La venta del nuevo bonobús se colapsa por el plante de estancos y quioscos
Los comerciantes denuncian que Panini sólo les da un 1% de comisión por la venta de cada tarjeta mientras que antes obtenían un 2%
La compra y recarga del bonobús electrónico que acaba de implantar Aucorsa se ha convertido en una misión imposible. Estanqueros y quiosqueros se han puesto en pie de guerra y han decidido, en su mayoría, dejar de vender estas tarjetas ante los mínimos beneficios que Panini, la empresa adjudicataria, les va a dar por la venta de cada una. Con el antiguo bonobús magnético -que ya se está extinguiendo poco a poco- tenían una comisión de un 2% mientras que ahora han disminuido al 1%.
Así lo denunció ayer el presidente de la Unión Provincial de Estanqueros (Unpreco), Juan Manuel Fernández, que confirmó que una proporción importante de trabajadores de su gremio ha decidido no vender ni recargar el nuevo bonobús, al igual que otros comerciantes que también lo dispensaban, como los quiosqueros.
Fernández explicó que los vendedores tuvieron una reunión con la presidenta de Aucorsa, Ana Tamayo, en la que le advirtieron, "incluso antes de que saliera el concurso, de que debía poner en el pliego de condiciones que como mínimo al comercio cordobés nos dieran lo mismo que antes, que era un 2%". Según el presidente de los estanqueros, tras comunicarle sus quejas a Tamayo "nos dijo que a ella eso le da exactamente igual, que eso es un problema de Panini, no es de ella ni de Aucorsa".
Fernández explicó que en algunas ocasiones han colaborado de forma altruista con determinadas campañas, como cuando el pasado mes de mayo repartieron las entradas que el Ayuntamiento creó para los Patios. "Por supuesto que estamos para colaborar en el Ayuntamiento y el pueblo de Córdoba en todo lo que haga falta pero no estamos dispuestos a que nos cueste a nosotros el dinero el contribuir a que una empresa de fuera se lleve los beneficios", aseveró. Por eso "hemos dejado de vender, porque no es negocio para nosotros".
El presidente de Unpreco aseguró que si los estanqueros y quiosqueros acceden a la venta del nuevo bonobús "es un costo añadido más a todos los gastos que tenemos en nuestro negocio" porque se arriesgan a que se les pierdan las tarjetas o den un cambio mal "y con el importe que nos dan, un 1%, no cubrimos ni el quebranto de moneda", es decir, el dinero de reserva que cubre los posibles saldos negativos al cerrar la caja.
Antes, unos 70 estancos dispensaban el bonobús pero ahora esta cifra ha descendido drásticamente de forma que en algunas zonas es muy complicado encontrar un establecimiento donde adquirir o recargar el nuevo sistema y los usuarios tienen que acudir al punto de información y venta que Aucorsa tiene en Colón. "Como no es negocio y las cosas no están nada bien lo que no podemos hacer es perder dinero", reiteró Fernández, añadiendo que "lo que más nos ha molestado ha sido la actitud del Ayuntamiento, la actitud de Ana Tamayo diciendo que a ella le da igual".
Desde que Aucorsa decidió cambiar su sistema de cobro cada paso que la empresa ha dado ha sido un despropósito. Aunque la implantación de los lectores de tarjetas electrónicas se llevó a buen ritmo (a comienzos de agosto el 60% de la flota ya los tenía instalados), su puesta en marcha se ha retrasado dos meses ya que estaba anunciada para septiembre. No fue hasta el pasado 14 de noviembre cuando se empezó a cobrar el billete sencillo con las nuevas máquinas mientras que las tarjetas electrónicas se pusieron a la venta la pasada semana en muy pocos puntos de venta. Esta semana han llegado a más establecimientos pero poco a poco se han ido agotando y la mayoría no las ha repuesto. Esta situación se une a que el antiguo bonobús, el de toda la vida, apenas se puede conseguir porque la empresa ha decidido quitarlo ya del mercado. El resultado es que, ante la imposibilidad de conseguir este título de transporte, los usuarios se ven obligados a pagar el billete sencillo, que cuesta 1,20 euros mientras que pagando con la tarjeta cuesta 0,69. Es decir, los ciudadanos deberán pagar casi el doble.
Con estos antecedentes, el presidente de Unpreco concluyó que "ha sido una vergüenza como se ha llevado por parte de la dirección de Aucorsa este cambio de sistema de bonobús magnético al electrónico", sentenció.
La viceportavoz de IU Pepa Contreras destapó ayer este problema en una rueda de prensa en la que denunció la mala gestión de Aucorsa y anunció que en las últimas semanas el número de puntos de venta de bonobús ha descendido en un 60%.
Por su parte, la presidenta de Aucorsa aseguró ayer en declaraciones a la Cadena Cope que ya son 77 los puntos de venta de la nueva tarjeta y negó los problemas para la adquisición de estos títulos.
Este problema de Aucorsa se une a los que la Delegación de Movilidad y Transportes tiene pendientes como la puesta en marcha de los caminos escolares y la segunda línea de microbuses del Casco Histórico, la C1. El último anuncio del inicio de los caminos escolares se fechó este verano para el 2 de diciembre, es decir, debería comenzar el próximo lunes en la zona de las Tendillas Sur, dos meses y medio después del inicio del curso.
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