la investigación, el desarrollo y la innovación están siempre presentes.

El olivar es el gran baluarte, con sistemas productivos distintos: conviven el tradicional de sierra, el ecológico, el regadío, el secano y el superintensivo. Esto se traduce en una producción de aceite de oliva que no conoce techo. La provincia, de hecho, registró su récord histórico en las exportaciones de este producto en 2024, al aproximarse por primera vez a los 900 millones de euros en ventas de oro líquido. En concreto, Córdoba facturó 895,8 millones en el pasado ejercicio de 2024, un crecimiento del 30% frente a 2023. Córdoba es la segunda provincia exportadora, sólo por detrás de Sevilla, de acuerdo a los datos más recientes de Andalucía Trade.

En el Norte, sobresale el sistema ganadero, que lidera el Grupo Covap, emblema de innovación y desarrollo. Su modelo productivo y de negocio, que abarca desde los insumos del ganado hasta la transformación, se ha convertido en un ejemplo. Lo demuestran sus datos: la cooperativa cerró el año 2024 superando por segundo año consecutivo los 1.000 millones de facturación y con una producción de 1.473 millones de kilos, en la que destacó la actividad láctea, que batió su récord al superar los 814 millones de litros vendidos entre leche y mantequilla.

Con 2.000 socios ganaderos activos y un equipo de 1.303 trabajadores, el Norte de la provincia de Córdoba no podría entenderse sin Covap, convertida en el principal asidero al territorio de una población que siempre ha sido eminentemente ganadera. En los últimos años, además, opera bajo los emblemas de la digitalización y la sostenibilidad. Como muestra, la cooperativa ha desarrollado un proyecto energético único en Europa, que permite que más del 80% de la energía que consumen sus industrias provenga de fuentes renovables de producción propia gracias a la construcción y puesta en marcha de la hibridación de una planta solar, una planta de biogás y una de biomasa.

En mayo de 2002, el entonces príncipe Felipe visitó Covap

Pero no todo son bondades. El agro cordobés tiene muchos retos pendientes. Uno de los principales es la falta de relevo generacional, lo que afecta tanto a la agricultura como a la ganadería. Pese a iniciativas como la escuela de pastores y a las promociones con capacidades técnicas a a la última que cada año salen de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes (Etsiam) de la Universidad de Córdoba, falta mano de obra para cosechar el cítrico en la Vega del Guadalquivir, la uva en Montilla-Moriles o la aceituna.

El relevo generacional, la ampliación del regadío o ciertas políticas europeas son asuntos que el sector ha señalado como debilidades

El Programa de Fomento de Empleo Agrario (PFEA) no parece ya suficiente para estimular a una población que, pese a los elevados índices de desempleo estructural en algunos municipios, parece dar la espalda al campo en preferencia por otros sectores como los servicios, de manera que la contratación en origen de migrantes –como ocurre con la fresa en Huelva o los cultivos bajo plástico en Almería– podría ser una solución. La muestra es el proyecto piloto que este mismo año pondrá el marcha el olivar serrano de la provincia con la colaboración de Cooperativas Agroalimentarias, que viajarán a Marruecos para buscar a jornaleros.

El control de la sanidad animal es otro reto pendiente. Si hace dos décadas la crisis de las vacas locas ponía a Los Pedroches en alerta, ocurre en la actualidad con la lengua azul, con una mortandad elevadísima que afecta especialmente al ganado ovino y al caprino; o con la gripe aviar, que se extiende por Andalucía. En cuanto a la sanidad vegetal, sigue preocupando la seca de la encina en la dehesa vallesana, mientras que el mildiu ha hecho estragos en esta última campaña en las vides de Montilla-Moriles.

El incremento de la superficie de regadío también preocupa en la provincia. Córdoba vive toda una paradoja ya que, a pesar de almacenar casi el 50% del agua del Guadalquivir, apenas riega el 15% de la superficie de regadío de la cuenca, un déficit que el campo cordobés considera injusto. Las organizaciones agrarias llevan años denunciando que siendo tan importante el olivar para la economía de la provincia, sólo por detrás de Jaén, y que además esté sustituyendo a otros cultivos deficitarios, Córdoba se encuentre infradotada, lo que –denuncian– lastra el desarrollo.

La excesiva burocracia, las cláusulas espejo de importación de productos, la Agenda 2030 o el Pacto Verde Europeo son también denuncias del agro cordobés, que en invierno de 2024, asfixiado, decidió echarse a la calle –tal y como ocurría en otros países del entorno– para exigir a Bruselas un cambio en sus políticas.

Tractorada de agricultores cordobeses para reclamar mejores condiciones, en marzo de 2024

El futuro, en todo caso, se encuentra en la excelencia. Y en estos 25 años el agro cordobés se ha esforzado en demostrar su calidad. La prueba más evidente son las siete denominaciones de origen protegidas que cubren prácticamente todo el territorio. Cuando este periódico nació, sólo existían tres: Vinos de Montilla-Moriles, Aceite de Baena y Aceite de Priego de Córdoba. Con los años, el número de sellos de calidad, el reconocimiento máximo al que puede aspirar un producto ligado al terruño, se ha multiplicado. El Día ha visto nacer las DO de los aceites de Montoro-Adamuz y de Lucena; la DO Jamón de Los Pedroches y la ampliación de Montilla-Moriles, que ahora también reconoce los vinagres que se elaboran en la Campiña Sur.

Siete DO que amparan aceites, vino y jamón son muestra inequívoca de excelencia; otras dos están en gestación
Los ministros de Agricultura de la UE visitan Alvear, en septiembre de 2023

Y no queda ahí la calidad del agro cordobés, pues otras DO están tomando forma. La que se encuentra más avanzada es la que amparará el garbanzo de la campiña de Córdoba. Se trata de un proyecto muy ambicioso, que se extenderá por 27 localidades donde históricamente se ha cultivado esta legumbre con características organolépticas singulares, como son una piel blanda y fina, adherida al grano; gran finura al paladar; albumen mantecoso y poco granuloso y, fundamental, tierno en la cocción. También dan sus primeros pasos para crear una DO los productores de queso de Los Pedroches, que defienden la singularidad del lácteo tradicional de la zona: con leche cruda de oveja y cuajo vegetal, receta que se encuentra registrada en el Ministerio de Agricultura desde el año 1992. Ambos proyectos, seguro, protagonizarán buenos titulares en el futuro.

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