Cuando la burocracia es un obstáculo insalvable
Cofradías Encuentro en la Alcaldía para esclarecer la situación
Las hermandades topan con la Ley General de Subvenciones


Una enérgica carta remitida a la alcaldesa, Rosa Aguilar, ha provocado unos días de tensión entre el Ayuntamiento y la Agrupación de Cofradías a raíz de la liquidación de la subvención municipal de 2008, que se solventaron ayer de forma satisfactoria tras una reunión en la Alcaldía. Y es que el desarrollo de una actividad altruista en un colectivo de cualquier tipo conlleva, a veces, la superación de obstáculos con los que no se contaba. Esto es lo que ha sucedido recientemente a la junta de gobierno de la Agrupación de Hermandades, que tomó posesión el pasado verano, cuando ha llegado el momento de justificar la subvención de 2008.
Al frente del colectivo cofrade se encuentra de nuevo Juan Villalba, quien ya lo presidió entre 1987 y 1995. Pero esta experiencia no contaba con que el 1 de enero de 2004 entró en vigor la Ley General de Subvenciones, un auténtico quebradero de cabeza tanto para las administraciones como para los colectivos que reciben las ayudas. El Consistorio ha tenido que batallar en estos últimos cinco años con expedientes que no se podían concluir, con informes negativos de la Intervención municipal, con quejas que asociaciones que al no poder justificar una subvención no pueden recibir la siguiente. Es más, esta situación ha surgido en los debates del Pleno más de una vez en todo este tiempo y se ha criticado una normativa nacida para controlar las grandes subvenciones pero que perjudica al resto.
La Agrupación, al ver que no aparecía la luz al final del tortuoso túnel burocrático, remitió recientemente a la alcaldesa una carta en la que se quejaba con dureza de la situación, ya que se le pedía que hasta el menor gasto se justificase de una determinada manera. La Ley de Subvenciones, con un régimen sancionador bastante duro, fija de manera exhaustiva e insalvable que hay que explicar cómo se gastó hasta el último céntimo recibido de la Administración.
Aguilar recibió ayer en su despacho a la directiva cofrade, que dio explicaciones del tono de su carta y fue informada de cómo tienen que proceder para que el cobro de una subvención se convierta en una ayuda y no sea un castigo para quien la recibe.
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