Perspectivas estables en las divisas
Un camarero se enfrenta a siete años por la muerte de un cliente
El fiscal relata que el trabajador le dio un puñetazo en la cabeza a la víctima durante una discusión por las dificultades para abonar las consumiciones
La Fiscalía Provincial de Córdoba solicita penas que suman siete años de prisión para un camarero por la muerte de un cliente por las lesiones derivadas supuestamente de un puñetazo que le propinó durante una discusión debido a las dificultades que la víctima tenía para pagar unas consumiciones. El suceso se produjo sobre las 23:00 del 5 de enero de 2008. Según relata el Ministerio Público en su informe provisional de acusación, tras realizar unas consumiciones, la víctima, que se encontraba bajo la influencia de bebidas alcohólicas, trató de abonarlas con una tarjeta de crédito que entregó al camarero que le había atendido aquella noche, el procesado J. E. C.
Como quiera que al pasar la tarjeta por el dispositivo TPV la operación fue "denegada", el acusado le requirió otra forma de pago, ante lo cual el cliente manifestó su intención de acudir a un cajero próximo a sacar dinero. El encausado se ofreció entonces a acompañarlo hasta la entidad bancaria "con la intención de garantizar el cobro de las consumiciones", según el relato de acusación.
Pero en el trayecto hasta el cajero, se produjo una discusión entre los dos. El camarero, que desconfiaba de que el otro pudiera pagar la cuenta, le exigió el teléfono que portaba como contraprestación, a lo que el cliente se negó. Lejos de cesar en su empeño, el Ministerio Público asegura que el trabajador le propinó un "fuerte puñetazo" en el rostro, que le hizo caer y golpearse la cabeza contra el suelo. Acto seguido el acusado, con el móvil en su poder, abandonó el lugar y volvió a su trabajo.
La Fiscalía reconoce que J. E. C. "no era consciente de las graves lesiones" que le provocó, pese a lo cual le imputa un delito de lesiones dolosas en concurso ideal con un delito de homicidio cometido por imprudencia grave. La víctima fue inmediatamente atendida por una ambulancia de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES) 061, que lo trasladó al Hospital Universitario Reina Sofía, donde quedó ingresado con pronóstico grave.
El puñetazo en el rostro le produjo a la víctima un traumatismo facial con una pequeña fractura de los huesos de la mejilla, cuya curación requiere, ordinariamente, de tratamiento médico y quirúrgico. La lesión, sin embargo, se complicó debido al golpe contra el suelo, que le provocó un traumatismo craneoencefálico. El paciente sufrió una insuficiencia respiratoria aguda por neumonía, que definitivamente, el 21 de enero -16 días después del suceso- le desencadenó la muerte como consecuencia de las complicaciones surgidas en la evolución de las heridas.
El fiscal concreta que el procesado, que se sentará en el banquillo el próximo 13 de junio en el Juzgado de lo Penal número 3, ha estado en prisión preventiva por estos hechos. J. E. C. deberá responder durante el interrogatorio de un supuesto delito de lesiones dolosas, compatible con un delito de homicidio cometido por imprudencia grave, por el que se enfrenta a tres años de prisión. El fiscal también lo considera presunto autor de un robo con violencia, por el que podría ser condenado a otros cuatro años de cárcel.
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