El alimento más deseado de las despensas, el chocolate, tiene pocos detractores y muchos amantes a los que les resulta imposible contenerse ante una onza. Su adictivo sabor y olor supone una delicia para el paladar pero, eso sí, siempre hay que tomarlo con control. Porque, aunque el cacao tenga muchos beneficios, un consumo desmedido supone una ingesta excesiva de calorías.

Con motivo del Día Internacional del Chocolate, que se celebra este lunes 13 de septiembre, la especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Reina Sofía María José Molina desgrana los componentes y las ventajas que tiene este alimento que es capaz de mejorar el estado de ánimo de quien lo come.

La doctora señala que la manteca de cacao -de donde sale el chocolate-, está compuesta por grasa en un 30%; mayoritariamente por ácido esteárico, que no eleva el colesterol. También tiene menos de un 14% de hidratos de carbono (algo más si se le añade azúcar) y cuenta con pocas proteínas. Sí tiene algunos aminoácidos "que son interesantes para el organismo, como el triptófano, la fenilalanina y la tiroxina".

Por otro lado, contiene una "sustancia muy curiosa, la feniletilamina, que también está en el cerebro humano y que es la responsable de la sensación de bienestar y mejoría del estado de ánimo que tiene el chocolate", esto es, de su capacidad antidepresiva.

La especialista en Endocrinología del Hospital Reina Sofía María José Molina.

Además de estos macronutrientes, Molina resalta que el chocolate aporta fósforo y magnesio y es "interesante por su aporte en electrolitos". Así, es "rico en potasio y en cobre", por lo que hay ciertos pacientes, como por ejemplo los renales, que tienen que tener cuidado con este alimento. También tiene calcio, aunque en menor medida. En cuanto a vitaminas, la doctora señala que el cacao tiene del grupo B, sobre todo ácido fólico; y en menor medida de los tipos A, D y E.

Aparte, tiene una serie de nutrientes más específicos que "hacen que se pueda considerar saludable", explica la especialista del Reina Sofía. En este sentido, indica que es rico en teobromina, una sustancia parecida a la cafeína y la teína; es decir, tiene un poder estimulante -aunque en menor medida que estas-, activa la diuresis (excreción de orina) y estimula la circulación.

Los polifenoles también están presentes en el cacao. Se trata de una sustancia antioxidante que también contienen alimentos como el vino o el aceite de oliva y que disminuye la actividad de los radicales libres. Molina puntualiza que "evitan la oxidación de las células y podrían ser un factor que contribuya a la prevención de ciertas enfermedades".

Sin embargo, hay que tener cuidado porque es "un alimento muy energético", ya que aporta entre 400 y 500 kilocalorías por cada 100 gramos (si se trata de chocolate solo, sin frutos secos u otro tipo de complemento). Por lo tanto, su consumo debe ser moderado y en ocasiones especiales para evitar coger unos kilos de más. En esa línea, la especialista del Reina Sofía aclara que su consumo está recomendado "cuando se requiere un aporte de energía importante con poco volumen" de alimento. Por ejemplo, para personas que han perdido el apetito, están desnutridas o cuando se hace algún deporte.

La doctora llama a la tranquilidad y aclara que si cada día tomamos una onza de chocolate negro al menos al 75% de pureza no pasa nada porque unos 25 gramos suponen un aporte de unas 140 calorías. Cuanto más puro sea, mayores serán sus beneficios y menos aporte calórico tendrá.