El boxeador olímpico Rafael Lozano se sentará hoy en el banquillo por un presunto delito de malos tratos a su ex mujer por el que la Fiscalía Provincial de Córdoba solicita tres años de prisión. Según relata en su informe provisional de acusación, prácticamente desde el inicio de la convivencia marital, las discusiones entre ambos eran "constantes" y, supuestamente, dirigió contra su mujer expresiones denigrantes como "tú no eres nadie".

El fiscal asegura que, conforme transcurría el tiempo, el deportista fue adoptando "actitudes más agresivas" y, al parecer, llegó a propinar "empujones, golpes, tirones de pelo y violentos agarrones" a su cónyuge. En 2001, la mujer decidió poner fin a su matrimonio y lo denunció.

Transcurridos tres meses, la convivencia se reanudó porque, según el fiscal, "constantemente le compelía bajo la insistencia de quitarle la custodia". El nuevo periodo de convivencia, según el escrito de acusación, no hizo que la violencia terminara, pues "persistieron las agresiones y los insultos a su esposa".

El informe detalla que le impedía que ella administrase el dinero sin su consentimiento, tomaba las decisiones familiares de forma unilateral "sin consideración a aquella" y le impidió incluso que "continuase con sus actividades laborales para que atendiera a los hijos comunes menores y desempeñase las labores domésticas habituales".

En 2005, el matrimonio llegó a su punto y final con un divorcio de mutuo acuerdo. Pero una vez separados, el fiscal relata que durante los encuentros propios del régimen de visitas, "el inculpado no cesó en su actitud de menospreciar verbalmente a su ex".